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domingo, 24 de marzo de 2019

Con el poder del amor (IV) Maternidad


En este escalón de la vida. En el que la palabra ser madre casi no se quiere pronunciar. Al menos pronunciar con orgullo. Me han venido a la mente y el corazón, recuerdos, quizás añoranzas de la mia. Es posible que a todos no les suceda lo mismo. Se que han cambiado las cosas, las circunstancias que nos rodean. Pero no el papel insustituible de ésta.

Quiero componer un canto a la maternidad, y a esas madres buenas y generosas que pasaron y pasan ocultas, a las que tanto debemos. No eran ignorantes ni cortas de miras. Pero, y eso te lo confirmo, eran valientes y tenían un coraje de heroínas. No se les ponía nada por delante y la mayoría de ellas eran polifacéticas. Puedo hablar de la mía: Era matrona, enfermera, modista, profesora, peluquera, cocinaba de chuparte los dedos. Era limpia, ordenada, era economista, pues con muy poco dinero hacia auténticos milagros; era empresaria, cuentacuentos, etc., era todo.

Si alguien se atreve a debatirme que no eran nadie, que tan sólo eran, amas de casa, esposas y madres, me gustaría tener un cara a cara para comparar quién es más completa. No tuvieron másteres, quizás no estudiaron cursos superiores, pero se han abierto camino en la universidad de la vida, cursando todas las ciencias.

Como decía, ha cambiado muy deprisa la vida, ¿para mejor?, ¿para peor? No. Es lo que toca, Pero, con mucho respeto y veneración, por las que eligieron y eligen esta misión. No como esclavas, sino muy libres. ¿Con complejo de inferioridad? Te puedo asegurar que no. Pues eran los cimientos del hogar, los niños no poseíamos gran cosa, pero eramos muy felices, no teníamos el estrés y la inseguridad que tienen muchos niños de ahora. Lo tienen todo, pero pasan 12 horas fuera de casa, en muchas actividades y muy poco tiempo con su familia, llegan agotados todos a la tarde noche a la casa y toca; ducha, cena, cama. No hay tiempo, no hay espacios familiares para expandirse, contar, preguntar, compartir, etc. Incluso en estos cortos espacios, asume el protagonismo, la omnipresencia de la televisión, móviles, play. etc

Después de este preámbulo, quiero agradecer, dar luz a tantas madres. Que lucen a la sombra de sus maridos, hijos, nietos etc. Y logran mantener, como una piña, a la familia unida.

Yo voy cumpliendo años y casi me acerco a los que tenía mi madre cuando partió al cielo, me doy cuenta que desde aquí, se sigue sintiendo la lozanía que regala la existencia y que aún queda mucho por hacer, muchas cosas por las que asombrarse y compartir, deseos y proyectos que alcanzar, en definitiva, ganas de vivir, reír, anhelar y esperar.

Que poco cálculo tienen los jóvenes y, menos aún, los niños de lo que realmente hace el paso del tiempo en las personas. Parece que los que nos rodean siempre han estado ahí y que siempre seguirán, aguardando y ayudando.

La fuerza de la inexperiencia, cuando somos jóvenes y tenemos todo un porvenir por delante, nos hace correr mirando siempre al frente, con la aspiración de conquistar metas en el estudio, en el deporte, en los bocetos de futuro que toda juventud se fragua. Al mismo tiempo que el almanaque sigue adelante consumiendo con ritmo acompasado días, semanas, meses, años, que, en un suspiro, se van.

Aunque un hijo siempre será un niño para su madre, el poso que van dejando los intrincados caminos de la vida, nos hacen más reflexivos, más serenos y ponderados. Maduran el cuerpo y el espíritu. Surgen nuevos proyectos, nuevas etapas que toca asumir, a veces con sorpresas, como un regalo, otras con desganas, pero en todos los casos como una obligación que no se puede eludir. Se despierta el deseo, convertido en añoranza, de tener cerca el abrigo del corazón materno. Ese corazón, que llenaba de grandeza lo más pequeño e inapreciable, siempre dispuesto, alegre y amable… ¡Quién mejor que ella para poder compartir vivencias, reveses, sinsabores y escuchar nuestras experiencias!

Mientras el sol de la vida avanza superando algo más del medio día, fue: Cuando supe quien eras. Lo que realmente significabas, el lugar que en la vida te tocó ocupar. Cuando supe quién eras pude explorar la eternidad, buscando entre los recuerdos la piedra preciosa que tantas veces, en el espejo de tus ojos, vi brillar. Tu incesante actividad y tu firme voluntad. Fueron la fuerza impulsora para conquistar nuestro futuro. Y siempre un refugio de paz, un faro de luz. Esperanza hecha sonrisa.

