domingo, 31 de marzo de 2019

Calila y Dimna


El pasado 27 de marzo se celebró en el Teatro Josep Carreras de Fuenlabrada la quinta edición del Concurso Intercepas de Lectura en Voz Alta, organizado en esta ocasión por el CEPA Paulo Freire de dicha localidad. La alumna Mercedes Gozálvez, en representación de nuestro CEPA Pablo Guzmán, obtuvo el tercer premio en la categoría “Secundaria” leyendo un pequeño fragmento de Calila y Dimna, colección de cuentos didácticos cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Sepamos ahora algo más de esta obra y de su más famoso traductor: Abdalá Benalmocaffa.

ʿAbd Allāh Ibn al-Muqaffaʿ (en adelante Abdalá Benalmocaffa) nació entre el año 720 y el 726 (101-107 de la hégira) en la ciudad iraní de Gur (actual Firuzabad). Participó en la sustitución de la dinastía omeya por la abasí. Se convirtió del mazdeísmo de sus padres al islam. Siendo su idioma el persa, escribió en árabe (lo estudió en Basora) y fue el iniciador de la prosa artística en esta lengua, gracias a su retórica. Se cree que no llegó a los cuarenta años de edad (aunque las fechas son inseguras), pues fue víctima de un crudelísimo asesinato. Culto e inteligente, Benalmocaffa escribió y tradujo numerosas obras del persa al árabe, especialmente tratados sobre el arte del gobierno y la relación con los poderosos. Entre sus obras originales destacan “Educación mayor” (al-Ádab al-kabir) y “Educación menor” (al-Ádab as-saguir). Sin embargo, la traducción que le valió el máximo reconocimiento como erudito de la lengua fue la del célebre libro de fábulas indias Calila y Dimna. Hay que decir que sus traducciones eran más bien una recreación y no una traducción literal de los textos originales. Aunque no se sabe con exactitud la fecha de su muerte, se cree que pudo ocurrir entre el 757 y el 759 (140-142 de la hégira).

Calila y Dimna es, pues, una colección de cuentos, frecuentemente protagonizados por animales, con propósito didáctico, que ha circulado por Europa desde el siglo XII hasta el siglo XVIII en diferentes traducciones y adaptaciones del texto árabe de Abdalá Benalmocaffa. Gracias a los preámbulos conservados de la versión árabe, sabemos que existieron dos versiones anteriores a esta. La primera es la sánscrita (de la India), conocida como Panchatantra (está formada por cinco libros). La segunda versión, escrita en pelvi (forma antigua del persa literario), no se ha conservado. Se sabe que se tradujo del sánscrito en la Persia sasánida en el siglo VI d.C., y que a los cinco libros originales del Panchatantra se les agregaron otros materiales procedentes del Mahabharata y de otras fuentes indias. Parece claro que esta fue la base de la traducción árabe realizada por Abdalá Benalmocaffa en el año 750 d.C. (134 de la hégira).

A partir de la versión de Benalmocaffa, entre los siglos XI y XIII surgen siete traducciones nuevas, a lenguas como el hebreo, el griego o el castellano (esta última, encargada en 1251 por Alfonso X el Sabio, influirá en la colección de cuentos El conde Lucanor, de don Juan Manuel, o en el Libro de buen amor del Arcipreste de Hita, entre otras obras). Las siete traducciones, a su vez, dan lugar en siglos posteriores a un amplio abanico de versiones en más lenguas (la mayoría europeas).

La inclusión de elementos de nueva invención ha sido práctica común a todas las versiones, por lo que la idea de un original pierde sentido. Los traductores de Calila y Dimna, empezando por Benalmocaffa, han tendido a apropiarse de la obra, actuando no como meros traductores sino como autores de ella en mayor o menor medida. Hoy tenemos versiones y adaptaciones en 32 lenguas de un libro cuya existencia original no se consigue probar, lo cual alimenta la leyenda… ¿Hubo en algún momento una versión original de Calila y Dimna? Y, si la hubo, ¿de qué materiales se componía? Los autores de los preámbulos idearon orígenes míticos, anteriores al tiempo, haciendo de Calila y Dimna tanto un libro concreto como un libro soñado o el fantasma de un libro. Tal vez por ello ha sido y es un poderoso acumulador y una frontera móvil de las relaciones de fascinación y provocación entre Oriente y Occidente.

(FUENTE: Marcelino Villegas en Abdalá Benalmocaffa: Calila y Dimna, Alianza Editorial, 1991)

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