Mostrando entradas con la etiqueta Escalando horizontes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Escalando horizontes. Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de noviembre de 2019

Dándose a los demás



Hay mucha gente buena en el mundo, más de las que nos podemos imaginar. A diario se cruzan en nuestro camino, pasando inadvertidas, pero sus vidas son fecundas, generan bien, dan amor, y la mayoría de las veces la sonrisa y el buen humor son sus señas de identidad. Podrían compararse al aire limpio, a la hierba fresca, a esas pequeñas plantas de tallo tierno, que en silencio cubren grandes superficies.

El tiempo corre veloz. Pero me gustaría hacer mención a la conmoción que causo la noticia del accidente sufrido por el grupo de jóvenes, que recién terminado el curso, decidieron dar lo mejor de ellas en un proyecto solidario en Costa de Marfil.

Mientras amigos y compañeros preparaban sus hamacas y chancletas para pasar el verano tumbados al sol, treinta jóvenes estudiantes, emprendían un viaje de 4000 km para dirigirse a una zona del África occidental, lejos de la comodidad de sus hogares, donde realizarían labores de voluntariado y solidaridad. Allí las esperaban con los brazos abiertos, para recibir impulso en su formación, y ayuda en tareas sanitarias y educativas; todo impregnado del cariño, generosidad y de esa alegría desbordante propia de los corazones jóvenes.

Un fortuito accidente frustró estos magnánimos deseos. La noticia, salto rápidamente a los informativos, y por la prensa se supo todo lo que en años anteriores habían realizado desde este proyecto de apoyo a África. De no haber ocurrido el lamentable suceso, hubieran pasado ignorado y oculto para la mayor parte del mundo.

Estas jóvenes como la hierba fresca que callada crece; llevaban con su presencia, su trabajo y buen hacer una ráfaga de esperanza y cercanía hacia los más necesitados y no se sentían heroínas ni titanes, porque cuando es el amor el que mueve a hacer las cosas no hay medida, ni cálculos tacaños. Así vivía Teresa Cardona, la única fallecida en el accidente; una de las encargadas y promotoras de este gran proyecto social africano. Mujer de sonrisa abierta y magnánimo corazón, que llevaba esa generosidad a su día a día. Era profesora de un colegio en Barcelona.

Nos parecen que los tiempos están revueltos, que la juventud anda confundida, desorientada y sin ideales, sin embargo estas afirmaciones no hacen justicia a la valentía y disposiciones que hoy siguen teniendo nuestros jóvenes. Además por experiencia propia…..por lo poquito que damos y ayudamos. Recibimos multiplicado, lecciones de gratitud, de alegría, de autoestima, de generosidad. Egoísta-mente diría que recibimos multiplicado cada ápice de lo que damos.

Pasa el tiempo, surgen otras noticias, nuestra atención se dispersa con tanta información que cada día nos llega. Pero a pesar de todo esto, esa fresca hierba seguirá creciendo callada y fecunda y algún día, de nuevo, caeremos en la cuenta de que realmente; la felicidad que llena la vida, se encuentra cuando se vive en disposición de continua apertura a los demás.

Fotografía en el aeropuerto antes de partir (Teresa es la de arriba)  

Lucia Sanz

lunes, 20 de mayo de 2019

¿Quieres tomarte un café conmigo?

¿TE APETECE QUE TOMEMOS UN CAFÉ? 


Hola: Hoy me apetece tomarme un café con todos vosotros. Termina el curso y hemos compartido muchas cosas. Yo, he finalizado mis vacaciones y he pensado en todos.

¿Como estáis? ¿Cómo os encontráis? Me gusta este entorno para hacer unas consideraciones en las que he reflexionado para aprender juntos.

Vamos a aprender cosas sencillas con frases muy cortas. No las olvides, repásalas cuantas veces lo necesites. Es un modelo de café virtual que levanta el ánimo.

Debes aprender que en cada historia existen tres enfoques; mi verdad, tu verdad y la Verdad.

Que nos lleva mucho tiempo, ser la persona que deseamos llegar a ser.

Debemos aprender que podemos hacer mucho mas de lo que creemos poder hacer. Y que no importan tanto nuestras circunstancias sino como interpretamos estas circunstancias

Debemos aprender, que no podemos forzar a nadie a que nos ame y sí, ser una persona que ama, el resto depende de los demás.

Debemos aprender que requiere años desarrollar la confianza y tan solo un segundo en destruirla.

También, que dos personas pueden contemplar una misma cosa y ver algo completamente diferente.

