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domingo, 7 de marzo de 2021

La otra realidad

Paloma Sardinero
Ugur Gallen es un ciudadano turco que vive en Estambul. Es un trabajador normal y corriente durante el día y un artista digital autodidacta por la noche. A raíz del conflicto en Siria, sintió la necesidad de actuar y ayudar. ¿Cómo lo hizo? De la mejor manera que supo. Inesperadamente, se ha convertido en un fotógrafo viral en las redes sociales debido a una serie de fotografías totalmente opuestas en su contenido, pero llenas de expresión y que han conmovido y dado la vuelta al mundo. Las ha titulado “Universos Paralelos”.

Según sus propias palabras:
“Comencé mi primera obra de universos paralelos con las noticias. Empecé a ver miedo y desesperación en los ojos de los niños refugiados que intentaban llegar a Europa. Creo que no sabemos nada de las guerras ni de las hambrunas. Hoy vives en paz, pero mientras continúen estos problemas, estarás expuesto a ellos. Como artista, creo que el arte es el mejor lenguaje.”

Me quedé abrumada cuando vi por primera vez sus escalofriantes fotomontajes en Facebook. Lo que Ugur Gallen consigue expresar, tan solo con imágenes, al superponer dos fotografías totalmente opuestas, queda de manifiesto de forma meridiana. Son realidades que existen paralelamente y que el resto del mundo ignora o no quiere ver.

Tan solo montando dos fotografías en un solo plano, este hombre nos expresa la diferencia entre los dos mundos, dos mundos que en realidad son solo uno, y que están aquí en la Tierra.

Ugur Gallen tomó las fotos en Siria, Afganistán, Yemen, Libia, Venezuela, Iraq, Irán y Sudán.

Esta otra realidad de nuestro mundo y todos estos lugares se traducen en cómo son las vidas de otras personas que intentan subsistir como pueden en medio de guerras, masacres, desalojos, matanzas y otras situaciones totalmente inimaginables para nosotros.

Mientras que aquí, en este lado maravilloso en el que vivimos confortablemente y en el que nos parece que nunca nada es suficiente, toda esta barbaridad monstruosa está ocurriendo cada día. Nuestro ritmo de vida no nos permite detenernos y pararnos a pensar que al otro lado la gente se muere de hambre y de miseria, que nacer en un lado o en otro simplemente es un juego fatal de ruleta rusa.

Este fotógrafo, con sus creaciones, ha lanzado un grito desesperado a este otro lado del mundo, el cómodo y afortunado, para que nos detengamos por un momento y reflexionemos. Tenemos que dejar de quejarnos por todo, cuando lo tenemos todo. Hay que crear conciencia, no podemos seguir mirando para otro lado, o cambiar de canal, mientras todo esto sucede.

Por desgracia, esta tragedia humana horrible está ocurriendo de verdad sin que nadie haga nada para remediarlo. Todos estos vecinos de nuestras fronteras de al otro lado luchan día a día por sobrevivir en ese otro mundo paralelo lleno de injusticias, muertes y guerra.

Conclusión: lo que ahora me pregunto, después de ver estas fotografías, es que, pese a que estamos viviendo tiempos de grandes avances tecnológicos y científicos, cómo es posible que la estúpida condición humana siga siendo nuestra principal arma y amenaza.

Te doy las gracias, Ugur Gallen, por hacer despertar y remover nuestras conciencias y hacernos ver con tus imágenes desgarradoras los más duros contrastes de nuestro único mundo. En pleno siglo XXI son las distintas realidades paralelas que se viven en la actualidad. Me entristece pensar que existan dos mundos paralelos, uno pacífico y otro en continuo conflicto, mundos que la gran mayoría no quiere ver y que lamentablemente son una triste y dolorosa realidad.

Os invito a que visualicéis las fotografías de este artista en internet.

lunes, 19 de octubre de 2020

Crónica de un okupa

Amelia Glez. Luengo

Aquella mañana amaneció igual que otras muchas, pero no se podía imaginar María cómo se le iba a complicar el día. Es sabido por todos que el teléfono es portador de buenas y también malas noticias. Así, con una llamada de teléfono, comenzó: 

—María, ponte en marcha —le comentó Joaquín, el secretario de la comunidad—. Anoche, en la madrugada del jueves al viernes, y como estamos en la Semana Santa (aprovechando que hay menos población en las ciudades), con nocturnidad y alevosía, ha sido ocupada la vivienda del 1ºB, y tienes que acompañarme a comisaría para denunciar el hecho.

