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martes, 26 de enero de 2021

El hereje


El libro El Hereje fue descrito por su autor, Miguel Delibes, como su mejor novela. Está ambientada en el siglo XVI, reinando Felipe II “el Prudente”. En su reinado estuvo presente el Santo Oficio, más conocido como la Inquisición. En esta novela, el autor, a través de sus continuos viajes, nos dibujará maravillosamente su provincia, Valladolid.

Nos muestra a un niño, Cipriano Salcedo, muy poco lustroso pero muy fuerte. Le marcará la vida su padre, D. Bernardo Salcedo, un terrateniente que le hace responsable de la muerte de su madre, Doña Catalina, al dar a luz, y que no le quiere, como le demostrará continuamente durante su vida. El niño solo tiene el consuelo de su tío, D. Ignacio Salcedo, y de Minervina, una joven que, al haber perdido a su propio hijo al nacer, es contratada por D. Bernardo para amamantar al bebé. Minervina le ofrecerá todo el cariño desinteresado que su padre le niega. Pasada la primera etapa, tanto interés tiene el padre por desprenderse del niño, que le envía para instruirse en su primera etapa escolar al Colegio Hospital de los Niños Expósitos.

Su tío Ignacio tiene un cargo muy importante: es oidor de la Real Chancillería y también forma parte de la comisión que mantiene con fondos el colegio de los religiosos. Toda la nobleza está pendiente de la corte, situada entonces en Valladolid.

Todos los niños del Colegio Hospital de los Niños Expósitos tienen un mote. Los niños conocen a Cipriano por “Mediarroba”. La experiencia tan dura a la que somete D. Bernardo a su hijo le hará más fuerte a lo largo de su vida, sobre todo cuando a su mayoría de edad tenga que hacerse cargo de la hacienda familiar. Su tío Ignacio, a espaldas de su propio padre, le protege, y le sugiere que, pensando en su porvenir, llegado el día y atendiendo a sus notas tan brillantes, se doctore en Leyes. Cipriano acepta de buen grado.

El padre de Cipriano fallece muy joven y su tío le propone adoptarlo, pero el desapego de Cipriano tras su triste experiencia filial no le permite aceptar, aunque no rechaza que su tío se convierta en su tutor. A partir de ese momento tendrán una excelente relación, y el sobrino no dará ningún paso en su vida sin consultarle (a excepción de la política, donde actúa libremente).

Doctor en Leyes a su mayoría de edad, Cipriano es muy respetado por el puesto que ocupa su tío, el oidor de la Chancillería. Cipriano se hace cargo de la hacienda familiar, se convierte en un experto y muy valioso comerciante, un emprendedor que engrandece su fortuna familiar y que es muy respetado en la provincia. Logra cumplir por sus propios méritos, y por medio de dádivas (gracias a las buenas relaciones que tiene su tío Ignacio), un deseo interno, al conseguir el título de Conde de Salcedo.

Por sus negocios, viaja continuamente por la provincia de Valladolid, y en uno de sus viajes conoce a un cura llamado Pedro Cazalla. Este encuentro será providencial, cambiará sus creencias religiosas y le creará un gran conflicto espiritual, al plantearle el párroco la inexistencia del purgatorio. Le informa de que se ha iniciado una nueva doctrina, la Reforma luterana, y que esta sí acepta la no existencia del purgatorio. Cipriano no da crédito, pero recuerda que un compañero del Colegio de los Niños Expósitos hace muchos años también lo afirmó, aunque entonces no le concedió crédito alguno. También le informa el sacerdote de otra corriente: un teólogo y escritor llamado Erasmo rivaliza con la corriente luterana y mantiene que la Iglesia tiene que ser reformada. Cipriano sufre un gran conflicto espiritual, tan importante que altera su pensamiento, tardando en conseguir modificar sus pensamientos y resolver sus creencias religiosas.

Así es como Pedro Cazalla le introduce desde muy joven en la política. Le informa de que existen unas reuniones clandestinas y le propone integrarse, pero tiene que seguir unas medidas muy cautelosas y discretas; no le niega que están perseguidos por la Santa Inquisición. Cipriano acude periódicamente a estas reuniones, donde conocerá a una serie de personajes muy importantes, pertenecientes a la clase alta de la sociedad vallisoletana. En su momento se siente muy orgulloso de pertenecer a este grupo de personas, y allí conoce a:

Doña Leonor de Vivero, que es toda una institución y la encargada de leer a todos los asistentes los salmos, así como diversos capítulos del libro “Diálogo de las cosas acontecidas en Roma” (de Alfonso de Valdés), además de toda la información de la que dispone. Es una auténtica matriarca, y a las reuniones no faltan sus hijos: el Doctor Agustín Cazalla –conocido como el Doctor–, que se sitúa siempre a la derecha de su madre, D. Pedro Cazalla, Doña Beatriz Cazalla y D. Juan Cazalla. También son asiduos Doña Juana Silva, nuera de Doña Leonor; D. Juan García, el joyero; D. Carlos de Seso, el criado Juan Sánchez, el bachiller Herrezuelo y Doña Ana Enríquez, hija de los marqueses de Alcañices, entre otros. Todos ellos son partidarios de la Reforma luterana, y Cipriano se siente afortunado y abraza esa corriente, tan perseguida por los radicales que forman parte de la Santa Inquisición. Se comenta en estas reuniones que el propio rey de España ve con simpatía el movimiento reformista, pero que los compromisos de la corte no le permitían exteriorizarlo. Entre Doña Leonor de Vivero y Cipriano se establece una muy buena relación.

Una vez introducido en las reuniones clandestinas, le proponen a Cipriano que se traslade a Alemania para recabar información sobre la reforma luterana, pues, como comerciante, y debido a sus continuos viajes, pasará desapercibido. Le solicitan que se traiga con él una serie de libros que aquí están totalmente perseguidos, todo ello con las máximas medidas de precaución. Obedece, naturalmente. A estas alturas Cipriano no sabe que todos, incluido él, están ya siendo vigilados muy estrechamente.

A la muerte de Doña Leonor de Vivero, aparecen después del entierro unas pintadas en las paredes pidiendo la hoguera para ella. A partir de ese momento se desencadenan las detenciones, van arrestando a todos ellos. A Cipriano le detienen intentando pasar la frontera a Francia, por el mismo camino que recorrió cuando se desplazó a Alemania. Este es el principio del gran drama.

Al final de la novela, se muestra la decepción que siente Cipriano cuando, ya arrestados por la radical Orden de la Santa Inquisición y ante el fatal pronóstico al que se ven sometidos, encerrados en las mazmorras todos y cada uno de los integrantes de la llamada Reforma, tan perseguida, comprueba cómo los presos se desdicen con el afán de salvarse. El propio rey Felipe II dicta un auto para que no se tenga clemencia con ninguno de ellos y se les proporcione un escarmiento general, para disfrute del pueblo, que culmine con verlos a todos prendidos en la hoguera. Solo tienen clemencia con Doña Ana Enríquez, aunque la castigan debidamente.

Su tío Ignacio, a pesar del cargo que ostenta, tampoco consigue salvar a Cipriano, pero este no le recrimina nada. Le comenta a su tío, cuando ya en mazmorras acude a visitarle, que entiende que solo Dios puede juzgarle. Lo único que consigue Ignacio es que en el último momento, cuando Cipriano ya en la carreta va camino de la hoguera, vaya guiado por su fiel y querida Minervina.

Amelia G. Luengo


Amelia Glez. Luengo

martes, 4 de febrero de 2020

Marianela. Tertulia literaria.

PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA EN EL CEPA PABLO GUZMÁN:
MARIANELA
(de Benito Pérez Galdós)

MARTES 31 DE MARZO
A LAS 20:00
Te esperamos

domingo, 17 de noviembre de 2019

Reencuentro, de Fred Uhlman, en la Tertulia Literaria


Fred Uhlman. Reencuentro.
Tertulia el día 13 de diciembre a las 12.30.

Dos jóvenes de dieciséis años son compañeros de clase en la misma selecta escuela de enseñanza media. Hans es judío y Konradin, un rico aristócrata miembro de una de las más antiguas familias de Europa. Entre los dos surge una intensa amistad y se vuelven inseparables. Un año después, todo habrá terminado entre ellos. Estamos en la Alemania de 1933, y, tras el ascenso de Hitler al poder, Konradin entra a formar parte de la fuerzas armadas nazis mientras Hans parte hacia el exilio. Tan sólo muchos años después, instalado ya en Estados Unidos, donde intenta olvidar el siniestro episodio que los separó amargamente, y en principio para siempre, «reencuentra» Hans, en cierto modo, al amigo perdido. Esta pequeña obra maestra resurge hoy con la misma capacidad de conmover que cuando se publicó por primera vez en 1960. Su repentino e inesperado enorme éxito le ha merecido ser finalmente traducido y leído en el mundo entero.


Papel en blanco. Se adentra en el dolor del exilio, de esas personas que ven como, poco a poco, sus vecinos, sus compañeros de trabajo, sus amigos, se vuelven contra ellos como una marea imparable. Que ven en ellos diferencias insalvables casi de la noche a la mañana y no pueden hacer nada para evitarlo o convencerles de lo contrario.
La tertulia literaria punto com. El autor no se oculta e, igual de descarnadamente que nos hablaba de su amor por su amigo, nos muestra cómo va leyendo los nombres de los compañeros de escuela fallecidos que le despreciaron o atormentaron, sin ocultar su resentimiento hacia los mismos. Es entonces cuando la novela asesta un giro final a los acontecimientos, el círculo se cierra de manera brusca y sorprendente y, leyendo al fin el protagonista en la carta el destino final de su amigo perdido, le recupera, dando sentido al conjunto de “Reencuentro”.
Vagando por Urano. El gran acierto del libro estriba en la sencillez con que nos explica, en una novela iniciática, el ascenso del nazismo en un período muy corto de tiempo, teniendo como una de sus consecuencias el crecimiento a pasos agigantados del antisemitismo, incluso en escuelas de la alta burguesía.

lunes, 5 de agosto de 2019

El Nobel de Galdós


A comienzos de siglo el nombre de Galdós se coló seguidas veces en el listado de la Academia Sueca, como apuntó el experto galdosiano Pedro Ortiz-Armengol, autor de la premiada biografía Vida de Galdós.

Dado que Galdós fue miembro de la Real Academia Española, él mismo recibía las circulares del comité del Nobel, que invitaba a los académicos a proponer candidatos. Y muchos presentaron el nombre de Galdós, quien se sumó a los 31 aspirantes al premio en 1912. También contó con el apoyo de medio millar de miembros del Ateneo de Madrid, que promovieron una campaña a favor de Galdós, capitaneada por el escritor Ramón Pérez de Ayala. Éste invocó a su favor su «fertilidad creadora, emoción misericordiosa, humanidad y universalidad».

Sin embargo, fue el alemán Gerhart Hauptmann quien se hizo con el Nobel en 1912. Al año siguiente, fue el bengalí Rabindranath Tagore quien derrotó a Galdós y Guimerá en 1913. En 1914, la Academia suspendió los premios con motivo de la Primera Guerra Mundial. Al reanudarlo en 1915, Galdós volvía a engrosar la nómina de candidatos junto a otros 10. Pero entonces, la Academia puso en conocimiento del comité del premio la recepción de muchos telegramas de protesta en 1913 en contra de la elección de Galdós. Uno de los principios de la institución es alejar cuestiones de índole política en sus valoraciones y estas cartas disparaban contra el escritor por su ideología liberal y anticlerical.

En 1915 fue el primerizo escritor francés Romain Rolland, un hombre consternado por la violencia de la guerra, quien se hizo con el Nobel.

Ese año, Galdós se sometió a la primera de varias operaciones de sus ojos. Para 1917, ya veía sombras y recitaba sus misivas a un amanuense. Renunció al Nobel para siempre. Dos años después de su muerte, en 1922, el madrileño Jacinto Benavente se alzaba con el premio.

lunes, 15 de julio de 2019

Fortunata y Jacinta. Tertulia literaria





Fortunata y Jacinta es una novela del escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1887, dentro del ciclo de las Novelas españolas contemporáneas. Según la opinión mayoritaria de la crítica literaria, se trata de la mejor novela de su autor, y junto a La Regenta de Leopoldo Alas,​ una de las más populares y representativas del realismo literario español y de la novela española del siglo XIX.​ Situada en el Madrid de la segunda mitad de dicho siglo, relata las vidas cruzadas de dos mujeres de distinta extracción social unidas por un destino trágico.​

Además de muy diversas versiones teatrales, la novela fue llevada al cine por Angelino Fons en 1970, con una premiada interpretación de Emma Penella, como Fortunata. Diez años después, Televisión Española realizó y emitió una adaptación de la novela a la pequeña pantalla a cargo del director Mario Camus, con Ana Belén y Maribel Martín en los papeles principales.


La novela

Los críticos coinciden en reconocer que Galdós escribió Fortunata y Jacinta "en la cima de su poder creador", y el propio autor parecía consciente de ello. De ahí que, a pesar de ser un escritor de 'incontenible fertilidad', en esta ocasión emplease año y medio en concluir el manuscrito de la novela. No se sabe si en ese inusitado tesón por crear la obra perfecta pudo influir la reciente publicación de La Regenta, obra máxima de «Clarín», su colega, amigo y par.

Galdós inicia la redacción de la novela al regresar del viaje a Portugal que al final de la primavera de 1885 ha realizado con el escritor José María Pereda y un amigo suyo. Invierte en concluir la Primera Parte casi ocho meses —junio de 1885 a enero de 1886—, dejando un manuscrito plagado de modificaciones (que con el resto de la novela ha dado lugar a las dos versiones de Fortunata y Jacinta, conocidas entre los investigadores como “la versión alfa y la versión beta”). Tras otros cuatro meses de intensa dedicación remata la Segunda Parte, firmada en mayo de 1886; y tras un breve respiro estival acomete la Tercera Parte —la más corta de las cuatro— que cierra siete meses más tarde, en diciembre de aquel año. La Cuarta Parte, la última y más larga, la escribe Galdós en seis meses, de enero a junio de 1887.


Marco y personajes

Más de un centenar de personajes secundarios con un perfil psicológico bien dibujado, dentro de un conjunto coral que se acerca al millar de tipos, forman 'la comedia humana' que Galdós, como Balzac y Dickens habían hecho años antes, hará girar en torno a un gran tiovivo alimentado por las emociones y los actos de los dos personajes protagonistas que “se odian y se aman al mismo tiempo”, ​ Fortunata, la mujer del pueblo, instintiva y víctima de su propia fortaleza, y Jacinta, la hembra estéril, sensible hasta la obsesión y finalmente salvada por su instinto maternal frente al acoso de su propia clase.

Los estudios críticos y las versiones visualizadas (en cine y televisión) han profundizado y mostrado un buen boceto de la psicología de los grandes personajes protagonistas o conductores de la trama de esta novela. El magno escenario aludido, con millares de comparsas y escenarios modelados e iluminados por los sentimientos de Fortunata y Jacinta solo puede percibirse recorriendo línea a línea las cuatro partes de la novela, en un gran retablo en el que conviven “al lado de la vida la muerte”.