Debemos aprender que hay personas que nos quieren mucho y que no saben expresarlo. Y que ha veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarnos en los momentos difíciles; y que, aunque queramos mucho a la gente, algunas personas jamás van a devolvernos ese amor.

Deberíamos aprender, que hay dos días por los que no deberíamos preocuparnos: Mañana y ayer. Y que el único momento valioso del que disponemos es el ahora.

Deberíamos aprender a no competir con lo mejor de los otros, sino a competir con lo mejor de nosotros.

Hoy quiero aprender, que no me puedo dejar llevar por los impulsos, de los que me arrepentiré el resto de mis vida; y que, si no controlo mi actitud, esta me controlara a mí.

Hoy me comprometo a aprender a no decir a nadie y menos a un niño que sus sueños son ridículos. ¿Y que pasa si me cree?

También quiero aprender que es mucho más importante, que me perdone a mí misma, a que otros me perdonen.

Vamos a aprender juntos, que no importa si nuestro corazón esta herido, el mundo sigue girando. Que la violencia solo y únicamente atrae mas violencia. Y que decir una verdad a medias es peor que decir una mentira

Quiero aprender a distinguir la mucha diferencia que hay entre la perfección y la excelencia, que va mucho más allá de la perfección.

Por último, quiero aprender, quiero que aprendamos. Que al final de nuestra vida, a medida que vamos cumpliendo años, nos vamos damos cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: mi familia, mi fe, un grupo muy selecto de amigos, y las experiencias que me dieron crecimiento personal.

Hoy voy a aprender a quererme y a cuidarme, a no tomarme tan en serio las cosas que suceden, a relativizarlo todo.

Hoy he aprendido que se muy poco de la vida, y que la vida me entrega constantemente aprendizaje. Pero hay que tener la humildad de reconocerlo

Guarda este café que hemos compartido y léelo cuantas veces lo necesites. Y recuerda: ¡vive con pasión!

Lucía Sanz

miércoles, 1 de mayo de 2019

La verdad

                       



