jueves, 26 de octubre de 2017

Nuestro mapa del mundo

Cuando la humanidad comenzó a poner por escrito las máximas de sus sabios, los códigos que recogían las costumbres y las leyes, los relatos de los acontecimientos en los que se había forjado cada pueblo, nació la lectura.

Hasta entonces la cultura “cultivo del alma” solo se escuchaba: únicamente lo que los hombres y las mujeres retenían en la memoria se transmitía a las siguientes generaciones, como un valioso mapa del mundo, como una antorcha en medio de la oscuridad.

Escuchar sigue siendo hoy fundamental en muestra vida: encauza nuestro primer acceso al lenguaje, le da forma mientras vivimos y, sobre todo, hace posible el diálogo, que es una de las fibras del tejido mismo de la vida. A la vez, para que el dialogo valga la pena hay que tener algo que decir, y eso requiere una riqueza interior que se alimenta en la lectura, la reflexión personal, la apertura a la sociedad.

La lectura ocupa ya un lugar irreemplazable en la cultura: la memoria de la humanidad es hoy también, en una medida importante, palabra escrita, letra que espera el diálogo con un lector…

Prometo continuar escribiendo un poquito mas en revistas posteriores pues aunque no sea lo que se dice ratón de biblioteca pero valoro un buen libro y todo lo que aporta....

Lucía Sanz


No hay comentarios:

Publicar un comentario