domingo, 7 de mayo de 2017

Recorrido como redactora

Mi primera incursión como redactora fue cuando escribí un texto para el concurso literario del año 2015, reescribí un artículo que había presentado como trabajo final del curso de Atención Especializada para Enfermos de Alzheimer, también aparecí en alguna revista del centro con recetas que hacía para el encuentro intercultural del Centro, solía traer postres, y Miguel Ángel me animaba a traer impresa la receta, ya que parece que tenían bastante aceptación por parte de los alumnos asistentes a estos encuentros y así el Jefe de estudios, antes nombrado, me las colocaba en la revista con la correspondiente foto, todo un honor.

La verdad es que nunca me había planteado escribir, no creía que tenía esa capacidad, así que cuando nuestro actual Jefe de estudios Jose, nos dijo que tenía pensado abrir un taller de prensa en nuestro CEPA, y con mi trayectoria , en la cual me apunto a un bombardeo, dije ¡porqué no! ya en el primer encuentro que tuvimos con Jose y a modo de información del taller, me picó la curiosidad, ¡soy una mente inquieta! me interesaba aprender y adquirir la técnica para expresar mediante las palabras lo que sentía, escribir sobre lo que me llamaba la atención, que pudiese escribir a partir de ver una película, de leer un libro, ver una fotografía...

Y así, en los primeros encuentros Jose nos dio una idea sobre cómo empezar a escribir, él no dijo que era muy aficionado a la fotografía y que nos animaba a observar nuestro entorno, y que si había algo que nos llamaba la atención, nos animásemos a fotografiarlo y así podríamos poner letras y plasmar con ellas todo lo que nos sugería en ese momento, y así fue como yo escribí el artículo sobre la bicicleta, era la primera vez que observando mi entorno vi una bicicleta para mí muy interesante y especial, y así como reportera intrépida, le eché varias fotos, observando esas fotos escribí lo que sentía, ya que vi en ella algo que para todo el mundo pasaba inadvertido.

Pero mi primer artículo se lo dediqué a una mascota muy especial que tenemos en casa como un miembro más de la familia, y que es, un conejo. Lo titulé: Mi conejo-perro, creo que fue una muy buena manera de empezar, y qué mejor que empezar dedicando unas palabras a un animalito que nos alegra algunos momentos de nuestra vida.

Fue un artículo muy sentimental, de este estilo he escrito otros como, Wilson, Reflexiones sobre la música, Emociones y el artículo de la bicicleta que ya he comentado antes.

También me atreví con una crítica a la sociedad y estamentos políticos con los siguientes textos. ¿Qué hemos perdido con las nuevas tecnologías?, Pobreza energética, caso atroz de la muerte de una anciana por culpa de que le cortaran la luz y las consecuencias que se desencadenaron a raíz de esta decisión, Cuando el Ártico se descongela, hablaba de la concienciación que deberían tener los países induatrializados ante el cambio climático.

También escribí con respecto a una película que vi: Los niños de San Judas, hice una crítica sobre la mala praxis que se dan en algunos colegios y por parte de algunos profesores, en cuanto a como ha de impartirse la educación. Hubo cierto debate, ya que se entendió que hacía mucho hincapié en la malas formas por parte de algunos centros religiosos, sobre este tema para ser justos quedó claro que no hay que generalizar. Por otro lado, tienen toda mi admiración los misioneros, personas que ejercen una gran labor fuera de nuestras fronteras, dan amor, cuidado y cariño a los más necesitados.

También me animé a escribir sobre un buen remedio para muchas enfermedades, el ajp negro.

También hablé sobre Eduardo Mendoza, premio Cervantes 2016. Y me atreví con un cuento, me inspiró escribirlo cuando ví una obra de Casona (La casa de los siete Balcones) se hablaba en ella de un árbol en concreto de un Ombú.

También he participado en escribir algún artículo en francés.

Y hasta aquí mi aportación a la revista del centro en este año escolar, espero que hayan sido de vuestro interés, me he encontrado muy a gusto escribiendo, espero que el próximo año esté inspirada para escribir más historias, y en definitiva poner un poquito de mi corazón en las palabras que reflejo en mis relatos y textos, De todas maneras si no fuera así, disfrutaré igualmente con los textos de mis compañeras y compañeros. Gracias a todos y a Jose.

M. C. Prieto

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