Descripciones de personajes del propio Galdós


Fortunata, "una mujer bonita, joven, alta...", hace así su aparición en la novela, mostrándose ante Juanito Santa Cruz —alias el Delfín— con una metáfora de corral y gallinero:

La moza tenía pañuelo azul claro por la cabeza y un mantón sobre los hombros, y en el momento de ver al Delfín, se infló con él, quiero decir, que hizo ese característico arqueo de brazos y alzamiento de hombros con que las madrileñas del pueblo se agasajan dentro del mantón, movimiento que les da cierta semejanza con una gallina que esponja su plumaje y se ahueca para volver luego a su volumen natural.
Muchos autores (críticos, eruditos galdosistas e hispanistas) aceptan el protagonismo y singularidad de Fortunata en el contexto general de la historia, como portavoz naturalizado del pensamiento de Galdós. ​ Una mujer —lo que en la obra galdosiana ya es en sí mismo una categoría— que forma parte de ese "pueblo" que "posee las verdades grandes y en bloque", que sobrevive, miserable y castizo, en el "Cuarto Estado" de la capital de España, y que constituye "lo esencial de la Humanidad, la materia prima".​

Jacinta es presentada en el capítulo IV de la Primera Parte. El escritor la esboza en dos tiempos: "Jacinta era una chica de prendas excelentes, modestita, delicada, cariñosa y además muy bonita. Sus lindos ojos estaban ya declarando la sazón de su alma o el punto en que tocan a enamorarse y enamorar." Tras la caricatura, el retrato:

Jacinta era de estatura mediana, con más gracia que belleza, lo que se llama en lenguaje corriente una mujer mona. Su tez finísima y sus ojos que despedían alegría y sentimiento componían un rostro sumamente agradable. Y hablando, sus atractivos eran mayores que cuando estaba callada, a causa de la movilidad de su rostro y de la expresión variadísima que sabía poner en él. (...) Sabía triunfar del amaneramiento con el arte, y cualquier perifollo anunciaba en ella una mujer que, si lo quería, estaba llamada a ser elegantísima. (...) Por su talle delicado y su figura y cara porcelanescas, revelaba ser una de esas hermosuras a quienes la Naturaleza concede poco tiempo de esplendor, y que se ajan pronto, en cuanto les toca la primera pena de la vida o la maternidad.
Juanito Santa Cruz, es presentado en el primer capítulo con generosidad, como hijo único, mimado por sus padres, "muy bien parecido y además muy simpático, (...) vestía con elegancia y tenía tan buena educación, que se le perdonaba fácilmente el hablar demasiado." Galdós, en su genialidad natural, remata el retrato con esta reflexión:

Juanito acabó por declararse a sí mismo que más sabe el que vive sin querer saber que el que quiere saber sin vivir, o sea aprendiendo en los libros y en las aulas. Vivir es relacionarse, gozar y padecer, desear, aborrecer y amar. La lectura es vida artificial y prestada, el usufructo, mediante una función cerebral, de las ideas y sensaciones ajenas, la adquisición de los tesoros de la verdad humana por compra o por estafa, no por el trabajo. No paraban aquí las filosofías de Juanito, y hacía una comparación que no carece de exactitud. Decía que entre estas dos maneras de vivir, observaba él la diferencia que hay entre comerse una chuleta y que le vengan a contar a uno cómo y cuándo se la ha comido otro, haciendo el cuento muy a lo vivo, se entiende, y describiendo la cara que ponía, el gusto que le daba la masticación, la gana con que tragaba y el reposo con que digería.
Maximiliano Rubín, el representante más desgraciado de la familia Rubín, anti-héroe, se presenta en el capítulo I de la Parte Segunda con un párrafo que recupera la picaresca y anticipa el esperpento: "Maximiliano era raquítico, de naturaleza pobre y linfática, absolutamente privado de gracias personales. Como que había nacido de siete meses y luego me le criaron con biberón y con una cabra." Por si no ha quedado claro, al autor, en el capítulo II, añadirá:

La cabeza de Maximiliano anunciaba que tendría calva antes de los treinta años. Su piel era lustrosa, fina, cutis de niño con transparencias de mujer desmedrada y clorótica. Tenía el hueso de la nariz hundido y chafado, como si fuera de sustancia blanda y hubiese recibido un golpe, resultando de esto no sólo fealdad sino obstrucciones de respiración nasal, que eran sin duda la causa de que tuviera siempre la boca abierta. Su dentadura había salido con tanta desigualdad que cada pieza estaba, como si dijéramos, donde le daba la gana. Y menos mal si aquellos condenados huesos no le molestaran nunca; ¡pero si tenía el pobrecito cada dolor de muelas que le hacía poner el grito más allá del Cielo! Padecía también de corizas y las empalmaba, de modo que resultaba un coriza crónico, con la pituitaria echando fuego y destilando sin cesar. Como ya iba aprendiendo el oficio, se administraba el yoduro de potasio en todas las formas posibles, y andaba siempre con un canuto en la boca aspirando brea, demonios o no sé qué.
Guillermina Pacheco, se presenta como personaje secundario en el capítulo VII de la Parte Primera. El primer dibujo lo hace el escritor y es una concesión a la galería folletinesca: "Guillermina, que fue bonita y aun un poquillo presumida, no tuvo nunca amores, y si los tuvo no se sabe absolutamente nada de ellos. Es un secreto guardado con sepulcral reserva en su corazón." Unas páginas más allá, Galdós deja que sea la propia dama de la caridad quien se presente a sí misma:

La costumbre de pedir me ha ido dando esta bendita cara de vaqueta que tengo ahora. Conmigo no valen desaires ni sé ya lo que son sonrojos. He perdido la vergüenza. Mi piel no sabe ya lo que es ruborizarse, ni mis oídos se escandalizan por una palabra más o menos fina. Ya me pueden llamar perra judía; lo mismo que si me llamaran la perla de Oriente; todo me suena igual... No veo más que mi objeto, y me voy derechita a él sin hacer caso de nada. Esto me da tantos ánimos que me atrevo con todo. Lo mismo le pido al Rey que al último de los obreros. Oigan ustedes este golpe: Un día dije: 'Voy a ver a D. Amadeo'. Pido mi audiencia, llego, entro, me recibe muy serio. Yo imperturbable, le hablé de mi asilo y le dije que esperaba algún auxilio de su real munificencia. '¿Un asilo de ancianos?' -me preguntó. 'No señor, de niños'. -'¿Son muchos?'. Y no dijo más. Me miraba con afabilidad. ¡Qué hombre!, ¡qué bocaza! Mandó que me dieran seis mil guealés... Luego vi a doña María Victoria, ¡qué excelente señora! Hízome sentar a su lado; tratábame como su igual; tuve que darle mil noticias del asilo, explicarle todo... Quería saber lo que comen los pequeños, qué ropa les pongo... En fin, que nos hicimos amigas... Empeñada en que fuera yo allá todos los días... A la semana siguiente me mandó montones de ropa, piezas de tela y suscribió a sus niños por una cantidad mensual.


Mauricia la Dura aparece con todo su tronío en el capítulo VI de la Segunda Parte. El autor sólo necesita un párrafo para esculpirla en piedra literaria:

Mauricia la Dura representaba treinta años o poco más, y su rostro era conocido de todo el que entendiese algo de iconografía histórica, pues era el mismo, exactamente el mismo de Napoleón Bonaparte antes de ser Primer Cónsul. Aquella mujer singularísima, bella y varonil tenía el pelo corto y lo llevaba siempre mal peinado y peor sujeto. Cuando se agitaba mucho trabajando, las melenas se le soltaban, llegándole hasta los hombros, y entonces la semejanza con el precoz caudillo de Italia y Egipto era perfecta. No inspiraba simpatías Mauricia a todos los que la veían; pero el que la viera una vez, no la olvidaba y sentía deseos de volverla a mirar. Porque ejercían indecible fascinación sobre el observador aquellas cejas rectas y prominentes, los ojos grandes y febriles, escondidos como en acecho bajo la concavidad frontal, la pupila inquieta y ávida, mucho hueso en los pómulos, poca carne en las mejillas, la quijada robusta, la nariz romana, la boca acentuada terminando en flexiones enérgicas, y la expresión, en fin, soñadora y melancólica. Pero en cuanto Mauricia hablaba, adiós ilusión. Su voz era bronca, más de hombre que de mujer, y su lenguaje vulgarísimo, revelando una naturaleza desordenada, con alternativas misteriosas de depravación y de afabilidad.

