lunes, 20 de noviembre de 2017

S.O.S. Delfines



Yo no sé a vosotros, pero estos animales consiguen despertar en mí un sentimiento de infinita ternura.

Los delfines son mamíferos marinos, animales de gran belleza, inteligentes y sensibles que recorren grandes extensiones del océano en total libertad. La mayoría de los delfines tienen la vista muy desarrollada, tanto dentro como fuera del agua, y pueden oír frecuencias diez veces o más por encima del límite superior al oído humano. Tienen la capacidad de comunicarse entre ellos utilizando diferentes variedades de sonidos como chasquidos y silbidos. Se sumergen a profundidades de 60 metros y nadan unos 130 Km al día para alimentarse. Los delfines tienen curiosos comportamientos sociales que dan muestra de su gran inteligencia. Son animales muy sociables, viven en manadas de hasta una docena de ejemplares, se organizan para cazar y desarrollan relaciones entre sí, muy similares a las nuestras. Por ejemplo se han visto delfines cuidando de otros de su misma especie con heridas o enfermos e incluso ayudándoles a subir a respirar. Las madres tienen una unión muy fuerte con sus crías. Las hembras permanecen cerca de ellas toda la vida. Los delfines macho siempre recuerdan a sus progenitoras.

Los delfines, en su hábitat marino, tienen pocos enemigos naturales, las principales amenazas de los delfines provienen del ser humano. Diversos métodos de pesca, embarcaciones y las redes a la deriva matan directamente a muchos de ellos. En algunas partes del mundo, como Taiji en Japón y las Islas Feroe, consideran a los delfines un alimento y son cazados para vender su carne. La pesca de estos delicados animales es un espectáculo dantesco.

Lamentablemente a todo esto hay que añadir el espectáculo, el afán de ganar dinero a su costa, sin importar un ápice su bienestar y su falta de libertad.

Desafortunadamente, el hecho de que nos gusten tanto estos animales constituye su peor condena.

En la actualidad, hay aproximadamente 60 países en el mundo manteniendo a 2000 cetáceos en cautividad. Delfines, orcas, marsopas y belugas, viven en estas condiciones para nuestro disfrute en parques acuáticos, zoos, hoteles, discotecas e incluso en el ejercito. Por esta razón  acabamos encerrándoles en jaulas de agua, adiestrándoles para que nos entretengan realizando espectáculos que nada tienen que ver con sus conductas y que se alejan considerablemente de sus instintos y de su naturaleza. Esta realidad tan frustante, que sufren estos mamíferos marinos, les produce un gran estrés y modifica sus comportamientos y conductas naturales.

Cada vez son más y más las personas y asociaciones en defensa de estos animales que están en contra de la cautividad de estos cetáceos marinos. Esta forma antinatural, fuera de sus hábitats, y fuera de sus necesidades básicas, hace que sea imposible garantizar su bienestar.

Algunos acuarios argumentan que la cautividad de estos animales tiene un gran valor educativo, pero  lo cierto es que son muy pocos los centros que difunden información clara sobre estos animales y sus hábitats y, cuando lo hacen, a menudo es incorrecta o erronea. Los espectáculos son simples exageraciones de su comportamiento natural. Un buen ejemplo de esto es el hecho de que en algunas demostraciones hay leones marinos que dan de comer a una orca, cuando en realidad, en su hábitat natural, las orcas se comen a los leones marinos.

A cuenta gotas estamos empezando a tomar conciencia de la triste realidad que sufren estos mamíferos. Algunas asociaciones en defensa de estos animales están empezando a formalizar posiciones para acabar con estos espectáculos y acabar de una vez con su captura y con los programas de reproducción en cautividad.

En España, Sos Delfines junto con expertos de todo el mundo está trabajando en la búsqueda de alternativas a los delfinarios para ofrecerles un lugar donde puedan vivir de una forma más cercana a su vida natural. Se está pensando en la construcción de santuarios marinos, lugares delimitados en el mar, donde se llevaría a cabo un control y vigilancia de los animales y donde podrían disfrutar de un espacio natural y más grande donde vivir y con el tiempo, quizá, volver a alimentarse por si mismos.

Francia se acaba de unir a Reino Unido, Suiza y Alemania en la larga lista de países sin delfinarios, mientras, España todavía cuenta con una docena de ellos.

Ya es tiempo de seguir sus pasos.


P. Sardinero

2 comentarios:

  1. Así es, da pena ver cómo están superviviendo en los delfinarios, no tendríamos que ir a ver estos espectáculos, se debería hacer un boicot a nivel nacional. Gracias por este artículo Paloma

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  2. Es muy triste saber que estos pobres animalitos viven en cautividad para que la gente disfrute del espectáculo.

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