Lo primero que nos comunicaron los agentes fue que nosotros no podíamos poner la denuncia.

—¿Qué me dice Vd.? —le preguntamos al agente.

—¿Quiénes son Ustedes? —Somos la señora presidenta y yo soy el secretario de la comunidad referida.

—¿Quién es el propietario de la vivienda? Aquí Joaquín procedió a explicar los detalles al agente:

Sucede que está vivienda es una de las muchas propiedades de las que se han hecho cargo todos los bancos por falta del impago de sus obligaciones con ellos por sus antiguos propietarios. En este caso concreto, la propiedad la tiene La Caixa de Cataluña. El agente de policía nos atendió correctamente y procedió a decirnos verbalmente:

—¡Señora, este problema tiene muy mal arreglo! Este tipo de infracciones en este país tiene muy mala solución. Los amparan muchos derechos, ellos lo saben perfectamente, y en situaciones semejantes, este tipo de problemas no se resuelven en menos de dos años aproximadamente. Vayan haciéndose a la idea.

Volvimos de nuevo a comprobar cómo habían procedido. El corte de la luz de esa vivienda lo hicieron con el “consabido puente”. Verificamos también que habían colocado una goma extensible para evacuar las aguas hasta el sumidero de la terraza exterior de la cocina (estas fotos las tuvimos que aportar en comisaría). Como estamos hablando de un "puente laboral importante" y, no pudiéndose localizar al propietario, se nos permitió al final proceder a la denuncia.

No hace falta reseñar que, el primer día hábil, comunicamos a la entidad bancaria la situación. Así mismo también a la compañía de la luz. Aquí nos sorprendimos mucho, pero entendimos que no hicieron aprecio adecuado; quizás para la compañía es insignificante la pérdida y lo asumen tal cual. 

Ahora entramos en cómo se altera la vida de los vecinos ante una situación semejante. ¡Tener que compartir la casa con unos okupas dentro!

Este edificio es muy pequeño. Tiene únicamente seis viviendas, y dos de ellas están ocupadas por inquilinos, el del 1ºA (vecino colindante) que inmediatamente entra en shock y amenaza con abandonar la vivienda. Después de tranquilizarle y proporcionarle todas las medidas de seguridad posibles (un nuevo cerrojo FAC), se retracta y comunica que va a dar una tregua al propietario.

El vecino del 2º B, también alquilado, informa verbalmente al propietario de que a partir de ese momento va a dejar de pagar el alquiler: alega que, si tan fácilmente se puede ocupar una vivienda, ellos están igual, que tampoco tienen casa y tienen el mismo derecho. No quieren cargar con ese gasto. Está claro que hay que batallar y hacerles razonar para, primero, comprenderlos un poco, y después desarmar sus argumentos. Acuerdan finalmente que van a dejan correr los días hasta más ver. 

El resto de los propietarios están muy preocupados, confundidos..., asustados sería la palabra exacta. También para la comunidad de propietarios es un problema. Las entidades bancarias tienen unos gestores para administrar los gastos de los inmuebles incautados (sería la expresión), y tienes que entenderte más mal que bien (porque cambian continuamente de gestora) para reclamarles los gastos derivados de dicha vivienda: comunidad, agua, gas, limpieza, derramas, etc. Otro trastorno añadido. 

Sabemos que el grupo de okupas lo componen una pareja de adultos con dos niños menores. Como presidenta intento razonar con la pareja, pero es imposible con este colectivo; ellos se justifican comentando que están alquilados, que abonan el alquiler a un señor de etnia gitana que es el que les ha facilitado la llave de la vivienda, pero no así la del portal (hablaremos más tarde de esta segunda llave).

Dentro de lo que cabe esperar, mira que tener que decir todavía que se ha tenido suerte, que no tienen los vecinos a unos desalmados viviendo con ellos puerta con puerta... Eso sí, los okupas invadieron la vivienda del primer piso, y acceden a ella en dos zancadas. Hay que aclarar que intentan todo el tiempo pasar totalmente desapercibidos, no utilizan las terrazas, no dejan salir a los niños para no ser vistos e intentan no crear problemas. Pero eso sí, la comunidad ha tenido que hacer frente a un gasto extraordinario. Resulta que, como no les facilitaron la llave del portal, estos individuos funcionan así, a porrazos, y golpean la puerta del portal continuamente hasta que saltan la cerradura. Fueron innumerables las veces que, a medida que las estropeaban, la comunidad las reponía. Ellos continuaban con la misma actitud, y fue tal el problema que se creyó que había que encontrarle una solución. Se llegó de mutuo acuerdo con los vecinos al convencimiento de que, en beneficio de todos, había que facilitarles la llave del portal. 