¿Qué es la verdad? ¿Te has preguntado alguna vez lo que es, querido amigo? Hace 2.000 años un emperador romano, Herodes, hacía esta pregunta. ¿Qué es la verdad? En este caso él la tenía delante, “Jesús”, y no quiso verla.
Pues en este mundo actual en el que vivimos, un mundo de la globalizado, nos podríamos plantear la pregunta; por su dimensión, difusión y repercusión. A la vez que percibimos que, por el contrario, lo que impera es la mentira, la corrupción, el egoísmo, el dios dinero, etc.
Pienso: ¿qué legado queremos dejar a las nuevas generaciones? ¿de desconfianza? ¿de inseguridad y miedo? ¿de sensación de caminar sobre tierras movedizas?
A lo largo de la Historia esta palabra ha tenido peso, diría mucho peso. Desde pequeños te la inculcaban, a pesar de la inofensiva transcendencia de nuestras mentirijillas, o verdades a medias. Y acompañaban esta enseñanza poniendo ejemplos didácticos como el de Pinocho, que hacía que con facilidad te delataras, pues a pesar de ponerte rojo, cuando decías algo que no era cierto, ibas al espejo disimuladamente para ver si te había crecido la nariz.
La mentira nos va minando poco a poco, deforma nuestra conciencia y sensibilidad, y me hace esclavo de mis mentiras, muy sutilmente. creyéndolas y utilizándolas como herramientas de mi vida.
Pero lo más grave es que insensibiliza y paraliza ante obras y actos propios del ser humano, como son: La búsqueda del bien común, el respeto, la fama del prójimo, la buena administración de los bienes públicos, el combatir los verdaderos problemas, ayudar al débil, etc. buscando ante todo el beneficio propio del entorno que lo facilita.
Una vez hecho este inciso, voy a comentar lo que me movió a escribir: unas pinceladas sobre este tema y su transcendencia ética, moral y profesional en el siglo XXI, donde no hay límites ni barreras para la difusión de estas mentiras. En los medios, y por los que tienen casi poder absoluto sobre las masas, sectores de bajo nivel cultural en especial, y a veces de pobreza, sectores más vulnerables, pues no se plantean dudas sobre la credibilidad de quienes las dicen y los medios en los que se propagan.
Hay ocasiones que antes de que salga un Benedicto ya hemos condenado a una persona. Pasa el tiempo, llega el dictamen y es inocente. Quien recupera el daño causado, es casi imposible. Y cual es la conclusión queridos amigos. La mentira vende, la verdad no.
Cuentan, es un clásico, que una mujer fue a confesarse, en especial de que era muy chismosa, y, como se diría ahora, ponía a parir a quien se prestara, divulgando, criticando, aumentando, inventado, según le diera. El sacerdote le puso como penitencia que cuando matara una gallina, la pelara y esparciera las plumas y cuando lo hubiera hecho que volviera. Cumplió y vino a comunicárselo. A lo que este la dijo: Pues ahora vuelve al monte y recógelas todas y me las traes. Pero eso es imposible, el viento las esparció, etc. contesto. Y el confesor le explico —Eso pasa cuando se quita la fama, la honra, el honor, a alguien. Al difundirlo, se expande, y vuela muy rápido, por lo que es tan difícil como imposible restituir-lo.
Como decía antes; no es que yo mienta, sino que millones propagan la mentira. En especial las redes sociales. Sin tener un conocimiento cierto. Sin pensar que es fácil difamar. Y muy difícil recuperar la honra, fama o calumnia.
Incluso en el mundo periodístico es muy difícil ser honrado. Pues lo que cuenta es ser el primero en dar la noticia. Y, además, ahora estas se compran a agencias. La mayoría de las veces no es labor de reporteros en primera línea.
Recuerdo la película Watergate (Hotel Watergate, de ahí el nombre del escándalo). Una trama que se complica por las lógicas precauciones tomadas desde la inteligencia estadounidense para orquestar sus manejos, el secretismo de los implicados e incluso las amenazas contra la integridad de los inquisitivos periodistas y/o sus familias. Intriga, peligro, conspiraciones, corrupción política y por encima de todo la búsqueda de la verdad por parte de los protagonistas y el relato comprometido del propio director y los intérpretes, que sin duda han inspirado a generaciones de periodistas y que seguirán haciéndolo, mientras haya un poderoso dispuesto a quebrantar la ley.
Por último, copio de personajes históricos sobre la verdad
Aristóteles: Platón es mi amigo, pero soy más amigo de la verdad
Aristóteles: Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.
Séneca: No somos nosotros los que creamos la verdad. Es la verdad la que nos posee
Jesús Arellano, No se accede a la verdad sino a través del amor
Pío XII: El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión
John Ruskin: El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior.
Dolent: Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre.
Albert Einstein: La verdad puede ser eclipsada, pero nunca se extingue.
Vaclav Havel: La verdad padece, pero no perece.


                                                                                                                          Lucia Sanz

                                        

Fake News (la pos-verdad)

                                            

Fake News (la pos-verdad)




He procurado seguir el consejo de Jose de acortar el relato o dividirlo, y he mandado dos textos que son una misma realidad.
Hola: confieso que no sabía cómo empezar. Llevo tiempo oyendo con demasiada frecuencia esta palabra. Y quiero reflexionar contigo, pues para bien y para mal, nos ha tocado vivir en la era de la informática, con estos instrumentos maravillosos de la comunicación.
   Un mundo lleno de posibilidades que crecen a un ritmo vertiginoso, el cual no domino demasiado y voy a la cola. Y este ritmo nos lleva en volandas, parémonos a pensar, reflexionar y actuar coherente-mente.
  Fake News (Noticias falsas) Es una palabra, que se acuñó en esta década y estuvo en auge en la última campaña presidencial de EE.UU., terminando por extenderse al mundo entero. Basta con ver los telediarios, tertulias, charlas entre amigos. etc., para descubrir cómo ha penetrado en nuestro lenguaje.
  ¿Pero sabemos o hemos reflexionado sobre su significado? ¿Sabemos cuáles son sus causas y consecuencias?
 - ¿Qué es la posverdad? Un contexto cultural e histórico, en el que la búsqueda de la objetividad y la verdad no son relevantes, a la hora de crear corrientes de opinión pública.
Se buscan argumentos y hacen discursos, cuyas afirmaciones encajan con lo que sienten los que escuchan. En ocasiones emborronando la frontera entre la verdad y la mentira provocando confusión, haciéndolo encajar con nuestros esquemas mentales
Una manipulación de hechos e imágenes sueltos, con los que construyo una realidad creíble. Con fines políticos, con aleccionamientos ideológicos, con campañas de todo tipo. No importando si como consecuencia o directamente, desprestigio a personas o a instituciones, o las desacredito, etc.

