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viernes, 8 de mayo de 2020

La cultura de masas y la cultura de élite


En la clase de Nivel 2 hay días que pegamos la hebra con temas de actualidad porque estamos cansados de estudiar cosas serias, y uno de esos días ocurrió que acabamos hablando de los realities que nos tenían enganchados. Y es un tema delicado porque hablar de ciertos programas de televisión es como confesar un pecado capital. Hace falta tener confianza con la otra persona para salir de tu armario y decirle: “Me llamo Jose, y sigo una telenovela turca”, o bien, “estoy enganchado a La isla de las tentaciones”. Parece que hay que pedir disculpas por pasárnoslo bien. La cultura de masas está mal vista, y ver ciertos programas es una carta de presentación que no queremos tener con un desconocido.

La cultura de élite causa un impacto de tamaño parecido pero en sentido contrario. Basta decir que te gusta leer a Gracián, o a Sartre para que todo el mundo se quite el sombrero sin pedirte más credenciales. Quizá esa sea la razón de que circulen tantos decálogos y frases lapidarias por internet atribuidas a García Márquez o a Shakespeare que ellos nunca habrían pronunciado porque ninguno pontificaba.

«Mis amigos me dicen que los pensamientos de Pascal les sirven para pensar. Ciertamente, no hay nada en el universo que no sirva de estímulo al pensamiento», dice Jorge Luis Borges en “Otras inquisiciones”. La erudición del argentino, entiendo al leer la cita, le permitía aprovechar el texto de un culebrón o de un catálogo de Ikea. La cultura, sigo interpretando, está en cómo lees, no en lo que lees. Creo que dos grandes creadores como Tarantino, o Cervantes, darían la razón a Borges. Tarantino no eligió lo más santo de la cultura occidental para hacer sus homenajes cinéfilos, eligió el spaghetti western, las venganzas del cine oriental, los nazis histriónicos. Cervantes no hace a don Quijote indigestarse de clásicos latinos, eligió a conciencia la literatura de masas de la época, la novela de caballerías, que Cervantes imita y satiriza porque la conoce muy bien, porque se había empapado de ella.

Yo no sé si debo pedir disculpas cuando me engancho a un programa de máxima audiencia que me entretiene. No sé si soy listo cuando leo a Montaigne, o a Borges, cuyo humor inteligente me hace sonreír en cada párrafo. Pero tengo que confesar que no me siento tan distinto cuando leo a unos y cuando leo a otros.

Tampoco digo que el gusto popular sea más acertado, porque los que ven culebrones a veces tienen la misma venda en los ojos cuando dicen que los clásicos son aburridos. Quien habla así es porque no se ha acabado muchos, porque los hay muy entretenidos.

Son batallas estériles. La cultura popular y la cultura de élite han cavado unas trincheras desde las cuales no se escuchan. Y hay que decir que cuando lo hacen, como ocurre con los autores que citaba, surgen obras inolvidables.

José Contreras

domingo, 19 de enero de 2020

El arte en la Edad Media

La Edad Media comienza en el año 476 (siglo V) con la caída del Imperio Romano y termina en 1492 (siglo XV) con el descubrimiento de América. Es una época de la historia caracterizada por el inicio del dominio de la Iglesia Católica sobre todos los aspectos de la vida. La producción del arte en este periodo es financiada y encargada por la Iglesia.

El arte medieval temprano reflejó las diferencias entre el desarrollo de la religión católica en Occidente y el Imperio Bizantino en Oriente. El periodo artístico desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta el año 1000 se denomina Prerrománico. A partir de esta época se desarrollan el arte Románico y el arte Gótico.

Por medio de la pintura y escultura se tenía como objetivo enseñar al pueblo la palabra de Dios, ya que la gran mayoría era analfabeto.

El arte visigodo apareció en el siglo V en España, cuando este pueblo instaura el reino hispano visigodo. Mientras el arte bizantino produce espléndidos monumentos en Occidente, en España, este arte es mucho más sencillo, busca imitar los viejos monumentos romanos y las creaciones bizantinas.

Los templos visigodos, después de la segunda mitad del siglo VI, son de planta de cruz latina o griega, formada por un rectángulo del que sobresale la cabecera, con una o tres capillas, alas a los lados y pórtico a los pies. Se construyen con arcos de herradura, muros de sillares regulares montados a hueso o grapas, sin contrafuertes; cubiertas con bóvedas de cañón (peraltadas) y de aristas, columnas y capiteles.