¿Cómo lo ven? ¡Así, sin más!

Los policías hicieron acto de presencia en un momento concreto, estuvieron recabando información de los vecinos. Se sabe poco más. Seguramente seguirían con el procedimiento.

¿Conflictos a nivel de Comunidad? Todos los que genera una situación semejante.

Centrándonos en estos okupas concretos, como no conocemos sus circunstancias personales, sucedió que el okupa adulto terminó en la cárcel cuando llevaban viviendo en nuestro edificio un año y medio aproximadamente. No sabemos cómo, pero a los pocos días de estar interno, apareció muerto en el recinto carcelario. Una pena, pero para la comunidad de propietarios otro problema añadido, tenemos a una adulta con dos niños menores en la referida vivienda.

La última información que nos facilitó la entidad bancaria es la siguiente: llegaron a un acuerdo el SAREB y el Ayuntamiento de Madrid para que se les facilitara una serie de viviendas, para así ellos destinarlas a diferentes colectivos, los llamados alquileres sociales, estableciendo, eso sí, un tiempo prudencial. En el caso que nos ocupa, una de ellas se la ofrecieron a esta pareja. En el momento actual, y por un problemilla de comunidad, la mujer comentó que ya estaba en marcha el proceso de desahucio. Llevamos ya en esta situación tres años y seis meses.

Estas personas que ocupan infinidad de viviendas, en muchos casos están respaldadas por ONGs y distintos colectivos para ayudarles a resistir las presiones a las que se ven sometidos, apoyándoles con manifestaciones bien intencionadas, muy aparatosas. Cuando, pasado el tiempo, vienen a ejecutar la orden de desahucio, es muy triste, la verdad. Pero, ¿qué hay de la intranquilidad que se ha instalado en la sociedad? Las ocupaciones son, seguramente, muy problemáticas y, en algún caso será justificado, no lo dudo, pero ¿y el abuso?

—¿Y qué hay del problema tan horroroso que se le plantea a una familia al ser invadido su hogar y quedarse en la calle por no se sabe cuánto tiempo? ¿Y ese drama?

Lo que sí sabemos es que no lo resuelven el, o los, Organismos. No ofrecen soluciones, y la pelota ya se ha hecho muy grande.

A quien corresponda, no están sabiendo poner coto a un problema tan grande y tristemente tan común en la sociedad. Comprobar con qué indolencia tratan nuestras autoridades estas ocupaciones es tremendo. Resuélvanlo de una vez por todas: el nivel de intranquilidad es ya insostenible.

jueves, 8 de octubre de 2020

Mi experiencia COVID-19

La imagen es gentileza de José Luis López Saura

Haced caso a los consejos que dan desde el Ministerio de Sanidad sea cual sea vuestra ideología política, porque esto no es un cuento. Yo soy una privilegiada que puedo contar mi historia, pero otras se han quedado en el camino, por desgracia. Sobre todo, haced el bien y no miréis a quién.

Por Tamara Fernández

Soy auxiliar de geriatría, y con tan solo 35 años he sabido lo que es estar al borde de ese abismo llamado muerte. 

El día 4 de abril de 2020 quedará grabado en mi cabeza toda mi vida. Me levanté por la mañana después de haberme tirado el día anterior 16 horas trabajando en la residencia con malestar general, fiebre de 38,5, tos seca, dolor de garganta y pecho y dificultad respiratoria. Con ese cuadro, llamé al centro de salud, el cual mandó una ambulancia a mi casa de inmediato para llevarme al hospital.

Cuando llegué al hospital, lo primero que hicieron fue hacerme una placa de tórax, una analítica y una PCR y me pasaron a la Unidad COVID-19. Después de dos horas de espera y con el oxígeno puesto, sola, sin ningún familiar a tu lado, se me cayó el mundo encima. Me dijeron que tenía una neumonía bilateral compatible con COVID-19 y que la analítica y la PCR terminarían de confirmarlo horas más tarde. Me dijeron que mi estado era grave y que me tenía que quedar ingresada. Por falta de sitio me mandaron al hospital que montó la Comunidad de Madrid en IFEMA. El traslado fue un poco surrealista, puesto que nos metieron en un autobús medicalizado a todas las infectadas de COVID-19 como ovejas que van al matadero.

A mi llegada a dicho hospital me tuvieron que meter en la zona denominada allí "UVI", porque mi saturación de oxígeno era muy baja y por la gravedad de mi estado. Estuve ingresada durante 8 días, sin apetito, hablando con mi familia por videollamada, llorando a cada rato en silencio.