Enlaces

Marea Literaria.
Novela completa en CervantesVirtual.
Carlos Mayoral. Galdós y Pardo Bazán.
Ramiro Pinto "Fortunata y Jacinta".

lunes, 10 de junio de 2019

El perfume. Tertulia Literaria



(El artículo revela secretos del final de la novela)

“El perfume” de Süskind tiene para mí el mérito, pocas veces repetido, de haberme atrapado hasta acabarlo en una sola sentada. No pude dejar de leer la historia de un hombre que carecía de emociones pero era capaz de percibir el más leve matiz de las que despedían los demás. Emoción y olor: la mente de Patrick Süskind supo crear una universo irrepetible sobre el último para hablar de la primera.

Igual que yo quedé atrapado en la invención de Süskind, los seres humanos nos rendimos al encanto, al embrujo, a la atracción que desprende otro ser humano. Tenemos ídolos y estrellas inalcanzables que resumen los anhelos de todos los demás. ¿Cómo funciona esa extraña tensión que arrastra tantas vidas? La adolescente que adora al cantante, el lector que necesita la voz de su autor, el espectador que vive el mundo imaginario de la ficción como si fuera real, el fan que cotillea las revistas del corazón soñando con vivir aquellas vidas. Tantas cosas resume Süskind en una sola imagen, en un perfume.


El ser humano como un ser anhelante, como una polilla revoloteando eternamente alrededor de una linterna, como un hámster atrapado en una noria sin fin, es la imagen demoledora que nos devuelve sobre nosotros mismos el espejo de Süskind.

Hace treinta años ya de mi primera lectura de “El perfume”. Cuando veo a los famosos someterse a complicadas cirugías cosméticas, pienso que buscan un perfume; cuando veo a hombres que sueñan con poder y dinero imagino el alambique del perfume. Cuando veo a alguien buscando la manera de ser más me pregunto si es Grenouille, que quiere oler mejor.

Grenouille no malogra su talento, llega al lo más alto, consigue la fórmula, el elixir que buscan todos los conquistadores. ¿Por qué no acaba la historia con un final feliz si lo tiene todo? ¿Tiene Süskind miedo de lo que ha hecho su personaje para premiarlo después de narrar la escena del patíbulo? ¿O simplemente descubre de que ese frasco de perfume sublime por el que vive y muere la mitad de la humanidad no es más que un frasco lleno de humo?


Una historia de aromas

El camino de aprendizaje de Grenouille desde el orfanato hasta su regreso a París está narrado con una forma de novelar que se llama “Bildungsroman”.

Aprende que tiene un talento sobrenatural, que puede distinguir con precisión lo que los demás no perciben, que hay un aroma en el mundo que tiene más valor que todas las cosas y que necesita preservar a cualquier precio ese aroma, es el aroma de la belleza absoluta, el aroma de una joven. El alambique de Baldini tiene limitaciones, no puede atrapar el olor de un ser humano, y cuando el protagonista lo descubre cae enfermo. La solución está en Grasse, al sur de Francia.

En el camino a Grasse Grenouille se detiene siete años en una gruta perdida en Aubernia. ¿Por qué no quedarse allí encerrado en su biblioteca ilimitada de recuerdos para disfrutar de sus sentidos como un rey de la creación? De ese descanso lo saca una pesadilla. Sueña con su olor y necesita averiguar algo en lo que nunca a pensado. ¿A qué huele él? Absorto como ha vivido en sus sentidos, ha pasado por alto un hecho fundamental: él también provoca un sentimiento en los demás.

Después de explorar la cueva descubre que no huele a nada. Su estancia con el marqués de la Taillade-Espinase (omitido en la película) sirve para fabricar un olor a sí mismo, para crear una imagen para los demás.

Una vez en Grasse aprende dos cosas. Primero, que puede, por fin, robar el olor de un ser humano, pero también necesita asesinarlo. Segundo, que hay en la ciudad una joven cuyo olor sublime, en dos años, será el olor más perfecto que puede imaginar. Grenouille aprovecha los conocimientos de Baldini, el perfumista, para elaborar otros olores secundarios con los que componer un conjunto. Asesina a veinticuatro muchachas, y sólo necesita una más, Laure, la hija de Richis.

Cuando Grenouille obtiene el perfume soñado robándolo a veinticinco doncellas es apresado y llevado al patíbulo. ¿Qué tendrá más peso en las conciencias del padre de Laura y de los jueces, el sentido de la justicia, o el éxtasis que despierta el aroma más bello del mundo?


La literalidad

Madame Gaillard regenta el orfanato donde se cría Grenouille y nos ofrece una la clave del libro: cuando Süskind habla de olores, habla, en realidad, de sentimientos:

«De niña había recibido de su padre un golpe en la frente con el atizador, justo encima del arranque de la nariz, y desde entonces carecía del sentido del olfato y de toda sensación de frío y calor humano, así como de cualquier pasión. Tras aquel único golpe, la ternura le fue tan ajena como la aversión, y la alegría tan extraña como la desesperanza. No sintió nada cuando más tarde cohabitó con un hombre y tampoco cuando parió a sus hijos. No lloró a los que se le murieron ni se alegró de los que le quedaron. Cuando su marido le pegaba, no se estremecía, y no experimentó ningún alivio cuando él murió del cólera en el Hôtel-Dieu.»

El mundo de aromas y perfumes del libro no es, en realidad, un mundo de aromas y perfumes. El gran poder de Grenouille no es el de dominar los olores, sino el de dominar los corazones de todos sus semejantes. Por eso se siente, y por eso es, omnipotente. Por eso puede someter a sus verdugos el día de su ejecución.

Cualquier lector puede leer una fábula de Esopo sin caer en la trampa de la literalidad, nadie piensa que los animales hablan. Entendemos perfectamente las metáforas y sabemos que tratan de temas humanos, de temas universales. Sin embargo, muchos lectores de “El perfume” se empeñan en leer una historia “de olores”, una historia de un hombre concreto. Hacerlo así es lícito, pero tanto como lo es buscar en Esopo un interés zoológico.

Grenouille, en una lectura literal, es una persona incapaz de establecer contacto humano, obsesionada con su capacidad de oler. En un sentido figurado, Grenouille es cada uno de nosotros, y nuestro afán por elaborar la impresión que damos a los demás. Grenouille es un ser universal en su afán por desentrañar la belleza, aquello que nos rapta, y también, en su afán por conservarla, y por poseerla.

Grenouille es un asesino, pero esencialmente es un ladrón. Es la persona que puede de robar aquello que más nos atrae de los demás, su encanto, su magnetismo, su belleza, o, en un sentido literal, su aroma. En la tertulia se habló de que él deseaba a las jóvenes. Yo lo dudo sinceramente; pasa dos años sin acercarse a la casa de Laure esperando a robar su aroma con un solo golpe en la cabeza. Las debilidades de Grenouille son su codicia y su envidia, y consigue saciar ambas a manos llenas.