    Creo que la mayoría no tenemos una información, digamos seria, sobre muchos temas de los cuales si opinamos a veces con extremada frivolidad.
   También es agobiante el acoso de propaganda, anuncios etc., de páginas que en algún momento has visitado, de productos que en un momento has comprado, etc. Tenemos acceso a una enorme información de todo tipo, accesible cada segundo del día, extremadamente sofisticado, que capta la atención de los internautas, por lo que cuanto más atractiva sea, cuanta más capacidad de entretener y sorprender tenga, más elevado es su influencia en el cerebro de sus usuarios.
  Populismos: Digamos que es otra variante de la pos verdad, lo utilizan muchos políticos en sus discursos y campañas electorales. Pero ya se ha extendido a otros sectores.
Crean y prometen unos programas que se adecuan a lo que la gente quiere oír. Pero con la intención y propósito de no llevarlos a cabo. Es decir, mentir, engañar, traicionar y beneficiarse de esta confianza por egoísmo y beneficio propio.
   Escuché una vez que para comprobar la difusión de una noticia, se inventó un personaje, un caso, y lo colgaron en las redes. No pasó una hora y, como era una noticia sensacionalista, explotó y se expandió por todo el mundo, hasta que, no pudiendo seguir nutriendo esa falsedad, confesaron la realidad. No existía tal hecho. GRAN LECCIÓN.
  Hace poco oí cómo una persona pedía al periódico "El País" que retirase una foto que no coincidía con un hecho, por lo que estaba calumniando a personas inocentes, creando (lo que buscaba) duda, rechazo y sospecha sobre unas personas íntegras y comprometidas con la sociedad. Este periódico no ha rectificado públicamente.
   Me preocupa, en general, la falta de ética en todos los sectores de la información. Pues si no hay un "me importas" en cualquiera de nuestros actos, entonces todo vale. Eso sí, muy bien manufacturado y vendido.
  Yo creo en las personas, creo que no podemos dejar de confiar unos en otros. Y pienso que los que nos mienten nos consideran tontos, cuando lo que les demostramos es desconfianza en sus palabras.
 

                                                                                    Lucía. S

lunes, 29 de abril de 2019

Me presento: "Escalando horizontes"





Me permito, hacer una pequeña presentación, ahora que tengo una columna propia, dentro de la revista. Serán muchos los que se animen, pues ya lo hemos hecho tres colaboradores.

No es por méritos, al menos en mi caso. Para mí es más sencillo clasificar lo que escribo en una misma etiqueta, pues a veces no sé cual de ellas escoger, ya que tienen contenido muy variado.

Cuando comencé a participar en la revista, mi planteamiento era aprender de los demás, leer lo que escribían los demás, pero en mi interior me decía que yo nunca lograría escribir algo que pudiera ser publicado, o enlazar unas líneas sostenibles. Tenia miedo escénico, pero hice mi primer intento y me acogisteis. Es más, me animasteis y me sentí a gusto. Luego continué escribiendo, y comprobé, que si nos paramos un poco, todos tenemos un mundo interior riquísimo. La vida misma, junto con campos o tendencias más afines, y cosas que podemos compartir con los demás. Otras surgen, o nos lo sugiere algún libro, etc.

“Escalando horizontes” Yo os diría que podría titularse "contra corriente" o "pensando en positivo". Pues escribo sobre temas actuales, pero desde mi corazón, no desde las campañas (ideológicas, o de negocios disfrazados de campañas) poniéndome siempre en el lugar "del mas débil”. La tendencia a interiorizar las cosas y en cierto sentido, mi olfato crítico, me lleva a ser muy humana y defender todo lo que puede pretender directa o indirectamente, poner a la persona en una situación vulnerable e indefensa.

Me gusta la antropología, selecciono las fuentes que me llegan más, porque van al fondo del corazón del hombre y conecto con ellas, y de esas fuentes bebo y sacio la sed del conocimiento sobre la persona y todos los aspectos que atañen a su modo de actuar y sus sentimientos más profundos. No tengo temas preferidos, pero sí el modo de enfocar.

No siempre lo puedo hacer, pero lo intento. Dedicar unos días al año, en algún curso intensivo de esta materia, sea asistencial, conferencias, a distancia. No puedo decir, ni mucho menos, que sea experta, pero sí puedo decir que, en la medida de mis posibilidades, procuro enfocar los temas desde el punto ético y moral de expertos. Y lo que escribo es resultado de este estudio y mis convicciones.