En el cielo, las madres, deben tener una tribuna muy especial. "Singularísimas cooperadoras de Dios en la transmisión de la vida humana" anidaron en sus entrañas un nuevo ser. Portadoras de amor y de vida. Confirmado queda, por muchos testimonios, el vínculo de unión que alimenta el corazón del hijo sin que lo impidan la distancia o el tiempo. ¡No sé dónde estará el quid, la esencia o la razón de este incomprensible misterio! Algo divino lo envuelve. El papel irreemplazable y necesario de una madre, su valor no tiene medida que lo encuadre

El día que supe quien eras un clandestino dolor quiso hacer presa en mi alma. Ella, que educó mi corazón a la luz de la fe, con la naturalidad de una fuente constante de agua mansa y serena, también dejó señalado el camino por donde dirigir mis pasos vacilantes o dudosos, cuando, inevitablemente apareciesen el dolor, las penas o sinsabores: La columna invisible de valores que sembraste en mi, discretamente arraigada, hecha vida con espontaneidad y cuajada en sencillas obras. 

Muchos acontecimientos se celebran frecuentemente en el mundo, pero “El día de la madre” es el que más se merece una celebración; un homenaje al amor más tierno, más desinteresado y más hermoso que pueda existir.

“Los grandes hombres se forman en las rodillas de sus madres”; todo hombre, por tanto, tiene necesidad de una madre. A esta ley humana no escapa la vida. Incluso Jesús quiso tener una Madre en la tierra que también lo es de toda la Humanidad.

El día que supe quien eras, también comprendí, que nunca quedaría huérfana, pues de ti aprendí a querer, con particular afecto y devoción a la Virgen bajo cuyo manto me cobijo

Ojalá que todas las mujeres se sientan orgullosas, felices de su maternidad, pues eso es lo más grande que han recibido. Que se sientan felices con sus hijos, orgullosas de sus hijos, realizadas en ellos, en su misión de madres por encima de cualquier cosa en su vida.

Otras tareas, profesión u oficios pueden añadir algo a su persona, pero ninguna como la gloria y la alegría de ser madres y sentirse llamadas mamá.

Lucia Sanz

viernes, 2 de noviembre de 2018

Con el poder del amor (3) Matrimonio

   MATRIMONIO


  A raíz del libro de Ana Karenina

 Desde que existe la humanidad, el hombre y la mujer se unieron, formando una familia. Sin la seriedad de este vínculo-compromiso hubiera sido imposible la propagación de la especie. El ser humano supera en inteligencia a la mayoría de las especies animales, pero su proceso de aprendizaje, de autosuficiencia y maduración es muy lento. Por lo que necesita nacer, crecer, desarrollarse al amparo y protección de una familia. Y tanto el padre, la madre, los hermanos, tienes un papel fundamental en este desarrollo.
  ¿Qué implicaciones tiene casarse frente a otro tipo de uniones? La fundamental es que queremos un proyecto de vida común definitivo, tuyo y mío. No que cada uno tenga su proyecto de vida y coincidamos en nuestra relación de pareja, reservando parte de nuestra vida y sin darnos del todo. Un proyecto de vida, que crece y se desarrolla a lo largo de los años. 
– Una pareja decide casarse al descubrir que quiere que ese amor que viven el uno con el otro sea algo definitivo. “Queremos que esto esté siempre en nuestra vida. Quiero que tú estés siempre en mi vida. Quiero estar siempre en tu vida”. Esto marca a diferencia entre otro tipo de relación. El nivel de confianza y de entrega al otro, es superior.Y pide ser acogido también con un grado de confianza y de amor mayor.;  Es cerrar el círculo de un amor que se da del todo, es recibido del todo y es correspondido del todo. Cuando digo “del todo” me refiero al deseo y la intención. Esta va creciendo con el tiempo, la convivencia, las dificultades, incluso las crisis, pues son estas, las que nos hacen  crecer y madurar.