Cuando ya por fin el médico me dio el alta del hospital, tuve que estar en casa 45 días más encerrada en una habitación viendo a mi hija por una ventana y a mi marido a dos metros de mí dejándome la comida en la puerta de la habitación, como si estuviera en una celda de castigo de cualquier cárcel. 

Para mi desgracia, la COVID-19 me ha dejado lesiones en los pulmones y corazón,  y un recuerdo de soledad de por vida. Y como agradecimiento a la dedicación en mi trabajo, el lugar donde me contagié, me han despedido sin piedad alguna; ahí es donde se demuestra una vez más que para los empresarios somos un numero de empleado o de seguridad social, llámalo como quieras, y que nuestras vidas les importan más bien poco.

sábado, 4 de mayo de 2019

Una mujer momificada

En Valencia aparece está noticia tan triste. ¡Ni más ni menos que 4 años! ¿Qué ha fallado en tu vida, que al final de tus días no le importaras a nadie y, absolutamente nadie, te echara siquiera en falta? ¿Tan solita estabas? Estamos muy asombrados, yo y muchas personas más. Parece ser que algún vecino comentó que habías trabajado muchos años en Argentina, y pensaban que, como habías comentado en algún momento, tenias una amiga en ese país. Pues pensaron que quizá te habías desplazado allí a vivir con ella, y no les extraño tampoco que no te despidieras de nadie, pero, después de lo acontecido…

Solo es intentar comprenderlo pero aún así es tremendo. Y esa entidad bancaria que no reclamó tu presencia en cuatro años para verificar que vivías como es su deber, para seguir pagándote tú pensión reglamentaria... Pero que mala suerte que haya tenido que ser así.

Este es uno más, pero también es verdad que es otro de los que poco a poco están apareciendo. En Vitoria el 3 de Octubre del 2018 también descubren después de 8 años a otra mujer. No se le sabía de ningún amigo, según interpretación de alguno de sus vecinos. Al menos fue lo que declararon ellos.

En Culleredo, Galicia, en julio de 2017 aparece la noticia de otra mujer que llevaba otros 7 años momificada. Estoy segura que también habrá otra historia triste detrás de este suceso. Yo no he tenido noticias o quizás será que me ha impactado menos, ¿qué está pasando con nuestros mayores?

Esto de normal no tiene nada. La realidad es que, vivimos en una sociedad en la que vamos corriendo, los unos y los otros, y, en algunos casos, atropelladamente. Solo vemos lo que nos interesa, lo nuestro ¿me equivoco mucho? Vamos de una noticia a otra y no nos paramos a pensar. Pues unas veces será así y otras no. Pues claro que los mayores a estas alturas tenemos mucho tiempo, pero si somos justos eso no se lo podemos pedir a nuestros hijos. Ellos todo el día corriendo con sus trabajos, sus niños, sus obligaciones. En muchos casos llegan al fin de semana cansadísimos, como hemos hecho cada hijo de vecino en otro momento de nuestra vida. Me estoy justificando, seguramente será así y no miramos un poquito más a nuestro entorno, entonces nos encontramos con que, conocemos muy poco de la vida de las personas que nos rodean. Es justo decir que, al cambiar la sociedad tanto, no vemos al vecino que tenemos al delante, y, con todos los respetos, no es aquel maravilloso y, algunas veces, “cotillo” vecino de antaño, que estaba para todo lo bueno y sobre todo para todo lo malo. Nos hemos alejado mucho unos de otros, seguramente por la forma de vivir, aunque nosotros todavía funcionamos así. Por otro lado tenemos todo el tiempo para todo lo que queremos, y nuestros hijos también, pero, ¿cuantos de nuestros hijos casi no conocen a sus propios vecinos? Se lo están dejando por el camino y es un gran error, bajo mi punto de vista. La labor del vecino, independientemente de que no sea la de antes, es muy importante, porque tener un buen vecino es un tesoro al que debemos de cuidar y mucho.

En el caso que nos ocupa, podría ser que también hay muchas personas muy introvertidas y no les gusta compartir sus “cosas” con nadie, y, si es así, no digo nada ¿Cómo ayudas? ¿Y su familia? que no se cuido de interesarse por ellos ¿No tenias ninguna familia?

Cuanto más grande es la ciudad, la persona que no tiene compañía se siente más sola. El perito Carlos López de Sosoaga quien fuera forense del Palacio de Justicia, comentó ya en el 2018 que éste tipo de casos cada vez van a ser más comunes. De hecho, ya lo son en las grandes ciudades.