La moralidad

“El perfume” es la historia de un asesino y un monstruo narrada con una consecuencia insólita, no sólo se sale con la suya, sino que es juzgado y somete a todos sus jueces al embrujo de su perfume. Süskind arriesgó mucho en un salto mortal como este: abofeteó la ética de todos sus lectores, degradó la moralidad frente al mundo de los sentidos, y por último, coronó al asesino con un triunfo aplastante. Grenouille se va de Grasse en loor de multitudes y sintiéndose amado por el padre de Laure, su última víctima. Süskind se jugó el éxito de su libro a una provocación proverbial y ganó. A día de hoy ha vendido casi ciento cincuenta millones de ejemplares.

Tan peligroso es leer esta novela en un sentido literal como lo es hacerlo en un sentido moral. Cuando nos identificamos con un personaje en una lectura y vivimos sus aventuras o cuando lo juzgamos por lo que hace, lo convertimos en un hombre concreto, en alguien como nosotros, con nuestras heridas, y con nuestras obligaciones. ¿Acaso Grenouille está por encima del bien y del mal? En mi opinión, sí, tanto como lo está el lobo cuando se come a la abuelita del cuento. Lo que Süskind o bien Perrault podría decirle a un lector es: no te fijes ahora en eso.

La verdadera historia que quieren contarnos es otra.

José Contreras

sábado, 4 de mayo de 2019

El perfume. Patrick Süskind en la Tertulia Literaria

El jueves 30 de mayo a las 19.00. Tertulia literaria sobre el libro de Peter Süskind. A las 16.30h, proyección de la película de Tom Tykwer.


Patrick Süskind

Patrick Süskind nació el 26 de marzo de 1949 en Ambach (Starnberger See) cerca de Munich en Alemania.

Su padre fue el escritor y periodista Wilhelm Emanuel Süskind, que trabajó para el diario Süddeutsche Zeitung y fue famoso por ser el co-autor de la conocida Aus dem Wörterbuch des Unmenschen (Del Diccionario de un Inhumanos), una colección crítica de ensayos sobre el lenguaje de la época nazi. Su madre trabajó como entrenadora deportiva; su hermano mayor Martin E. Süskind es también periodista.

Asistió a la escuela en Holzhausen, un pequeño pueblo de Baviera. Después de su Abitur y su Zivildienst, estudió Historia Medieval y Moderna en la Universidad de Munich y en Aix-en-Provence de 1968 a 1974, aunque nunca se graduó.

Con el apoyo financiero de sus padres, se trasladó a París donde escribió relatos y guiones que no fueron llevados al cine. Desde entonces se dedicó exclusivamente a la literatura.

Su primera obra de éxito fue una composición teatral titulada Der Kontrabass (El contrabajo, 1984), una de las obras más representadas en Alemania. Pero el verdadero éxito le llegó en el campo de la prosa con la novela Das Parfum (El perfume, 1985), traducida a más de veinte idiomas y una auténtica novedad en el ámbito de las letras alemanas de esos años.

Tras el éxito de esta novela, su siguiente obra, Die Taube (La paloma, 1987), no tuvo tan buena acogida como su obra anterior. En 1991 publicó Die Geschichte von Herrn Sommer (La historia del señor Sommer), una narración ilustrada con dibujos de Sempé.

Aparte de sus novelas, Süskind ha colaborado también en la redacción de diversos guiones para series de televisión de gran éxito como Monaco Franze (Franz el de Mónaco, 1983) y Kir Royal (Kir Royal, 1986).

Süskind reside en Munich, en Seeheim y en Francia retirado de la escena pública y no concede entrevistas ni permite fotos.






Enlaces: 

Pilar Moreno Collado. Liceus Blog. «El Perfume» no es una novela sobre los olores, no. La obra toma como elemento argumental el mundo de lo inefable, aquello rara vez descrito. No sentimos pena por nuestro protagonista, como un recuerdo escrito por el propio W. E. Süskind, padre, el que nunca llegó a conocer Grenouille. Es, desde luego, hijo de la corriente expresionista paterna, de su tiempo…, pero ha evolucionado. El expresionismo marca la tendencia hacia un hombre acobardado y febril. Sólo los locos pueden ser libres. Süskind nos desata, nos presenta a Grenouille. Las trabas de lo servil, rotas, ha nacido un individuo marcado para hacer arte, una obra maestra, al margen de las normas morales, casquivanas, religiosas, esclavas.
Vicente Verdú. El País, 1985. He aquí el extremo efecto del aroma: la metamorfosis del sujeto en el olor. Del olor en el laberinto del perfume. Del perfume en la interminable seducción de ser, al fin, objetos.
Aretino. Crítica de librosEs una gigantesca parábola.
Valeria Sucke Stecklein. Ética y cine. A pesar de que es una ficción literaria que traspasa a la pantalla, como espectadores sentimos una sensación de ambivalencia, por un lado, desde una posición moral condenamos al perfumista por los crímenes realizados; pero por el otro, si nos posicionamos desde un plano más profundo, podemos suponer que sólo quería amor. Podemos suponer que, el protagonista busca aquello que es propio del ser humano, el ser alojado en un deseo, en un lugar, en una trama filiatoria, etc., para luego poder posicionarse como un sujeto capaz de desear. Tal como lo describe Spinoza, “el deseo es la esencia misma del hombre”. Jean-Baptiste a través de los aromas, quería sentir la sensación de “ser”. Podemos decir que su búsqueda incansable era una búsqueda del “ser”.
De10. 10 datos sobre "El perfume", que no sabías.
20 minutos. ¿Cuánto sabes de la novela?
El confidencial. ¿Qué le ocurrió a Patrick Süskind?
Jorge Marugán Kraus. Perspectivas teóricas. Génesis del sujeto y del objeto en "El Perfume" de Süskind.


Reseña de Ana Michelle Hay Robles

Adaptación amateur de la novela.

Tráiler de la película

lunes, 8 de abril de 2019

Ordesa. De Manuel Vilas. En nuestra tertulia literaria


El día 23 de abril, a las 19h.

Enlaces

El país. Babelia. Carlos Pardo: Pero la historia de estos dos personajes, llena de recovecos que una reseña no puede resumir, también es un problema nacional: “La caída de España en las miasmas españolas”, la crónica de la impostura de nuestras instituciones, escuelas y Gobiernos.
Zenda: Ya ni recuerdo cuántas versiones tuvo Ordesa. Muchas, hasta alcanzar la forma que le di en agosto de 2017. Quité muchos pasajes. Los escritores al final se miden por los aciertos a la hora de quitar páginas de sus libros. En saber lo que sobra reside la habilidad más importante de este oficio.
ABC. José María Pozuelo Yvancos: Vivimos muy buen momento de la escritura memorialista. «Ordesa» impone además una originalidad que es muy rara y que radica, con independencia de que esté soberbiamente escrita, en que no es una verdad ensimismada, es decir, que Vilas habla de la vida.
El Cultural. Nadal Suau: Pocas veces he visto tan bien escrita en nuestra literatura reciente la enorme belleza y aridez que caracterizan las relaciones entre un hijo y sus padres. O al revés, las de un padre con sus hijos. Es todavía más infrecuente encontrar una prosa que logre hablar de política (de Política, no de cortesanía o contingencias) de un modo tan imaginativo, indirecto, artístico: las páginas que se recrean en la comida de recepción del Premio Cervantes por parte de Juan Goytisolo, con la presencia de Felipe VI y Letizia son, en este sentido, imprescindibles, y afianzan la insobornabilidad de España como tema en Vilas.


miércoles, 3 de abril de 2019

Tertulia literaria. Sostiene Pereira


El camino del héroe
Inspirándose en la idea del arquetipo del pensador Carl Jung, Joseph Campbell dedicó su vida al estudio de los grandes universales que subyacen a todas las historias, ya sea relatos míticos, religiones, cuentos de hadas o películas de éxito en nuestras carteleras. En su afán por descubrir una estructura universal que pudiera ser aplicable a todas las narraciones, creo lo que llamaría “El viaje del héroe”.