"  Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba, su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."
     El matrimonio no es un acto social, algo que tenemos que asumir… Pero si lo asumimos es para vivirlo con fidelidad, que suele ser proporcional a la felicidad.
   El noviazgo es un tiempo de rodaje. tiene que haber desencuentros, enfados, discusiones serias. En esos momentos surgen las cosas  que cuestan del otro o de nosotros mismos, sin ellos ese amor no es real. Es esa época de valoración. Si superamos los desencuentros, nos hacen crecer, si somos capaces de ir adaptándonos el uno al otro, y para esto es esta etapa
 Serpujovskói—en su conversación con wronski, "La mujer es la piedra de toque en la carrera del hombre. La única manera de no verse reducido a la inacción por el amor es casarse. ¿Cómo te explicaré esto? —continuó el general, a quien agradaban mucho las comparaciones—. Supongamos que llevas una carga; mientras no te la sujeten al hombro, de poco te servirán las manos; y esto es lo que me ha sucedido a mí al casarme, pues ya las tenía sujetas, y después me quedaron libres; pero llevar esa carga sin el casamiento es imposibilitarse para toda acción."
  “Hoy no estamos acostumbrados a algo que dure  toda la vida. Vivimos en una cultura de lo
provisional, “Todo lo que nos rodea cambia, las personas van y vienen en nuestras vidas, las promesas se hacen, pero con frecuencia no se cumplen o se rompen”. Pero me pregunto y os pregunto“ ¿Pero, es verdad que nada precioso pueda durar? - Mucha gente querría elegir un amor definitivo, pero tiene miedo. Y es lógica esta incertidumbre.
   En el comienzo del matrimonio concurren dos perfiles Psicológicos, dos biografías personales, dos culturas, dos familias y dos estilos de vida que hay que ensamblar.
 No te enamoras de los defectos; te enamoras de la persona. Al principio, solo ves lo bonito, lo bueno: si es guapo, simpático, cariñoso, etc. Esta atracción no destaca los defectos ni lo negativo o menos positivo.
 Pero si se queda en esto, la relación es inmadura. Por eso tiene que venir un segundo momento que algunos llaman de “desilusión” y que a mí me gusta llamar de “realismo.”  Te das cuenta que tiene todas esas cosas buenas, que te han atraído, y que, además, tiene otras cosas menos buenas. Y sin embargo, te sigue gustando, porque ves a la persona más allá de sus defectos e imperfecciones. En ese segundo paso puedes decidir. Continuar o dejarlo. 
 Por eso el noviazgo tiene fecha de caducidad. Si cuando ya se conocen los novios no se plantean: Si quieren o no un proyecto de vida junta, ¿adónde va ese camino? Y si el camino no va a ninguna parte, ¿qué sentido tiene esa relación? – Hay que hablar mucho, conocerse, confiar. Si hay algo que para el otro es fundamental y yo no puedo respetarlo, la relación no debe, ni podrá continuar.
  De todas formas, la voluntad de estar juntos es poderosísima para construir una vida: Es importante,  que los hijos vean que nos queremos también cuando no nos aguantamos. Nos fijamos demasiado en las dificultades y las crisis, y nos olvidamos de lo bueno y las alegrías compartidas, con las personas a las que quieres. Y este  fruto de nuestra  relación, no a sido la travesía del desierto.
   “Vemos la relacción de Ketty con Levin. Los dos se enriquecen, se complementan, son muy distintos pero tienen un amor y veneración mutuos, que juntos superan y están dispuestos a no mancillar y poner en peligro este amor. Pues el amor se fragua a lo largo de la vida”

    – Querer a alguien es arriesgarse. No puedes controlar todo; lo que sí puedes decir es: “Yo quiero quererte”. Y puedes decir todos los días: “Te voy a querer mañana”, 
 "  Lievin no conservaba apenas recuerdos de su madre, pero su memoria le era sagrada. Y si se casaba su esposa debía semejarse mentalmente a ese ideal encantador y adorado. Para él no podía existir el amor fuera del matrimonio, y aun iba más allá; se imaginaba antes la familia, y después a la mujer que se la diese, de modo que sus ideas sobre el casamiento diferían mucho de las que profesaban los más de sus amigos, para los cuales el matrimonio representaba únicamente uno de los numerosos actos de la vida social; mientras que Lievin lo consideraba el más importante de la existencia, aquel de que dependía toda su felicidad."      
            
