lunes, 15 de octubre de 2018

Un caballo de tonos rojos

Un muchacho provinciano de 20 años llega a Madrid. Un día de primavera desde las Vistillas, mira a hacia el oeste una bella puesta de sol, con una imagen sorprendente de la nubes altas, semejando un caballo alado de tonos rojizos.

La voz de una mujer joven, cerca de él dice: ¡Qué caballo más bello! El muchacho la mira y siente admiración y belleza, pero no se atreve a hablar con ella.

Después de 40 años, un hombre ya mayor, un día de primavera oye una voz de mujer desconocida, que lo estremece, diciendo ¡que caballo más bello!, y al momento y sin mirarla, un sentimiento de nostalgia y belleza lo traslada al pasado, a un instante feliz. Entonces la mira, y tampoco habla con ella, pero la encuentra hermosa mirando la puesta de sol.

Manuel de la Puente

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