¿Qué es “El viaje del héroe”? Digamos que es un esqueleto aplicable a todas las buenas historias. “La Odisea”, “Don Quijote”, “Buscando a Nemo”, “Terminator”, “Regreso al futuro”, “La guerra de las galaxias”, “Avatar”, “El señor de los anillos”, “Harry Potter”, “Full Monty”, “Roma” de Cuarón, “Green Book”. No es fácil encontrar una película o una novela que se salga del camino.


Lo que Jung, y Campbell descubren es que, igual que los niños quieren que les cuenten siempre la misma historia, los adultos queremos leer siempre la misma historia, con distintos vestidos.

Joseph Vogler es responsable de simplificar todos los términos y todas las etapas a ocho, cuatro en el mundo cotidiano del protagonista, y cuatro en el mundo extraordinario, en la aventura.


Pereira vive en su zona de confort que es la página de cultura del periódico Lisboa en 1938. Hay una guerra civil en el país vecino, pero él traduce a Maupassant. Un joven que escribe sobre la muerte, Monteiro Rossi, llama a su puerta: es un republicano convencido que quiere evitar el avance del fascismo del General Franco. ¿Va Pereira a sumarse a la llamada?


Según el camino del héroe, el protagonista necesita un consejero, un mentor, que le influye para internarse en el mundo extraordinario. Pereira tiene tres: un sacerdote que se llama Antonio con quien argumenta su catolicismo, un médico, Cardoso, que le habla de la comunidad de las almas que componen un individuo y el yo hegemónico, y una muchacha judía alemana, víctima del nazismo, a la que conoce en un tren, Ingeborg Delgado. ¿Responderá Pereira a la llamada?

Si atendemos a la estructura de Vogler, la novela de Tabucchi nos deja en la tercera etapa. Y no nos deja insatisfechos, esa historia por cumplir, ese héroe que camina con la chaqueta al hombro, ese afán son una inspiración.



El compromiso del escritor
Jean Paul Sartre escribió en su ensayo ¿Qué es la literatura? Sobre el problema del compromiso político. El escritor no es un amanuense que enumera los datos de una historia, también tiene la responsabilidad de denunciar las injusticias que ve. Según Sartre, el escritor no tiene sólo un papel estético, sino, ético sobre la realidad. Un autor que canta a las estrellas mientras se comete un atropello es un autor inmoral.



Del mismo modo, Pereira, que vive en un universo estético, de corte francés, se ve obligado a elegir entre seguir traduciendo textos que no tienen repercusión política en su país, o bien denunciar lo que ve con sus ojos y elige la opción más difícil, la más arriesgada, la opción sartriana.











lunes, 11 de febrero de 2019

El corazón de las tinieblas


“Naturaleza muerta con manzanas y melocotones” en 1905

Cuando Paul Cezanne pintó su “Naturaleza muerta con manzanas y melocotones” en 1905 inició un camino que influiría notablemente en el arte del siglo XX. El pintor impresionista quiso representar su bodegón desde distintas perspectivas a la vez, algo que nunca podría hacer una cámara de fotos. Su jarra está vista de frente, pero podemos ver su interior desde arriba. Si las manzanas siguieran las leyes de la perspectiva, deberían caer al suelo. Los cubistas no pudieron dejar de fijarse en ella.



En literatura y en cine, algunos comentaristas como Harold Bloom hablan de impresionismo de Conrad para referirse a algo parecido. A medida que Marlow remonta el río Congo los informes que va oyendo de Kurtz cambian la imagen del hombre. Un loco peligroso, un líder, un ídolo e incluso un dios son las imágenes que Marlow va haciéndose de la persona que espera al final de su viaje. Es posible que esa faceta caleidoscópica atrajera a Orson Welles a la hora de rodar la película. Francis Ford Coppola rodó en 1979 otro acercamiento que tituló “Apocalypse Now”. La adaptación libre del segundo resulta, quizá, más fiel a los sentimientos del autor.

A pesar de la falta de diálogos que, con tanto acierto, señala Lucía Sanz, la novela de Joseph Conrad ha resistido el paso de los años. De un lado se ha convertido en un icono inigualable de un episodio triste de nuestra historia reciente, la colonización de África y el abuso de los colonizadores. La novela es mejor expresión que un ensayo de lo inhumano que es el acercamiento de una civilización desarrollada a otra primitiva. Conrad dibuja, conscientemente o no, la barbarie que esconde la supuesta civilización.


Desde otro ángulo, el psicológico, Conrad nos acerca a un ser humano del que recibimos referencias pero no podemos llegar a entender. Lo conocemos por la huella que deja en los demás, por su carisma ante los nativos y por su intento imposible de dar sentido al caos. Muchos ven el “understatement”, o bien lo entredicho o insinuado, el gran arte de Conrad.

El test de Bechdel (por la dibujante Allison Bechdel) apareció como una forma de evaluar la brecha de género. El test se inspira en una queja de Virginia Woolf que decía que las mujeres siempre aparecen en los libros por su vinculación con un personaje masculino. La dibujante de cómics formula el siguiente test sobre los personajes femeninos para averiguar si la obra es o no tendenciosa:

  • Aparecen al menos dos personajes femeninos.
  • Estos personajes se hablan una a la otra en algún momento.
  • Esta conversación trata de algo distinto a un hombre.

El test de Bechdel debería ser aplicable, también, al racismo para ver si los africanos están como individuos o sólo como elementos  de la trama. Y aplicando el test a “El corazón de las tinieblas” y a “Apocalypsis Now”, descubriríamos que no hay ningún interés por el otro. Las dos son obras de europeos hablando de europeos. Narbona se queja en El Cultural de El Mundo de que la obra de Conrad es una crítica a la invasión belga de El Congo, pero no es una crítica del colonialismo. Es posible que tenga toda la razón.


José Contreras

jueves, 7 de febrero de 2019

El corazón de las tinieblas


                                     


El argumento de esta novela inspira la película Apocalipsis Now de 1979.

   Marlow, agente comercial británico, se ve obligado a remontar el río Congo en busca de su compañero Kurtz. A medida que el barco avanza por territorios cada vez más inhóspitos, Marlow se irá construyendo una imagen mitificada, idealizada de Kurtz. En realidad, lo que encontrará, es un mundo apocalíptico y tenebroso, gobernado por un cínico, que simboliza la degradación moral y la contradicción de un mundo gobernado por un hombre sin escrúpulos.

Nos adentra al corazón de la selva, la parte oscura de la humanidad la  colonización, el hambre de expansión de las potencias europeas, Kurtz y su legado (la resistencia de las tribus, a una colonización que traía consigo, esclavitud y deshumanización). Solo cuando vas a la selva y te adentras en ella puedes ser consciente de su fuerza.

Es  un alegato a los lugares más recónditos del alma humana; el bien y el mal; la vida y la muerte; la soledad y la levedad del ser.

El modo de contarlo no me ha llegado al corazón. Tiene mucho simbolismo y es muy denso, con demasiado contenido "psicológico" en un libro tan corto

Por otra parte, la falta de diálogo no facilita su lectura. Destaca la descripción del viaje y su espesura, junto a la brutalidad contra los nativos, haciéndote experimentar, una sensación de asfixia constante pues están muy bien reflejados.

Éticamente es una poderosa reflexión sobre los límites de las acciones humanas y la delgada línea que separa la civilización de la barbarie y la locura que conlleva vivir en la injusticia más extrema, simbolizada de increíbles maneras (demasiadas miserias del género humano).

