miércoles, 24 de mayo de 2017

Carta de una desconocida

Carta de una desconocida es una novela / carta de Stefan Zweig, considerada una gran obra de ficción que alcanza el interés de todos los públicos. Está ambientada en la Viena de 1900 y representa a la clase pequeño-burguesa.

La pretensión del autor al escribir la obra es hacernos partícipes de la descripción de unos personajes que están llenos de ternura y humanidad. Zweig critica la sociedad que le rodea que no es capaz de entender y aceptar que la heroína dé un amor tan tierno, tan entregado y tan fiel. Y que esa heroína tenga a la vez el corazón manchado de pecado de una cortesana. Una obra, al fin y al cabo, dramática y triste, en la que, no echamos de menos ninguno de los elementos que caracterizan un relato romántico, aquellos que mantienen en vilo a un lector.

El núcleo central de la novela es un amor imposible. La protagonista (Lisa en la película) se enamora perdidamente de su vecino a los trece años, y su único pensamiento gira en torno al que fue y será el amor de su vida, desde la adolescencia hasta la edad adulta. Mientras ella permanece en la sombra y en silencio, y con la desgracia de un hijo muerto (un niño que es la viva imagen del padre) fruto de una noche de amor con Stefan. Él desconoce quién es la mujer que está obsesionada por él hasta su último aliento.

Huyendo de su familia, Liza empieza a trabajar en una prestigiosa casa de costura como modelo y empleada con el fin de estar cerca de su amado. También hay que destacar el personaje del mayordomo, que ve lo que no ve su amo, como si preludiara el desarrollo de los acontecimientos y asumiera con un gesto de fatalismo respondiendo a la pregunta que él le hace: ¿la reconociste?

Lisa, que, aún a sabiendas que su amado anda con mujeres de alta sociedad vienesa intentando encontrar su propio camino se resigna y mantiene en secreto lo que siente por Stefan y se se somete hasta tales extremos que llega incluso a rendirse sin que la razón y el sentido común imperen en su pasmosa y dolorosa vida.

Del desenlace final de la novela es relevante el hecho de que se manifiesten dos tiempos distintos llenos de contenido simbólico, las rosas blancas de cada cumpleaños, desde el inicio hasta el final de la novela, que señalan el tiempo de ella que se agota inexorablemente y dan comienzo al de Stefan que se convierte en prisionero del tiempo de la mujer que le amó.

Sonia Sánchez

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