martes, 28 de noviembre de 2017

El mundo de los hongos y las setas


Este mundo desconocido por la mayoría de las personas, ya era conocido desde la antigüedad. Según el folclore popular, en épocas pasadas los druidas utilizaban determinado tipo de hongos para aumentar la euforia en los guerreros; este tipo de hongos contenían sustancias alucinógenas. También los romanos conocían muchos tipos de setas y por eso muchas de las especies conservan su nombre romano. Una de las más apreciadas desde la época romana y hoy muy considerada por expertos cocineros tiene en su nombre remembranza con los Césares (amanita caesarea). En alguna época han sido utilizadas para envenenar a alguno de los Césares dándoselas a comer por su gran parecido a otras muy apreciadas.

Igualmente se ha atribuido a las brujas (curanderas) la utilización de éstas en la fabricación de elixires afrodisíacos y para curar diversas enfermedades con emplastos.



Actualmente se conocen miles de hongos y setas con sus distintas especies y familias, algunas se producen de forma cultivada por los hombres (champiñones, setas sitake, etc) y otras nacen libremente en la naturaleza. Tienen colores maravillosos, desde el blanco puro hasta el negro más absoluto; su tamaño va desde un tamaño microscópico hasta más de 20 cm de diámetro. Todos los hongos y setas tienen una función en la naturaleza, algunas descomponen la madera y otros restos vegetales, otras las utilizamos para cocinar ya que tienen muchas proteínas y fibra. Distintos tipos de hongos han servido para la fabricación de medicinas tales como la penicilina, otros para fermentar y dar sabor a diferentes quesos como el cabrales. Otros realzan el sabor de las comidas y postres siendo muy utilizados por los cocineros. Algunos animales comen algunos tipos de setas para facilitar la digestión de sus alimentos.



Hoy en día hay muchos aficionados a la micología y en los periodos adecuados (normalmente en otoño), salen a los campos y montes a recoger estos productos. En algunas provincias exigen sacar unos permisos especiales que permiten recolectar un cupo determinado para evitar la desaparición de especies. Muchas personas desconocen la forma de buscar y recolectar setas creyendo que rastrillando las hojas de los pinos, por ejemplo, encontrarán gran cantidad de ellas, y lo único que consiguen es romper el micelio (lugar donde se forman las setas), parecido a las raíces de las plantas y que forma una especie de red a menudo de cientos de metros donde se produce el crecimiento de nuevas setas.



Para todos los aficionados recomiendo utilizar las herramientas adecuadas, cesta de mimbre o algo que permita que las esporas caigan libremente en el campo y de esta forma producir nuevos micelios, una navaja bien afiliada y como mucho un palo o bastón para mover las hojas por encima de las setas y descubrirlas. Recolectar las que se conozcanmuy bien para evitar que se produzcan accidentes mortales, ya que algunas especies son muy tóxicas; aunque hay pocas especies mortales. No recolectar las que sean desconocidas y evitar destrozar las que no conozcamos, ya que para otras personas expertas pueden ser excelentes manjares, y también cumplen su labor en la naturaleza.

Nota: consultad con expertos micólogos ante la menor duda. Os va en ello la vida en algunas ocasiones.


Luis Pinzolas

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