No me siento ligada a ningún compromiso mas que el de responder a mi forma de ser ni siquiera a la difusión de mis escritos, ya que el alcance de la revista, es en el entorno del CEPA Pablo Guzmán, y solo algunos lo leerán. No tengo ningún afán personal, por el contrario, quizás es resaltar la otra cara de la información que no está de moda. Quiero y busco ser coherente, que mi modo de pensar y escribir corresponda a mi modo de vivir. Hay un dicho que oí a mis padres que resume mi espíritu: "haz el bien sin mirar a quien".

Lucía Sanz

martes, 9 de abril de 2019

Ordesa (critica literaria)

                       ORDESA


   Tengo que confesar que el libro de primeras no atrajo mi interés, Desde las primeras 50 páginas, me hice cargo de su  hilo conductor. ¿Por tanta divagación, rodeo, vueltas y revueltas, para decir una misma cosa, o para expresar algo que desde el principio el lector intuye?. Se me ha hecho largo, muchas  páginas, para corroborar lo anterior.
  Yo diría que es: Una autobiografía,  transformada en narrativa. En otros momentos la percibo como una prosa formularia; de pensamientos, conclusiones, pero como frases  hechas, que encajan, a veces con poca coherencia. Y en ocasiones molestas, pues hace afirmaciones categóricas de algo, con una visión muy subjetiva  y que pasadas unas cuantas páginas confirma lo contrario.
  Se que las grandes editoriales, se lo pueden permitir. Incluso llegar al super ventas.
Es una historia, la de su vida: Común en  muchas circunstancias parecidas, a la de bastantes  de los que estamos en las tertulias. Pues hemos vivido los 70, 80,90…hasta ahora. Pero diferente en otros aspectos fundamentales.
Al continuar leyendo comprendo, el  por qué de esta divagación, especialmente la primera parte.”


"Cuando se murieron mis padres, tenía dos opciones: Ir al psiquiatra o escribir el libro. Escribí el libro que me sala" mas barato"

  Es como si el autor fuera desnudándose poco a poco ante los lectores de su mundo interior, que lo asfixia, que lo ahoga y quiere desprenderse de él, a jirones si es preciso. Aunque con ellos arranque partes sangrantes de su alma junto con heridas nunca cicatrizadas.
  En la vida todos, necesitamos un desaguadero, vaciar nuestro interior, limpiarlo, para dar cabida a otras muchas cosas buenas, que están ahí, pero no las vemos y no caben, si no logramos limpiar lo que nos corroe por dentro, y hacerlas un hueco.
 Creo que este libro, es eso: Una confesión, un desahogo, sacar fuera una vida; Llena de añoranzas, remordimientos, recuerdos, omisiones, pero en especial: Mucho, mucho remordimiento. Un raudal de lágrimas, que  quedaron congeladas en su interior. “Solo los animales no pueden llorar”,  aunque tienen otras formas de manifestar este duelo.
 Una vida sin raíces, la suya, la de sus progenitores, de sus abuelos no recuerda  el nombre, simplemente sus padres no le hablaron, quizás tampoco puso interés en ello
  Me da la sensación, de que vive en una angustia vital; todos pasamos  adversidades, y aunque no escribamos un libro, hemos pasado por duelos de personas muy queridas.  
      Hay momentos que me da la impresión, que necesita culpar a todo y todos. ¿Cree que de este modo encontrará su paz interior? Desde mi punto de vista, no señor Vila.
EL libro me insinúa que ha vivido, durante demasiado tiempo el  síndrome de Peter pan, sin llegar a madurar mientras ellos vivían.
 Demasiadas quejas y auto-compasión. Comprendo, el remordimiento de conciencia, quizás demasiado tiempo en su mundo, mientras ellos estaban. Escusándose, siendo la única víctima. ! Y ahora qué¡, no están y todo son recuerdos, o todo le recuerda a sus seres queridos pero ignorados

Todo lo que hiciste para mí es ya sagrado. Todo cuanto te vi hacer para mí es la sangre misma de la vida. Todo lo recuerdo.”