Una naturaleza salvaje y sensible a partes iguales. Una pequeña aventura llena de sentimientos, vida y horror. Pues estas son las ultimas palabras del general Kurtz: "El Horror, el horror."

Personal mente este libro no me ha llegado ni gustado, lo he encontrado sobrevalorado.  Es un libro muy oscuro, poco claro, rebuscado y no me ha creado interés por otros libros del mismo autor. En la segunda lectura he tenido más o menos la misma sensación, tiene tendencia al barroquismo y un lenguaje poco cercano.

 Tiene demasiadas digresiones, que la hacen un poco lenta, y la desvía de la acción principal. El autor pretende y crea una atmósfera abrumadora  sobre el horror, el miedo y el salvajismo.

Este viaje real y metafórico servirá a Marlow y a nosotros mismos para explorar en el interior del alma humana, reflexionar sobre la corrupción natural del hombre, la locura del poder, la confrontación entre el bien y el mal,  la explotación colonial, psicológica y ambiental.

Por último, Se agradece la humanidad del gesto de Marlow hacia la prometida de Kurtz, al final, tras los sucesos terribles que se cuentan durante la historia. (Adentrarse en el infierno)

Todos podemos ser en potencia Kurtz.

"Si la riqueza es el secreto de la felicidad, los ricos deberían estar bailando por las calles. Pero solo los niños pobres hacen eso"

Lucía S

sábado, 12 de enero de 2019

Próxima Tertulia Literaria. "El corazón de las tinieblas"

Joseph Conrad. "El corazón de las tinieblas".

La novela se centra en un marinero llamado Charlie Marlow, el cual narra una travesía que realizó años atrás por un río tropical, en busca de un tal Kurtz, el jefe de una explotación de marfil, y que a lo largo de la novela adquiere un carácter simbólico y ambiguo.

Los dos primeros tercios de la novela narran el viaje de Marlow de Londres a África, y remontando el río, hasta alcanzar la base de recolección de marfil en la que se encuentra un empleado de la compañía belga que le ha contratado. Ese empleado, llamado Kurtz, ha tenido un enorme éxito en el tráfico de marfil, pero eso le ha granjeado la envidia de otros colegas. Marlow intuye que Kurtz ha roto con todos los límites de la vida social tal y como se conoce en Europa, lo que le repele y atrae al mismo tiempo.

En el camino, Marlow será testigo de la situación extrema en que viven los colonos europeos, su brutalidad hacia los nativos africanos, y deberá superar todo tipo de obstáculos —retrasos, enfermedades o ataques de indígenas— hasta alcanzar su destino. Cuando finalmente se encuentra con Kurtz, cuya imagen ha ido agrandándose y mitificándose durante el proceso, descubre que se trata de un personaje misterioso, al que los nativos idolatran como si fuera un dios, pero que parece haber caído en una locura bestial.



Enlaces

Filosofía & Co. Una mirada al alma humana. El libro El corazón de las tinieblas, publicado por primera vez en 1899, es la obra más famosa de Joseph Conrad. Incluida como una de las novelas más importantes de la literatura universal, el libro sufrió un renovado impulso en 1979, cuando el director de cine Francis Ford Coppola lo adaptó para el guion de su gran clásico bélico Apocalypse Now.
Rafael Narbona. El cultural. Conrad rompió su contrato y regresó a Europa, con las secuelas de una malaria que le acompañaría el resto de su vida. Sólo había permanecido seis meses y unos días en el continente africano, pero se había enfrentado a un espanto moral que desbordaba sus peores expectativas. Horrorizado, escribirá un artículo titulado “Geography and Some Explorers”, donde afirma que la colonización del Congo es “la más vil rapiña que jamás haya desfigurado la historia de la conciencia humana y la exploración geográfica”.

jueves, 10 de enero de 2019

Las hijas del Capitán


En la novela de María Dueñas, se dan cita dos colectivos vulnerables que coinciden en las hijas de Emilio Arenas: las mujeres y los emigrantes españoles que viven en el Nueva York de los años treinta.

A la muerte del padre en un astillero de Manhattan, suceden los pleitos por las responsabilidades del accidente. Un abogado de la naviera, Mazza y una monja, sor Lito, deciden el futuro de la indemnización de las hijas de Arenas, o bien su retorno a la Andalucía de la que proceden.

Para aferrarse su decisión de quedarse en América cada una de las hijas busca una solución material. La mayor piensa en el matrimonio, la menor sueña con el éxito en los escenarios y la mediana, se propone relanzar el negocio familiar, una casa de comidas, como un cabaret de lujo.

La novela trata de las frustraciones de cada una de ellas y de como gestionan sus emociones y sus afanes. Hombres, famosos, oportunidades y oportunistas entran y salen de las vidas de las tres Arenas. Las tres encuentran en su periplo con la presencia de un hombre bueno y un hombre malo. Victoria conoce a Luciano Barona que hace todo por ella y da su vida por ella, y al hijo de este por el que siente una atracción imprevista. Mona es pretendida por un oftalmólogo que esconde a otro hombre detrás de las apariencias y un compañero, Tony, que le ayuda de verdad. Alrededor de Luz están Kruzan que abusa de ella prometiéndole la fama y Fidel que ayuda en todo lo que puede a las tres.


Durante la tertulia, David observó que la documentación es exhaustiva y que dota a la novela de una dimensión histórica que suma más y más interés.

Antonia nos recordó el epílogo que resuelve todas las vidas con tanto interés novelesco como la novela.

Pilar señaló lo punzante que es la historia de Victoria porque la culpa no le deja unirse al hombre que ama en secreto después de haber sido infiel.

Luis anotó que ofrece un buen testimonio de muchas formas de la violencia machista en la época que retrata.

La tertulia estuvo llena de intervenciones acertadas. Fue una oportunidad única para escuchar a un grupo de lectores que viven lo que leen.

Algunos de ellos coincidieron en una visión negativa de la obra. Luis la encontró excesiva en su tamaño, y abreviable en muchas páginas. Victoria, que ha leído otras obras de la autora, vio una falta notable de interés. El redactor de estas líneas se quejó de la falta de tensión. Pero las horas de lectura y el encuentro con otros amantes de los libros merecieron la pena.

La tensión, esa necesidad de pasar de página para saber qué nos va a decir un autor, es un elemento que puede olvidarse en las arte visuales, pero en la novela es tan importante que para algunos novelistas es su única pericia y les basta para mantener la fidelidad de sus lectores. Los ingleses llaman page-turner a las ficciones que cultivan ese interés. Esperemos que María Dueñas nos sorprenda añadiendo esa habilidad a tantas otras que posee en su próxima ficción.

martes, 27 de noviembre de 2018

Las hijas del Capitán



    El nuevo libro de María Dueñas (premio planeta del 2018) se centra en la vida de una familia y un padre inmigrante que está trabajando en Nueva York, y refleja, principalmente, como vivían los emigrante en una colonia española que existía allí por entonces. Corre el año 1936, el padre Emiliano Arenas se ve obligado por su mujer a llevarse a su familia con él. El matrimonio tiene tres hijas jovencitas y alrededor de los veinte años las tres pero esta madre en la ausencia del padre no controla para nada a sus hijas que están incivilizadas y reclama al padre que se lleve a toda la familia con él y le ayude a educarlas. Emiliano se ve en la obligación de hacerlo y se empeña sin dinero para  enviarles los pasajes de las cuatro.  
   
     El padre resuelve la situación y las instala pero decide también y las conmina para que se embarquen en un negocio familiar y decide que sea una  casa de comidas para que la saquen adelante entre las cuatro pero, no cuentan con un drama que se les plantea a las recién llegadas, y es la muerte accidental  del padre.