Amelia G. Luengo

sábado, 15 de diciembre de 2018

Quien me orienta mi clic



                                                                   ANTES DEL CLIC

La trepidante velocidad de la vida, nos lleva a designar como antiguas  vivencias de  décadas pasadas.
    Pues bien, antiguamente se educaba a pie de calle. Cualquier persona mayor, para los
niños de entonces, era una autoridad, a quien respetar, y de quien aprender algo. Cuando  enmendaban las acciones que consideraban faltas de educación o prevenían de algún daño y peligro,  presente o futuro. Un ejemplo: Eran habituales las indicaciones sobre las palabras adecuadas,  correcciones en los modales y en el hablar, la educación y la cortesía.
    Viendo a un bebe el otro dia con un movil que era mas grande que el, y manejaba con su dedito. Pense en una de aquellas lecciones más repetidas, era la de no señalar a nadie, cuando fácilmente el índice se dirigía hacia  alguna persona, que por el motivo que fuera constituía la razón  de nuestro interés.
    ¡Ese dedo!, se oía decir muchas veces. ¡Que no se señala a nadie! Se apostillaba a
continuación. Y como las gotas de agua que van dejando surco en  la roca, esas normas de educación y buenas maneras, se fueron cincelando con espontaneidad y firmeza, en nuestro aprendizaje, en nuestra forma de vivir y de estar.
   En uno de esos pasos de gigante, en el que vivimos, llegamos a  la era de la tecnología. Florecieron de modo incontrolado las redes sociales. En un clic nos trasladamos a las antípodas y somos capaces de  recorrer el universo entero sin mover más que un dedo.
     Y ahora la pregunta ¿quién corrige ese dedo que desde el anonimato puede señalar, criticar, difamar o falsear la verdad? ¿Fueron los tiempos pasados, mejor?
   Sobre esto también habría mucho que decir, pero la realidad es que con cada invento, o descubrimiento.  La humanidad avanza a golpe de vaivenes, siempre oscilando en medio de un balanceo  entre el bien y el mal.
   
Desde  los moradores de las cuevas de Altamira, hasta los habitantes de las   grandes ciudades, el ser humano posee una dignidad merecedora de respeto y deferencia. Ni lo moderno es bueno por antonomasia, ni lo antiguo malo por descarte.
     Nuestros abuelos aprendieron con el Catón de lectura y escritura.

  Entre los años 50  y 60 del siglo pasado, los estudiantes recibieron su formación con la  Enciclopedia Álvarez. Que contenía materias como: Historia de España, Historia Sagrada, Lengua Española, Aritmética, Geometría, Geografía, Ciencias de la Naturaleza, Formación Familiar y Social, Higiene, Lecciones Conmemorativas, Conmemoraciones escolares y Formación Político-social.
  Con  los chicos de la EGB llegó el moderno sistema de fichas y trabajos en equipo. Hoy nos enfrentamos en las aulas al reto de la digitalización, y  se precisa de  un ordenador o Tablet para impartir las materias, hacer los deberes o realizar un examen. Y estas innovaciónes no han hecho más que empezar.
    Sea como fuere, en una u otra etapa siempre se ha  requerido mucha valentía, arrojo y decisión para decir siempre la verdad, para tener, con los demás, comportamientos transparentes y  obrar de forma recta y clara. Ser honestos y actuar de manera ética. Esto sobrepasa el tiempo y la ciencia. Es una herencia recibida, inherente al hombre que por encima de cualquier dicha o pesar reclama su puesto. Me remito a lo que me movió  a escribir este articulo. Y ahora ¿quien orienta, donde tienen que poner el clic? a los niños, a los adolescentes.etc.
  Y no digamos a la hora de reenviar...en las redes sociales. Quizás , sin  leer del todo la noticia, sin informarme con otras fuentes de su veracidad, especialmente si detrás esta la fama, la honra o  perjudica a terceros. La fama es muy fácil quitarla, pero muy difícil restituirla
  Creo que no estaría mal , informarnos de la maravilla de este instrumento. Pero también de como utilizarlo, y del mal uso que podemos hacer. Al que todos estamos espuestos.