  Pasa el tiempo y ve en en sus hijos, reacciones de las que él fue sujeto. Recuerdos: besos y achuchones que no dio a su madre y ella le reprochaba: Lo que haces, harán tus hijos contigo. Cuando ella le llamaba por teléfono y no quería hablar, ahora es él quien quiere y ella ya no está. Remordimiento de no  acompañar en la soledad y sufrimiento y adversidad etc.
 Quizás este reproche o similar que tienes, podemos hacérnoslos todos. Y es un guiño y lección que nos quieres transmitir. “No dejar pasar, ocasiones de derrochar cariño”
 Podría ser una llamada, al cambio de actitud. A agradecer lo que la vida nos da, seguro que tenemos más motivos de los que creemos. Mirar al cielo, todos los días sale el sol para mí, mirar  a su alrededor y si no estamos ciegos, descubrimos a muchísima gente que tiene motivos para estar destrozada, que no tienen nada, nada.
  Proyectar nuestra vida, y reparar los errores, mirar adelante siempre.
   Cambiaría  su forma de describir, muy subjetiva en tantas cosas y aspectos que nos atañen a todos. Uno de ellos el amor a su país del que tan orgullosos estamos otros. No tirar  piedras sobre nuestro propio tejado.
Habla con extremada ligereza, incluso desprecio,  afirma sin escrúpulos muchas cosas, que a renglón seguido vuelve a negar.
 Por último quiero  agradecerte; ciertas afirmaciones que nos llevan, a plantearnos una reflexión personal, frases que llegan muy profundo, y ayudan a comportamientos positivos.
Después del desahogo hay afirmaciones que me gustaron, no son textuales, pero el contexto.
  • La propensión a hermanarse con el pesimismo
  • Desde que no bebo todo el mundo me parece mejor
  • La actitud de poner nombres de músicos y compositores a sus seres queridos, para que su recuerdo sea música
  • Me atrae también, la creación de el personaje del maquinista.
  • Recuerdos de su madre, en faenas cotidianas, cuando a él le toca hacer las faenas de la casa.


CONCLUYO: TENEMOS QUE APRENDER: QUE AL FINAL DE NUESTRA VIDA, EN LA MEDIDA QUE VAMOS CUMPLIENDO AÑOS, NOS DAMOS CUENTA; QUE LAS ÚNICAS COSAS QUE VALIERON LA PENA SON: MI FAMILIA, MI FE Y UN GRUPO MUY SELECTO DE AMIGOS  Y LAS EXPERIENCIAS QUE ME DIERON CRECIMIENTO PERSONAL

Lucía. S


                        



domingo, 24 de marzo de 2019

Con el poder del amor (IV) Maternidad


En este escalón de la vida. En el que la palabra ser madre casi no se quiere pronunciar. Al menos pronunciar con orgullo. Me han venido a la mente y el corazón, recuerdos, quizás añoranzas de la mia. Es posible que a todos no les suceda lo mismo. Se que han cambiado las cosas, las circunstancias que nos rodean. Pero no el papel insustituible de ésta.

Quiero componer un canto a la maternidad, y a esas madres buenas y generosas que pasaron y pasan ocultas, a las que tanto debemos. No eran ignorantes ni cortas de miras. Pero, y eso te lo confirmo, eran valientes y tenían un coraje de heroínas. No se les ponía nada por delante y la mayoría de ellas eran polifacéticas. Puedo hablar de la mía: Era matrona, enfermera, modista, profesora, peluquera, cocinaba de chuparte los dedos. Era limpia, ordenada, era economista, pues con muy poco dinero hacia auténticos milagros; era empresaria, cuentacuentos, etc., era todo.

Si alguien se atreve a debatirme que no eran nadie, que tan sólo eran, amas de casa, esposas y madres, me gustaría tener un cara a cara para comparar quién es más completa. No tuvieron másteres, quizás no estudiaron cursos superiores, pero se han abierto camino en la universidad de la vida, cursando todas las ciencias.

Como decía, ha cambiado muy deprisa la vida, ¿para mejor?, ¿para peor? No. Es lo que toca, Pero, con mucho respeto y veneración, por las que eligieron y eligen esta misión. No como esclavas, sino muy libres. ¿Con complejo de inferioridad? Te puedo asegurar que no. Pues eran los cimientos del hogar, los niños no poseíamos gran cosa, pero eramos muy felices, no teníamos el estrés y la inseguridad que tienen muchos niños de ahora. Lo tienen todo, pero pasan 12 horas fuera de casa, en muchas actividades y muy poco tiempo con su familia, llegan agotados todos a la tarde noche a la casa y toca; ducha, cena, cama. No hay tiempo, no hay espacios familiares para expandirse, contar, preguntar, compartir, etc. Incluso en estos cortos espacios, asume el protagonismo, la omnipresencia de la televisión, móviles, play. etc

Después de este preámbulo, quiero agradecer, dar luz a tantas madres. Que lucen a la sombra de sus maridos, hijos, nietos etc. Y logran mantener, como una piña, a la familia unida.

