sábado, 27 de enero de 2018

Atrapados en la AP-6


Gregorio Serrano, Director Genral de Tráfico está en el punto de mira de media España. A estas alturas seguramente este nombre no pase inadvertido a casi nadie, ha pasado de ser un autentico desconocido a todo un referente de actualidad . Según las malas lenguas, es parte del 'pack' que el ex alcalde de Sevilla, hoy ministro del Interior, se llevó al Ministerio, más por amistad que por conocimientos, sobre todo en lo que respecta a seguridad vial.

Este señor que vivía placidamente en Sevilla, dónde ejercio de concejal, de casi todo, en el ayuntamiento, todavía no se ha dado cuenta de que Madrid no es Sevilla, sigue confundiendo La Moncloa con Triana. A estas horas puede que sus días de feria y rebujitos estén contados.

Desde su llegada a la Dirección General de Tráfico, los errores se le acumulan a este personaje. El primero y principal fue rechazar la vivienda que habían ocupado sus antecesores para agenciarse otra, mejor situada y renovada a su gusto, en un cuartel de la Guardia Civil. La jugada se destapó y le dejó compuesto y sin casita. A pesar de los pesares logró sobrevivir al escándalo. No es de los que se acobardan por un titular de periódico.

Dirigentes nacionales del PP ya le califican de impresentable y cantamañanas.

Aquella desafortunada noche del 6 de enero y de colapso total por nevadas, donde miles de conductores se quedaron atrapados en la autopista AP-6, entre Segovia y Madrid, han puesto de nuevo en el candelero a este personaje, máximo responsable de la DGT, por su inoperancia y por sus inoportunas declaraciones ante los medios de comunicación. La DGT calculó entre 3.000 y 3.500 los vehículos atrapados durante toda la noche.

Menudo papelón señor Serrano, la crisis más importante que ha sufrido durante la dirección de la DGT le ha pillado fuera de Madrid, estaba en Sevilla pasando el día de Reyes con su familia.

A pesar de contar con línea de teléfono e internet, las atropelladas y equivocadas decisiones que se tomaron aquella noche llegaron demasiado tarde para los miles de viajeros y conductores que quedaron atrapados en sus coches, a los que encima culpó de haber salido a la carretera en pleno temporal.

Serrano no ha reconocido ningún error en su gestión, es más ha repartido las culpas entre la concesionaria de la autopista, la metereología y los intrepidos conductores que se aventuraron a salir a la carretera sin cadenas ni ruedas para nieve.

Serrano afirma que no piensa dimitir, es más pone su cargo en manos del ministerio del Interior.

Lo cierto es que los cientos de personas que quedaron atrapadas en la AP 6 fueron auxiliadas por la U.M.E (unidad militar de emergencias). Coche a coche fueron liberando a todos los que habían quedado atrapados en la nieve.

La UME desplego más de 240 efectivos y logro acceder a todas las zonas con máquinas quitanieves. Todo su empeño y esfuerzo para lograr que, aunque tarde, todos pudiesen llegar sanos y salvos a su destino.

Bajo mi humilde opinión, para que un país avance las administraciones públicas deberían reconsiderar la forma que emplean para seleccionar a sus más altos funcionarios.

La formación y los conocimientos deberían primar a la hora de sus nombramientos, al igual que a cualquier ciudadano se le exige un curriculum, demostrable, ante un puesto de trabajo, por insignificante que sea. Seguir el patrón de rodearse de gente bien preparada para liderar sus puestos y resolver su trabajo al frente de puestos de responsabilidad no convence a nadie.

Una vez más, las consecuencias de estos malos habitos y favoritismos han quedado claras.

P. Sardinero

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