      Se produce en los Astilleros aquí es donde la colonia de emigrantes se vuelca cuando tienen conocimiento del hecho en ayudarlas porque, no conocen nada y a nadie, no tienen dinero no saben el idioma pero reciben la ayuda imprescindible para salir delante de este drama con todas estas personas desconocidas y como es natural se dejan ayudar.

     Por otro lado los Astilleros temiendo una reclamación  muy importante por parte de los familiares se adelantan a pagarles el sepelio y a ofrecerles unos billetes de vuelta a España,  pero llegados a este punto  las tres hermanas ya se ven inmersas en un mundo tan diferente y como ya conocen / del  mundo que vienen/ deciden que no están dispuestas a renunciar a este país que les parece más prometedor pero, van a tener que luchar siempre  con la oposición de la madre porque se encuentra mal en ese país sin su marido pero las hermanas Arenas  aún así se  niegan a regresar a  España.

      Aquí se reflejan todos los sinsabores a los que tienen que hacer frente y a un sinfín de complicaciones /siempre con la ayuda de sus convecinos emigrantes/. Por un lado les alertan del posible engaño del que se quieren beneficiar la Compañía de los Astilleros donde se produjo el accidente, les ayudan a iniciar y con muchas trabas en el negocio de la casa de comidas, van ofreciendo trabajo a las hermanas y Victoria la mayor encuentra en un tiempo prudencial  la  solución de su vida con un matrimonio con un hombre muy mayor que se desvive en todo momento por las cuatro mujeres pero como es un matrimonio de conveniencia a la larga se le complicara el matrimonio y también  no pueden impedir a su vez que la pequeña Luz se confunda en la vida y la engañe otro hombre que a su vez la ofrece todos los parabienes del mundo para conseguir que se pliegue a sus deseos.

       Lo que está novela describe muy bien,  es un reconocimiento a tantas y tantas personas que  luchan y dejan a sus familias  y a su país y se van a emigrar a cualquier sitio que les ofrezca una vida mejor, son personas valientes que sufren mucho cada una de ellas  que tienen que salir al paso de todas las complicaciones del mundo  y deciden agruparse para ayudarse y ayudar a todo el que lo necesite porque no llegaremos nunca ni siquiera a imaginar por todo lo que tienen que pasar y aguantar estas personas que a su vez son las más fuertes y las más valientes generalmente de sus casas a las que no se les pone nada por delante para mejorar en la vida para ellos y que a su vez se beneficien los suyos.    
     
                                                                                                                             Amelia G. Luengo

lunes, 29 de octubre de 2018

Ana Karenina

Ana Karenina es una mujer sometida y poseída por el adulterio, los celos y el odio. El autor describe una galería espléndida de personajes que conocen la incertidumbre y la decepción, el vértigo y el tedio, los mayores placeres y las más tristes miserias.

Lev N. Tolstói es un artista y psicólogo, y "Ana Karenina" la mayor novela social de todos los tiempos. Su maestría de escritura te hace apostar por la literatura clásica. La complejidad gramatical de cada una de las oraciones, la sencillez de su comprensión.

Comienza con una de las frases más célebre de la historia de la literatura «Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su manera». A partir de estas palabras se erige la historia de amor, pasión y lujuria de las tres parejas protagonistas. Anna y Vronski, Kitty y Levin y Daria y Stepán Arkádevich, sin olvidar, por supuesto de Alekséi Karénin.

Tolstói hace vivir a sus personajes y no puedes evitar que te lleve la corriente en cada momento, te encuentras sintiendo lo mismo que el personaje principal de cada página. Los sentimientos descritos son de tal viveza que podrían presagiar a tu lado el roce del vestido de las señoras o el olor a tabaco de los caballeros, el crecimiento de la mies y sus aromas.

Esta novela supuso el cambio de Tolstoi hacia una problemática social y mística que ocupó sus últimos años. Detrás de cada historia y personaje hay un pedacito, un reflejo de su vida, con sus alegrías, penas, dudas, anhelos, crisis existenciales; su vida familiar, su matrimonio. Tiene claros-oscuros, luces y sombras.

Destaca Anna Karénina. Como personaje principal, el que más fuerza tiene: la manera cómo vive cada uno de los momentos. Vive al filo de los sentimientos. Ana anhela ser amada, querida. Y son dos cosas que no encuentra en su esposo y Vronski se las ha dado.Viven una continua presión: social, familiar y los continuos ataques de celos de Ana que se encuentra aislada de todos los actos sociales a los que la vida de Wronski está ligada.

En el otro extremo tenemos a Kitty y Levin, que forman una de las parejas más estables del libro; y su amor recatado contrasta con el amor pasional de Anna y Vronski, y no por eso deja de ser amor.

Levin es el personaje que menos evoluciona en el transcurso de la historia; pues empieza y acaba siendo el mismo tipo campechano y dedicado al campo. No obstante, como bien vemos, sufre una crisis existencial que es fruto de haber conseguido en poco tiempo aquello a lo que todos los jóvenes rusos aspiraban: una buena posición social, un matrimonio bien avenido y, finalmente, la paternidad. Tolstói erige a Levin como su héroe en esta historia, pues es con el que más se identifica y con el que más cosas comparte. Kitty es una enorme fuerza en la vida de Levin, ayudándole a hacer frente a su lucha con la fe y la religión, y con sus múltiples dudas. Ella es un remanso de paz en estas, con ella encuentra el sosiego tan anhelado, pues sus conversaciones calman y dan sentido de su existencia. Levin en su búsqueda de sentido, es recompensado por su matrimonio con Kitty, una vida familiar estable, y una comprensión de la fe. A los ojos de Tolstói, los dos tienen el matrimonio y amor ideal. En este matrimonio se podría aplicar el dicho popular. “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer" Levin es íntegro, y esto le ayuda a ser más feliz. Para él la naturaleza, la belleza, el suceder de las estaciones etc cosas que no están en manos del hombre le llevan a su creador. Pero choca entre esta grandeza y la debilidad del hombre, la maldad, la incoherencia, el porqué de tantas cosas. Él defiende la idea de cuidar de la tierra como si se tratara de la riqueza del mundo, y considera que la tierra es la única asociación mutua que pueden mantener a las sociedades y las familias unidas

Por otro lado, Daria (Dolli) y Stepán empiezan siendo una pareja rota y acaban siendo una pareja rota. De ellos no hay mucho que decir, sino que Daria siente lo que siente una mujer normal cuando su marido la ha engañado: repulsión. A partir de aquí, lo único que hace es dedicarse en cuerpo y alma a sus seis hijos, pues su marido pasa largas temporadas fuera de casa. Stepán sigue engañandola. Es un hombre de sociedad, centrado en conseguir la mayor cantidad de amistades bien posicionadas para que le influya positivamente en su puesto de trabajo. Dolli, no es una mujer sumisa y resignada, sino una gran mujer con corazón grande que asume que tiene que hacer de padre y de madre y de administradora del legado que recibió de su familia, con el que a duras penas puede cubrir las necesidades de su hogar. Es una mujer con capacidad de ayudar siempre a quien la necesita. Muchas veces sorbiendo sus lágrimas, tragando sus penas. No está en los grandes acontecimientos, pero sí cuando alguien de la familia la necesita.

Por último, Alekséi Karénin; una figura con poco protagonismo, pero, que acaba por decidir el destino de Anna. Karénin, es un hombre recto, exigente y al que le gusta el orden, con un tono sarcástico y de superioridad, que al final le acaba pasando factura. Karénin llega a ser una figura importante en la obra, pues, en parte, es el detonante de todo lo que pasa. Aquel con el poder suficiente para decidir el destino de su mujer. La quiere, le es fiel, pero Ana necesita palpar ese cariño. En Wronski encontró lo que anhelaba, y que Tolstoi se encarga de representar a la perfección.

Lucía Sanz