Yo voy cumpliendo años y casi me acerco a los que tenía mi madre cuando partió al cielo, me doy cuenta que desde aquí, se sigue sintiendo la lozanía que regala la existencia y que aún queda mucho por hacer, muchas cosas por las que asombrarse y compartir, deseos y proyectos que alcanzar, en definitiva, ganas de vivir, reír, anhelar y esperar.

Que poco cálculo tienen los jóvenes y, menos aún, los niños de lo que realmente hace el paso del tiempo en las personas. Parece que los que nos rodean siempre han estado ahí y que siempre seguirán, aguardando y ayudando.

La fuerza de la inexperiencia, cuando somos jóvenes y tenemos todo un porvenir por delante, nos hace correr mirando siempre al frente, con la aspiración de conquistar metas en el estudio, en el deporte, en los bocetos de futuro que toda juventud se fragua. Al mismo tiempo que el almanaque sigue adelante consumiendo con ritmo acompasado días, semanas, meses, años, que, en un suspiro, se van.

Aunque un hijo siempre será un niño para su madre, el poso que van dejando los intrincados caminos de la vida, nos hacen más reflexivos, más serenos y ponderados. Maduran el cuerpo y el espíritu. Surgen nuevos proyectos, nuevas etapas que toca asumir, a veces con sorpresas, como un regalo, otras con desganas, pero en todos los casos como una obligación que no se puede eludir. Se despierta el deseo, convertido en añoranza, de tener cerca el abrigo del corazón materno. Ese corazón, que llenaba de grandeza lo más pequeño e inapreciable, siempre dispuesto, alegre y amable… ¡Quién mejor que ella para poder compartir vivencias, reveses, sinsabores y escuchar nuestras experiencias!

Mientras el sol de la vida avanza superando algo más del medio día, fue: Cuando supe quien eras. Lo que realmente significabas, el lugar que en la vida te tocó ocupar. Cuando supe quién eras pude explorar la eternidad, buscando entre los recuerdos la piedra preciosa que tantas veces, en el espejo de tus ojos, vi brillar. Tu incesante actividad y tu firme voluntad. Fueron la fuerza impulsora para conquistar nuestro futuro. Y siempre un refugio de paz, un faro de luz. Esperanza hecha sonrisa.

En el cielo, las madres, deben tener una tribuna muy especial. "Singularísimas cooperadoras de Dios en la transmisión de la vida humana" anidaron en sus entrañas un nuevo ser. Portadoras de amor y de vida. Confirmado queda, por muchos testimonios, el vínculo de unión que alimenta el corazón del hijo sin que lo impidan la distancia o el tiempo. ¡No sé dónde estará el quid, la esencia o la razón de este incomprensible misterio! Algo divino lo envuelve. El papel irreemplazable y necesario de una madre, su valor no tiene medida que lo encuadre

El día que supe quien eras un clandestino dolor quiso hacer presa en mi alma. Ella, que educó mi corazón a la luz de la fe, con la naturalidad de una fuente constante de agua mansa y serena, también dejó señalado el camino por donde dirigir mis pasos vacilantes o dudosos, cuando, inevitablemente apareciesen el dolor, las penas o sinsabores: La columna invisible de valores que sembraste en mi, discretamente arraigada, hecha vida con espontaneidad y cuajada en sencillas obras. 

Muchos acontecimientos se celebran frecuentemente en el mundo, pero “El día de la madre” es el que más se merece una celebración; un homenaje al amor más tierno, más desinteresado y más hermoso que pueda existir.

“Los grandes hombres se forman en las rodillas de sus madres”; todo hombre, por tanto, tiene necesidad de una madre. A esta ley humana no escapa la vida. Incluso Jesús quiso tener una Madre en la tierra que también lo es de toda la Humanidad.

El día que supe quien eras, también comprendí, que nunca quedaría huérfana, pues de ti aprendí a querer, con particular afecto y devoción a la Virgen bajo cuyo manto me cobijo

Ojalá que todas las mujeres se sientan orgullosas, felices de su maternidad, pues eso es lo más grande que han recibido. Que se sientan felices con sus hijos, orgullosas de sus hijos, realizadas en ellos, en su misión de madres por encima de cualquier cosa en su vida.

Otras tareas, profesión u oficios pueden añadir algo a su persona, pero ninguna como la gloria y la alegría de ser madres y sentirse llamadas mamá.

