martes, 21 de febrero de 2017

Los consejos del mago Merlín

Estos días, revolviendo papeles, encontré algo interesante (creo que era de alguna antigua clase) que he leído y releído varias veces por lo bonito de su contenido. Se llamaba “Los Consejos del Mago Merlín”. ¿Quién era este personaje?. Nunca me había preocupado ni había sentido interés por saberlo, pero estos consejos despertaron mi curiosidad.

Se cree que nació en Gales en el siglo VI y que formó parte de los caballeros del Rey Arturo. La leyenda es muy amplia y hay diversidad de opiniones de cómo nació o vivió. Pero me pregunto: ¿cómo un ser mitológico o de ficción ha podido influir tanto en la historia de la literatura? Infinidad de autores han escrito sobre él, hay gran cantidad de literatura infantil y también ha sido llevado al cine. Magos de todos los tiempos le han tenido como ejemplo a seguir y ha sido de gran influencia para ellos.

Su personalidad es tan variada como sus disciplinas y habilidades: rey, guerrero, sabio, astrónomo, profeta, anacoreta…

A continuación os escribo dichos consejos que creo que merece la pena leerlos y que cada uno saque sus conclusiones:

CONSEJOS DEL MAGO MERLÍN
Lo mejor cuando se está triste- contestó Merlín, empezando a soplar y resoplar- es aprender. Puedes hacerte viejo y temblón, puedes pasarte toda la noche desvelado escuchando el desorden de tu cuerpo, puedes perder tu único amor, ver el mundo devastado por malvados lunáticos, o saber que tu honor está enfangado en los basureros de las mentes ruines. Sólo hay una salida en ese caso: aprender.
Aprender por qué se mueve el mundo y qué lo mueve. Eso es lo único que el pensamiento no puede agotar ni enajenar, lo que nunca le torturará , lo que nunca temerá, lo que nunca le causará desconfianza, lo que ni en sueños podrá lamentar. Eso es lo más conveniente para ti: aprender.
Considera todas las cosas que puedes aprender: ciencia pura, la única pureza que existe. Puedes aprender astronomía en una vida, historia natural en tres, literatura en seis.
Y puedes luego, tras haber agotado un millón de vidas en la biología y en la medicina y la teosofía y la geografía y la historia y la economía, puedes, en fin, empezar a hacer una rueda de carreta con la madera adecuada, o pasar cincuenta años iniciando el aprendizaje de la técnica de derrotar en esgrima al adversario.
Después puedes empezar de nuevo con la matemática, hasta que llegue el día, el momento, en que aprendas a arar.

Terence Hanbury White

Pilar S.
Febrero 2017

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