martes, 12 de diciembre de 2017

Los Campos Elíseos españoles



  Hablar de Campos Elíseos nos lleva a Paris, una de las avenidas más conocidas del mundo. Pero, ¿sabíais que en el S.XIX en España también hubo Campos Elíseos?. Por aquel entonces las grandes ciudades demandaban espacios donde sus habitantes pudieran pasar al aire libre sus momentos de ocio, caminar relajadamente o disfrutar de espectáculos teatrales o bailes y se promovió la creación de dichos espacios a imitación del modelo parisino (incluso en el nombre) como ya se había hecho en otros lugares de Europa.


  En Madrid en 1834 se abrió uno de los mas populares de la primera mitad del siglo: el Jardín de las Delicias, ubicado en el actual Paseo de Recoletos, con grutas y un pequeño estanque. Apenas un año después se inauguraba otro en lo que es hoy la Glorieta de Bilbao, un pequeño oasis en una ciudad que no dejaba de crecer. En todos ellos se pagaba una pequeña cantidad para acceder, sentarse a degustar una merienda y luego la conversación con música de fondo. Sin embargo en 1853 en Barcelona se creó uno de los campos elíseos más ambiciosos, con un parque de atracciones y una de las primeras montañas rusas que se vieron en España con una vagoneta de madera que alcanzaba los 50 km/h, una aventura hasta entonces desconocida en la ciudad. A pesar de ir creciendo en atracciones (incluso llegó a haber un circo) poco a poco fue decayendo a causa de la ampliación urbanística de Barcelona que necesitaba de sus terrenos, hasta que en 1872 cerraron definitivamente.

  Volviendo a Madrid, en 1864 se inauguraron otros a imitación de los barceloneses, pero el ayuntamiento aceptó el proyecto por un periodo provisional ya que la ciudad se encontraba en un momento de expansión y en sus terrenos se construiría el barrio de Salamanca, que actualmente ocupa el espacio de los antiguos campos elíseos madrileños. El teatro levantado en el parque, bautizado como "el Rossini" por haber sido allí donde el maestro Barbieri estrenase la ópera de Rossini "Guillermo Tell". Este escenario llegó a competir en prestigio y público con el teatro Real. También tenía una fonda, un café y hasta una plaza de toros. Sin embargo poco duró su fulgor: su decadencia comenzó con la apertura al público del parque del Retiro, hasta entonces espacio exclusivo de los reyes, unido al final de la concesión del ayuntamiento y al propio crecimiento del barrio acabó con el cierre en 1880.

  La ciudad de Bilbao también tuvo sus campos eliseos en la zona de Abando, en el margen derecho de la ría, donde en sus terrenos se construyó un importante teatro, recientemente rehabilitado. Pero los únicos supervivientes en la actualidad están en Lleida abiertos desde 1864, a pesar de que alguno de sus elementos emblemáticos ya no existan, como su espectacular lago.





¿Por qué os cuento todo esto? Hace unos días, leyendo una revista de historia, me resultó muy interesante un artículo donde hablaba de los Campos Elíseos españoles. Particularmente porque nunca había oído hablar de ello y me documenté sobre el tema. Cada día se aprende algo nuevo. Luego me pregunté el porqué de ese nombre y su significado: en la mitología griega era un lugar paradisíaco donde los hombres y mujeres virtuosos podían alcanzar la eternidad dichosa y feliz en medio de paisajes siempre verdes y floridos bajo el sol, algo así como el cielo para los cristianos. Su contraposición es el Tártaro, es decir, el infierno para los condenados. En el cuadro de El Bosco "El jardín de las delicias" están muy bien representados ambos (paraíso e infierno). Podéis contemplarlo en el museo del prado.



P. Santoyo
Diciembre 2017

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