Para finalizar nuestra reflexión traigo un texto del gran matemático árabe Al Khwarizmi:
“Le preguntaron  sobre el valor del ser humano y respondió:
Si tiene ética su valor es igual a 1.
Si además es inteligente, agréguele un cero y su valor será 10.
Si también es rico, súmele otro cero y será 100.
Si por sobre todo eso es, además, una bella persona, agréguele otro cero y su valor será 1.000.
Pero si pierde el 1, que corresponde a la ética, perderá todo su valor, pues solamente le quedan los ceros sin ningún valor   
                                                                              Lucía.  Sanz
       

viernes, 2 de noviembre de 2018

Con el poder del amor (3) Matrimonio

   MATRIMONIO


  A raíz del libro de Ana Karenina

 Desde que existe la humanidad, el hombre y la mujer se unieron, formando una familia. Sin la seriedad de este vínculo-compromiso hubiera sido imposible la propagación de la especie. El ser humano supera en inteligencia a la mayoría de las especies animales, pero su proceso de aprendizaje, de autosuficiencia y maduración es muy lento. Por lo que necesita nacer, crecer, desarrollarse al amparo y protección de una familia. Y tanto el padre, la madre, los hermanos, tienes un papel fundamental en este desarrollo.
  ¿Qué implicaciones tiene casarse frente a otro tipo de uniones? La fundamental es que queremos un proyecto de vida común definitivo, tuyo y mío. No que cada uno tenga su proyecto de vida y coincidamos en nuestra relación de pareja, reservando parte de nuestra vida y sin darnos del todo. Un proyecto de vida, que crece y se desarrolla a lo largo de los años. 
– Una pareja decide casarse al descubrir que quiere que ese amor que viven el uno con el otro sea algo definitivo. “Queremos que esto esté siempre en nuestra vida. Quiero que tú estés siempre en mi vida. Quiero estar siempre en tu vida”. Esto marca a diferencia entre otro tipo de relación. El nivel de confianza y de entrega al otro, es superior.Y pide ser acogido también con un grado de confianza y de amor mayor.;  Es cerrar el círculo de un amor que se da del todo, es recibido del todo y es correspondido del todo. Cuando digo “del todo” me refiero al deseo y la intención. Esta va creciendo con el tiempo, la convivencia, las dificultades, incluso las crisis, pues son estas, las que nos hacen  crecer y madurar.


"  Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba, su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."
     El matrimonio no es un acto social, algo que tenemos que asumir… Pero si lo asumimos es para vivirlo con fidelidad, que suele ser proporcional a la felicidad.
   El noviazgo es un tiempo de rodaje. tiene que haber desencuentros, enfados, discusiones serias. En esos momentos surgen las cosas  que cuestan del otro o de nosotros mismos, sin ellos ese amor no es real. Es esa época de valoración. Si superamos los desencuentros, nos hacen crecer, si somos capaces de ir adaptándonos el uno al otro, y para esto es esta etapa
 Serpujovskói—en su conversación con wronski, "La mujer es la piedra de toque en la carrera del hombre. La única manera de no verse reducido a la inacción por el amor es casarse. ¿Cómo te explicaré esto? —continuó el general, a quien agradaban mucho las comparaciones—. Supongamos que llevas una carga; mientras no te la sujeten al hombro, de poco te servirán las manos; y esto es lo que me ha sucedido a mí al casarme, pues ya las tenía sujetas, y después me quedaron libres; pero llevar esa carga sin el casamiento es imposibilitarse para toda acción."
  “Hoy no estamos acostumbrados a algo que dure  toda la vida. Vivimos en una cultura de lo
provisional, “Todo lo que nos rodea cambia, las personas van y vienen en nuestras vidas, las promesas se hacen, pero con frecuencia no se cumplen o se rompen”. Pero me pregunto y os pregunto“ ¿Pero, es verdad que nada precioso pueda durar? - Mucha gente querría elegir un amor definitivo, pero tiene miedo. Y es lógica esta incertidumbre.
   En el comienzo del matrimonio concurren dos perfiles Psicológicos, dos biografías personales, dos culturas, dos familias y dos estilos de vida que hay que ensamblar.
 No te enamoras de los defectos; te enamoras de la persona. Al principio, solo ves lo bonito, lo bueno: si es guapo, simpático, cariñoso, etc. Esta atracción no destaca los defectos ni lo negativo o menos positivo.
 Pero si se queda en esto, la relación es inmadura. Por eso tiene que venir un segundo momento que algunos llaman de “desilusión” y que a mí me gusta llamar de “realismo.”  Te das cuenta que tiene todas esas cosas buenas, que te han atraído, y que, además, tiene otras cosas menos buenas. Y sin embargo, te sigue gustando, porque ves a la persona más allá de sus defectos e imperfecciones. En ese segundo paso puedes decidir. Continuar o dejarlo. 
 Por eso el noviazgo tiene fecha de caducidad. Si cuando ya se conocen los novios no se plantean: Si quieren o no un proyecto de vida junta, ¿adónde va ese camino? Y si el camino no va a ninguna parte, ¿qué sentido tiene esa relación? – Hay que hablar mucho, conocerse, confiar. Si hay algo que para el otro es fundamental y yo no puedo respetarlo, la relación no debe, ni podrá continuar.
  De todas formas, la voluntad de estar juntos es poderosísima para construir una vida: Es importante,  que los hijos vean que nos queremos también cuando no nos aguantamos. Nos fijamos demasiado en las dificultades y las crisis, y nos olvidamos de lo bueno y las alegrías compartidas, con las personas a las que quieres. Y este  fruto de nuestra  relación, no a sido la travesía del desierto.
   “Vemos la relacción de Ketty con Levin. Los dos se enriquecen, se complementan, son muy distintos pero tienen un amor y veneración mutuos, que juntos superan y están dispuestos a no mancillar y poner en peligro este amor. Pues el amor se fragua a lo largo de la vida”