Lucía Sanz

lunes, 11 de junio de 2018

El poder del amor II (Noviazgo)

                                                            NOVIAZGO

  El AMOR no es algo que se hace, es algo que se vive, que crece, o se marchita. Algo vivo, que se conquista y manifiesta en el día a día. Que abarca todo mi ser, y las potencias de mi alma. Es un vivir para y por el amado. Y todo esto a veces sin manifestaciones externas llamativas. Pues las tiene muy variadas, en cada etapa de la vida.  
  El Amor es algo que nace pequeño, que para que arraigue necesita muchos cuidados, muchos desvelos,  y sacrificios, algo que  hay que mimar, abonarlo, llenar de detalles, no tener ojos para otra cosa que cuidar que no se marchite, que arraigue, que sus raíces sean profundas. Para poder construir sobre él, un proyecto en común y de familia.
  Siempre me conmueve ver algún matrimonio entrado en años, que continúan juntos. no soportándose, aunque se soporten, son una unidad, han cambiado en lo exterior, pero si uno transciende puede intuir cuantas vivencias, cuantas alegrías, penas, desvelos proyectos juntos. Ya no hay un amor bucólico Romántico...Pero se comunican con todos su ser y gestos, aunque no haya palabras. Valorémoslo ahora, no cuando falte uno de los dos.
  Amor en el noviazgo, preparándose, conociéndose, y queriéndonos como somos, llegamos a la decisión más grande de nuestra vida, proyectar y  formar un hogar,
 Una vez comenzado desde los cimientos, les será capaz de soportar las tormentas de la vida, los reveses propios, vivir muchas alegrías y siempre con el pensamiento “juntos podemos".
 Cultivar el amor es un conocimiento mutuo.  !qué poca importancia demos a esto!. La tiene; especialmente el no guardar rincones que no se quieren dar a conocer (infancia, familia, tendencias, enfermedades, traumas, modos de ser)  un noviazgo principalmente es esto,  conocerse. Si incluso creyendo que conocemos todo, hay muchas sorpresas, cuanto más si no se habla. Si se comienza por lo que tendría que ser la consecuencia del amor, no lo contrario algo físico, a veces muy egoísta, de saciar esa parte animal que todos tenemos. Pero como fin primordial, no consecuencia de este.
Este cultivar el amor, preparar juntos un proyecto de futuro, estar dispuesto por el otro a renunciar a tantas cosas que no suman, en este llegar a ser un solo cuerpo y alma.
Todo lo que acabo de escribir parece algo irreal bucólico. No se lleva, no se concibe ¡ y así van las cosas luego¡ cuando ponemos como me gusta expresar gráficamente el carro delante del burro.  El carro del placer, del egoísmo, de la infidelidad, de la mentira delante del burro del amor. Amar y ser amados, respetar y ser respetado, creer y ser creído etc.
No me he puesto seria, pero he tratado muy seriamente algo muy muy serio.
Cada vez damos más importante a la preparación profesional, se exige ser los mejores, se invierte toda clase de esfuerzo, muchos años de estudio, máster, prácticas, oposiciones, un sinfín de sacrificios. Y cuando se trata de preparación para el matrimonio, regateamos, todo, nos parece excesivo la dedicación de un tiempo en los cursillos prematrimoniales. Cuando es algo que debería continuar después, cuando más necesitamos apoyo, ayuda, pautas. De personas dedicadas a esta orientación familiar. Lo que suelen tener de bueno es que se obligan a ir los dos, por lo que los dos colaboran, suman en poner remedio, cuando lo hay, a conflictos que surgen, más cuando llega el primer retoño, que cambia la vida. Se dé muchos casos que es crudillo a veces pues es una personita inerte, necesitada, dependiente, absorbente. Pero que llena de vida el hogar
No son tiempos fáciles para formar una familia, en muchos casos es una decisión casi heroica. Las leyes no la amparan y protegen, la mujer por el hecho de estar embarazada puede perder su trabajo,  muchas veces no tienen posibilidad de ayuda de algún familiar, para compaginar con el trabajo (el papel primordial de tantos abuelos). Precisamente, por ser un reto en los tiempos que corremos, requiere de un aprendizaje, unas pautas.
  En la sociedad que vivimos, no prima la mayoría de las cosas que he comentadoPor el contrario, nos bombardean, con la prensa rosa, famosos que cambian de pareja como cambian de perfume (exagero pero sabéis por dónde van los tiros).
  Una cosa a la que damos muy poca importancia es el comunicarnos, no sólo convivir sino comunicarnos. Sin comunicación conyugal, no es posible la pervivencia de la pareja. Todo lo que no se comunica no se comparte; lo que no se comparte, desune; lo que desune, aísla, separa y distancia; y lo que distancia, fractura las relaciones interpersonales haciendo que cada uno de ellos sea un extraño para el otro.


           Enamorarte y no ( le, la) dejaras- no (le ,la) dejaras si te enamoras



 Lucía. Sanz