A raíz del libro de Ana Karenina
Desde que existe la humanidad, el hombre y la mujer se unieron, formando una familia. Sin la seriedad de este vínculo-compromiso hubiera sido imposible la propagación de la especie. El ser humano supera en inteligencia a la mayoría de las especies animales, pero su proceso de aprendizaje, de autosuficiencia y maduración es muy lento. Por lo que necesita nacer, crecer, desarrollarse al amparo y protección de una familia. Y tanto el padre, la madre, los hermanos, tienes un papel fundamental en este desarrollo.
¿Qué implicaciones tiene casarse frente a otro tipo de uniones? La fundamental es que queremos un proyecto de vida común definitivo, tuyo y mío. No que cada uno tenga su proyecto de vida y coincidamos en nuestra relación de pareja, reservando parte de nuestra vida y sin darnos del todo. Un proyecto de vida, que crece y se desarrolla a lo largo de los años.
– Una pareja decide casarse al descubrir que quiere que ese amor que viven el uno con el otro sea algo definitivo. “Queremos que esto esté siempre en nuestra vida. Quiero que tú estés siempre en mi vida. Quiero estar siempre en tu vida”. Esto marca a diferencia entre otro tipo de relación. El nivel de confianza y de entrega al otro, es superior.Y pide ser acogido también con un grado de confianza y de amor mayor.; Es cerrar el círculo de un amor que se da del todo, es recibido del todo y es correspondido del todo. Cuando digo “del todo” me refiero al deseo y la intención. Esta va creciendo con el tiempo, la convivencia, las dificultades, incluso las crisis, pues son estas, las que nos hacen crecer y madurar.
" Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba, su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."
El matrimonio no es un acto social, algo que tenemos que asumir… Pero si lo asumimos es para vivirlo con fidelidad, que suele ser proporcional a la felicidad.
El noviazgo es un tiempo de rodaje. tiene que haber desencuentros, enfados, discusiones serias. En esos momentos surgen las cosas que cuestan del otro o de nosotros mismos, sin ellos ese amor no es real. Es esa época de valoración. Si superamos los desencuentros, nos hacen crecer, si somos capaces de ir adaptándonos el uno al otro, y para esto es esta etapa
Serpujovskói—en su conversación con wronski, "La mujer es la piedra de toque en la carrera del hombre. La única manera de no verse reducido a la inacción por el amor es casarse. ¿Cómo te explicaré esto? —continuó el general, a quien agradaban mucho las comparaciones—. Supongamos que llevas una carga; mientras no te la sujeten al hombro, de poco te servirán las manos; y esto es lo que me ha sucedido a mí al casarme, pues ya las tenía sujetas, y después me quedaron libres; pero llevar esa carga sin el casamiento es imposibilitarse para toda acción."
“Hoy no estamos acostumbrados a algo que dure toda la vida. Vivimos en una cultura de lo
provisional, “Todo lo que nos rodea cambia, las personas van y vienen en nuestras vidas, las promesas se hacen, pero con frecuencia no se cumplen o se rompen”. Pero me pregunto y os pregunto“ ¿Pero, es verdad que nada precioso pueda durar? - Mucha gente querría elegir un amor definitivo, pero tiene miedo. Y es lógica esta incertidumbre.
En el comienzo del matrimonio concurren dos perfiles Psicológicos, dos biografías personales, dos culturas, dos familias y dos estilos de vida que hay que ensamblar.
No te enamoras de los defectos; te enamoras de la persona. Al principio, solo ves lo bonito, lo bueno: si es guapo, simpático, cariñoso, etc. Esta atracción no destaca los defectos ni lo negativo o menos positivo.
No te enamoras de los defectos; te enamoras de la persona. Al principio, solo ves lo bonito, lo bueno: si es guapo, simpático, cariñoso, etc. Esta atracción no destaca los defectos ni lo negativo o menos positivo.
Pero si se queda en esto, la relación es inmadura. Por eso tiene que venir un segundo momento que algunos llaman de “desilusión” y que a mí me gusta llamar de “realismo.” Te das cuenta que tiene todas esas cosas buenas, que te han atraído, y que, además, tiene otras cosas menos buenas. Y sin embargo, te sigue gustando, porque ves a la persona más allá de sus defectos e imperfecciones. En ese segundo paso puedes decidir. Continuar o dejarlo.
Por eso el noviazgo tiene fecha de caducidad. Si cuando ya se conocen los novios no se plantean: Si quieren o no un proyecto de vida junta, ¿adónde va ese camino? Y si el camino no va a ninguna parte, ¿qué sentido tiene esa relación? – Hay que hablar mucho, conocerse, confiar. Si hay algo que para el otro es fundamental y yo no puedo respetarlo, la relación no debe, ni podrá continuar.
De todas formas, la voluntad de estar juntos es poderosísima para construir una vida: Es importante, que los hijos vean que nos queremos también cuando no nos aguantamos. Nos fijamos demasiado en las dificultades y las crisis, y nos olvidamos de lo bueno y las alegrías compartidas, con las personas a las que quieres. Y este fruto de nuestra relación, no a sido la travesía del desierto.
“Vemos la relacción de Ketty con Levin. Los dos se enriquecen, se complementan, son muy distintos pero tienen un amor y veneración mutuos, que juntos superan y están dispuestos a no mancillar y poner en peligro este amor. Pues el amor se fragua a lo largo de la vida”
– Querer a alguien es arriesgarse. No puedes controlar todo; lo que sí puedes decir es: “Yo quiero quererte”. Y puedes decir todos los días: “Te voy a querer mañana”,
" Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."
Lucía Sanz
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