    – Querer a alguien es arriesgarse. No puedes controlar todo; lo que sí puedes decir es: “Yo quiero quererte”. Y puedes decir todos los días: “Te voy a querer mañana”, 
 "  Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."      
            
Lucía Sanz

lunes, 15 de octubre de 2018

Bulos en Internet





¿Qué haces cuando te llega a tu WhatsApp un mensaje inusual?

No hace mucho recibí uno, de un buen amigo, que por supuesto era falso, seguramente que tú también lo conoces.


“En los próximos días WhatsApp será facturado. Si tienes diez contactos envíales este mensaje. Ellos verán que eres asiduo a esta App y tu logo se volverá azul y esta aplicación seguirá siendo gratuita”.


Este es uno de los muchos ejemplos de mensajes que recibimos en nuestros móviles, redes sociales y correos electrónicos y que por supuesto en el 99% de los casos son falsos.


Los motivos de estos bulos pueden ser de distinto pelaje y naturaleza. Da igual cuál sea la catástrofe o el hallazgo, pagar por el WhatsApp, salvar a un niño enfermo, encontrar la cura para el cáncer, lo más importante es que reenvíes ese mensaje a tus contactos lo antes posible, y a cuantos más mejor.


Cuando estas cadenas se enviaban por email, el objetivo del remitente era hacerse con una  amplia lista de direcciones de correos electrónicos a la que luego mandarles spam sin compasión. Ahora, puede que el único motivo sea, simple y llanamente, reírse a carcajadas cuando compruebe los miles de personas que han caído en su trampa.


También existe el denominado phishing (suplantación de identidad) especialmente de bancos, grandes empresas y hasta de la Agencia Tributaria.


Existen también mensajes horripilantes. Cada vez que un mensaje de alerta viene iniciado por: “Esto se tiene que saber”, “Esto tiene que dar la vuelta al mundo”, o cualquier otro eslogan sobrecogedor, el riesgo de que se trate de un fake (falso) se dispara. Si la información te alerta sobre una catástrofe de magnitudes estratosféricas como fumigaciones masivas del planeta, atentados organizados a escala mundial, conspiraciones en la sombra, es muy probable que sea mentira.


Algunos de ellos resultan ser claramente actos delictivos, ya que de forma engañosa se apropian de datos privados de forma ilícita e incluso algunos están considerados como estafas.


Hay que ser conscientes de todo esto. Todos somos el blanco perfecto. Para ello primero es necesario identificar los engaños, tenemos que pararnos, razonar y emplear el sentido común. Hay que leer e interpretar el mensaje, la forma en que está escrito, el tema del que trata, o en el caso de que sea un correo intentar averiguar al remitente.


Dejando aparte la vida real, Internet se ha convertido, por desgracia, en otro medio para el fraude y todos somos vulnerables. Estar informados y formados es básico.


Antes de creerte lo primero que leas, comprueba que sea verdad. Pero no lo compruebes preguntándole a tu vecino del cuarto B o al primer listillo de clase, pregunta a un experto en la materia. Si la información es sobre enfermedades, pregúntale a tu médico; si es sobre compuestos químicos, pregúntale a tu profesor de química; si es sobre política, pregúntale a Cristina Pardo. Si cualquiera de estos lo niega, por favor, no le acuses de estar a sueldo de no sé cuántas multinacionales secretas o asociaciones conspiradoras.


