miércoles, 26 de abril de 2017

Aceite de palma



    

Ultimamente el aceite de palma está en boca de todos, su efecto nocivo para la salud ha alertado a una buena parte de la sociedad. Actualmente el aceite de palma se ha convertido en el aceite vegetal más demandado, ocupa el segundo puesto en consumo en el mundo, situándose incluso por delante del aceite de soja.

Este árbol crece de forma rápida y fácil en selvas y bosques tropicales. De su fruto se extrae un aceite que resulta más barato que el aceite de semillas o de oliva. Se utiliza tanto la pulpa como la almendra, de la cual se extrae el aceite, mientras que los residuos sólidos son utilizados en la alimentación animal.

Debido a su bajo coste ha llegado a formar parte importante en la elaboración de productos de alimentación industrial. Es utilizado para elaborar los aceites de fritura, margarinas, platos precocinados, sopas, patatas fritas, helados, bizcochos, galletas, etc.

El aceite de palma también se utiliza en la industria química y de cosmética, así como para la elaboración de los denominados agrocombustibles.

Para los países pobres, particularmente los de África y Asia, donde existen muchas carencias, el aceite de palma resulta un producto muy valioso. Es un ingrediente básico para cocinar, de la misma forma que en el mediterráneo no se entendería la cocina sin el aceite de oliva.

Las grandes multinacionales también han echado el ojo a esta planta. El aceite de palma se ha convertido en la materia prima preferida de la industria alimentaria en sustitución de otros aceites como el de colza, sésamo y oliva debido a que estos resultan bastante más caros.

Uno de cada dos productos del supermercado lo contiene a pesar de ser conscientes que resulta muy nocivo o nada recomendable para nuestra salud. Estudios recientes han demostrado que aumenta los niveles de colesterol LDL (malo) y puede relacionarse con casos de cáncer.

Debido al afán desmesurado de algunos países desarrollados en obtener beneficios con este producto, países como Indonesia y Malasia están sufriendo terribles consecuencias medioambientales. Allí se talan e incendian grandes extensiones de selva para conseguir inmensas plantaciones.

Actualmente en Borneo y Sumatra, países que cuentan con una gran biodiversidad, un tercio de las especies de mamíferos están en grave peligro debido al desarrollo insostenible de los cultivos que están destruyendo sus hábitats. Si el ritmo de deforestación continua, los orangutanes podrían extinguirse en la naturaleza en los próximos diez años, y los tigres de Sumatra en menos de tres.

En Camerún, el gorila, el chimpancé, el elefante y otras muchas especies sufren la misma y grave amenaza.

En este proceso de “reforma agraria” y de crear estas plantaciones industriales, miles de indígenas y campesinos han sido despojados y desalojados por la fuerza de sus tierras, por no mencionar el abuso y la eliminación de los más elementales derechos laborales y humanos que sufren los que allí trabajan.

Es inquietante y sobrecogedor saber que estas industrias ya cuentan en su haber con más de 74 millones de hectáreas de selvas y bosques destruidos y sus productos se distribuyen al mundo entero. Su mercado en exportaciones mueve una cifra de 36 millones de dólares al año y se estima que en el 2017 la producción alcanzara 64,5 millones de toneladas.

Una de las empresas que más utiliza esta materia prima es Nestlé, compraron 420.000 toneladas de aceite de palma, un 1% de la producción global. Otras empresas que lo utilizan, aunque a menor escala, son Kellog’s, Burger King, Mc Donalds, Colgate y Starbucks, aunque la lista es bastante más larga.

En consecuencia, y para que nos vayamos concienciando, el consumo de aceite de palma es nocivo para nuestra salud, su cultivo destruye el medioambiente como consecuencia de la deforestación, lo que favorece el cambio climático y para rematar, acaba con el hábitat y la vida de multitud de especies animales.

Os ánimo para que no consumáis productos que contengan aceite de palma, aplaudo a Eroski y Alcampo por sumarse a la iniciativa que puso en marcha el supermercado Supersano que pedía suprimir la venta de todos los productos elaborados con aceite de palma.

P. Sardinero

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