Lucia Sanz

domingo, 17 de febrero de 2019

Microrrelatos

                                                              UNO + UNO + UNO 



      Un día que estaba de vacaciones en tierras del Cantábrico caminando por la playa, reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez. Al principio, pensé en un deporte como otro cualquiera de flexiones. Me aproximé y observé que lo que agarraba eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar. Le pregunté por qué lo hacía, y me respondió: "Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano, para que tengan una nueva oportunidad”. 
      Yo no entiendo de mar, pues soy de tierra adentro, y él lo percibió en mi rostro y continuó: Como ves, la marea está baja y estas estrellas han quedado en la orilla. Si no las devuelvo, morirán aquí por falta de oxígeno. "Entiendo” -le dije-, pero debe de haber miles de estrellas de mar sobre la playa, no puede lanzarlas todas. Son demasiadas, teniendo en cuenta que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. Y veo que le exige demasiado esfuerzo, pues los años no perdonan y tiene poco sentido con su edad este sacrificio. “No tiene sentido”. El hombre me sonrió, ¿no tiene sentido? Se inclinó y tomó otra estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: ¡esta sí lo tuvo!"
      Esta lección es aplicable en nuestra vida, para cada uno, ¡en tantas acciones! 
No puedo cambiar el mundo pero sí a mí mismo y mi entorno. No puedo salvar el mundo de tanto residuo tóxico indestructible, pero puedo reducir el mal uso o abuso de algunos materiales, y depositarlos en sus contenedores y clasificarlos bien para el reciclaje correspondiente. No puedo evitar la guerra, pero sí puedo ser un remanso de paz en el entorno en el que me muevo. Y así con cada acto de mi día. 
Uno + Uno + Uno



                                                       GESTIONANDO LOS PROBLEMAS 




El panadero me contrató para ayudarle a reparar su viejo horno. Acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su taladrador eléctricse dañó y le hizo perder una hora de trabajo, y ahora el antiguo camión se negaba a arrancar. Me ofrecí a acercarle a su casa. Mientras le llevaba, estaba sentado en silencio, cansado, contrariado pero sereno. 
Cuando llegamos a su casa, me invitó a conocer a su familia, y mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol que tenía en el jardincillo, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. 
Al abrirse la puerta, el rostro de aquel hombre se transformó, sonrió, abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Luego me acompañó de vuelta hasta el coche. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté, señalando al arbusto, qué había hecho un rato antes. Se hizo el despistado, pero mi pregunta esperaba tras mi mirada. "Oh, ese es mi árbol de los problemas", contestó. "Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, y a lo largo de la jornada. Pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego, a la mañana siguiente, los recojo otra vez. ¿Y sabes...? Lo bueno es -concluyó sonriendo- que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior".
Ese día aprendí una lección magistral que trato de practicar todos los días. No niego la realidad cuando hablcon mi esposapero ya no la presento como problema, para no añadir un peso más, y así también  hacerme más cargo de los suyos. 


EL MEJOR REGALO 


Con frecuencia nuestros hijos nos dan lecciones que nos hacen reflexionar.
Hace un tiempo, un amigo mío me contaba arrepentido y emocionado una pequeña  anécdota. Un día regañó a su hija de tres años por gastar un rollo de papel de envolver regalos.  No andaba muy sobrado de dinero y lo tenía reservado para un compromiso. Por eso se enfureció cuando la niña trató de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.   
pesar de la regañina, la pequeña llevó este regalo a su padre a la mañana siguiente. Acercándoselo hasta su cama, diciendo: "Esto es para ti, papá". Me contó que él estaba turbado por su excesiva reacción del día anterior, pero se molestó de nuevo cuando vio que la caja estaba vacía. Le dijo "¿No sabes que cuando le das a alguien un regalo se supone que debe haber algo dentro?" 
La pequeña lo miró con lágrimas en los ojos y dijo: "Pero, papá. No está vacía. He puesto muchos besos en la cajala he llenado y todos son para ti, papá". 
El padre se quedó hecho polvo. Rodeó con sus brazos a la pequeña y le pidió que le perdonara. Este amigo me decía que conservó esa caja visiblemente muy mal forrada, sin ningún valor material, junto a su cama, durante años. 
siempre que estaba descorazonado, triste, preocupado…, sacaba un beso imaginario y recordaba con cuánto amor lo había puesto allí  su pequeña. 
Realmente, a todos los padres se nos ha dado una caja de regalo llena de amor incondicional y besos de nuestros hijos. Es la posesión más preciosa que se puede tener.

Lucía Sanz