En Internet existen páginas fiables que nos pueden ayudar y sacarnos de dudas, y por supuesto no dudar en acudir a la Policía si vemos que se nos escapa de las manos.


Os transmito un consejo, muy sabio, que un buen amigo me dio hace poco:

La próxima vez que recibas una información y sospeches que sea dudosa, no la reenvies de inmediato. Ante todo, reflexiona, ¿tiene sentido? ¿Dónde puedo comprobarlo? ¿A quién puedo preguntar?

Hazte todas estas preguntas antes de compartir completas barbaridades.




P. Sardinero



jueves, 30 de agosto de 2018

El caos de las toallitas húmedas

Las toallitas húmedas están de moda. Si bien se trata de un artículo muy práctico cuando no tenemos acceso a agua y jabón, su consumo desmesurado y su mal uso han provocado un grave problema de contaminación.


En los últimos años, las toallitas húmedas han pasado de ser exclusivamente para limpiar a los recién nacidos a emplearse para quitar suciedad a coches, zapatos, gafas, muebles, o para desmaquillarse. Las hay de muchos tipos y para distintos usos, y en todos los casos se presentan como la solución ideal de usar y tirar.

Las toallitas húmedas están hechas con fibras muy resistentes y tardan en desintegrarse bastante tiempo a diferencia del papel higiénico convencional. Éstas se juntan con otros productos de cuidado personal que lanzamos de forma desacertada al inodoro, como pañales, compresas o tampones, y con el tiempo crean una masa de residuos sólidos que se adhiere a cualquier curva en el sistema de alcantarillado provocando grandes atascos.

No hace falta imaginárselo, todos hemos visto en la tele imágenes relacionadas con este desastre medio ambiental tan impactante.

El pasado octubre, en Valencia, una bola de casi un kilómetro de longitud obstruía la conducción principal de aguas residuales de la ciudad. Esta masa compacta y espesa era todavía más grande que la que causó estragos en San Sebastián en el pasado septiembre. Además de obstruir la red de saneamiento, pueden llegar prácticamente intactas a ríos y mares después de pasar por depuradoras que no pueden tratarlas o como consecuencia de un reventón como pasó en noviembre en Ibiza.

Estos restos al llegar al mar o a nuestros ríos son confundidos con alimento por peces, aves y mamíferos que pueden acabar muriendo ahogados tras ingerirlos. En otras ocasiones, las sustancias entran a formar parte de la cadena alimentaria. Además del daño medioambiental, la eliminación de las toallitas higiénicas tiene un gran coste económico. En Europa, el tratamiento de estos residuos cuesta entre 500 y 1.000 millones de euros al año. En España, la Asociación española de Abastecimientos de aguas y saneamiento ha cuantificado las pérdidas en 200 millones de euros cada año. Un importe que pagamos entre todos.

Todo esto es evitable, bastaría con utilizar las toallitas ocasionalmente, optar por comprar aquellas que van en envases flexibles y no rígidos y, principalmente, nunca tirarlas al váter, incluso si en sus etiquetas pone que el producto es desechable.

Para lograrlo y acabar con el monstruo de las cloacas, las administraciones se están poniendo las pilas. El PSOE propuso impulsar una campaña institucional para alertar a los consumidores sobre las consecuencias medioambientales y económicas del uso inadecuado de este producto, haciendo especial hincapié en recomendar su uso ocasional y en que no deben de arrojarse al inodoro. Asimismo, la propuesta incluye que se obligue a los fabricantes a poner en el etiquetado, siempre y de forma destacada, que no deben tirarse por el váter por el peligro de atasco en cañerías y depuradoras y que se prohíba la utilización de mensajes que induzcan al comprador a considerar que estos productos son sostenibles, biodegradables o similares al papel higiénico.

Hay que reeducar a la ciudadanía en sus conductas diarias advirtiéndoles del daño medioambiental que estos productos provocan. Sinceramente pienso que es la única forma de garantizar que los productos de cuidado personal no entren en el sistema de aguas residuales. Es vital para revertir la situación concienciar a la gente de que el WC no es el lugar idóneo para deshacernos de cualquier residuo doméstico.

En definitiva, tenemos que ser conscientes con nuestro comportamiento para preservar el medio ambiente, no basta con las campañas informativas de organizaciones medioambientales o la difusión de recomendaciones por parte de las administraciones para concienciar a los consumidores. Con un simple gesto tuyo este problema desaparecería.

Es muy fácil, No las tires al inodoro, No alimentes al monstruo. No utilices el inodoro como “cubo de basura”.

P. Sardinero