La escultura es decorativa, con motivos geométricos, vegetales y animales; las escenas del Antiguo y Nuevo Testamento son muy escasas.


El Románico


El arte románico abarca en Europa desde finales del siglo X hasta el XIII. Se utiliza el término románico porque sobre todo la arquitectura tenía similitudes con la arquitectura romana. Fue creado por la Iglesia Católica Romana y la gran Orden Benedictina.

La arquitectura es la rama artística más desarrollada en el arte románico. Se construyen templos, iglesias, monasterios, castillos, abadías y murallas. En la arquitectura se ve ampliamente la influencia del arte romano, con elementos del bizantino e islámico. Se caracteriza por la grandiosidad de sus edificaciones. Son edificaciones austeras, sencillas y sólidas. En esta época el arco de medio punto es el empleado para formar las bóvedas de cañón que sostienen la techumbre. Los muros eran muy gruesos para evitar los derrumbes. Los vanos son escasos y muy pequeños. Las techumbres al principio eran de madera y más tarde de piedra. La decoración se concentra en los pilares, las portadas y las cornisas. La torre no podía faltar en las iglesias románicas. La planta era de cruz latina, con un número impar de naves, siendo la central más amplia que las laterales. Los capiteles están decorados con escenas y personajes bíblicos.

Las pinturas narraban de manera simple la palabra de Dios. En la pintura las figuras son bidimensionales, se presentan de modo frontal, no tienen profundidad, el fondo es liso, toda la atención se concentra en la figura. Todas las figuras son de tamaño y altura muy similares para indicar que todos los hombres son iguales ante Dios. La distribución es jerárquica, para distinguir los personajes de mayor importancia. Emplean colores muy intensos para representar de manera muy expresiva las figuras y los personajes. Las principales técnicas eran: al fresco, al temple y pintura de cera.
Planta de la catedral de Gerona

La escultura, aunque no de manera tan notable como la arquitectura, aplica los mismos términos para enseñar la palabra sagrada. Se observan elementos bizantinos, persas y árabes. En los relieves, la diferencia de tamaño indica la importancia de la figura representada. La expresión de la figura, en ocasiones, es muy exagerada, y en otras muy plana. El resultado final es tosco y rígido.

Ejemplos de catedrales románicas en España: Gerona, Tarragona, Santiago y San Isidoro en León, entre otras.

El Gótico


El término gótico se refiere al arte desarrollado en Europa durante la Baja Edad Media, entre el románico y los comienzos del Renacimiento. Este arte sigue siendo pagado por la Iglesia, de modo que todos son temas religiosos. Al final del gótico empiezan a aparecer figuras profanas.

A diferencia del románico, en el que Dios se representa como una figura temible y justiciera, en el gótico se representa un Dios paternal, amable, misericordioso y cercano.

Se considera que el gótico nació en Francia (1137) con la construcción de la iglesia de San Denis. La principal forma de expresión del gótico fue la arquitectura. Los ejemplos más destacados son la catedral de Notre Dame, en Francia, la catedral de Colonia en Alemania y las abadías de Canterbury y Westminster en Inglaterra. Las nuevas técnicas de construcción permiten abrir grandes ventanales, llenos de cristales de colores por los que entra la luz, formando un efecto embriagador como única fuente de luz. Durante este periodo los vidrios se convirtieron en la principal forma de decorar el interior de las iglesias. En Italia las enormes ventanas nunca llegaron a convertirse en una forma de decoración. En su lugar, los murales y frescos y otras formas de pinturas continuaron decorándolas. En esta época, el artista individual no se conocía, las obras las hacían los gremios al mando de un maestro en su taller.

El empleo de las figuras es cada vez más realista. Se usa la perspectiva en las pinturas. Las técnicas más empleadas en la pintura del gótico fueron el temple y el óleo, que permiten un acabado más preciso que el fresco.

A partir del siglo XIII, los pintores representan al ser humano con mayor precisión, reflejan sus sentimientos y las figuras son más reales.

La escultura se empleó sobre todo en la decoración de las fachadas de las catedrales. Los materiales son piedra, madera policromada, marfil o metal. El tallado de la piedra es más realista que en el arte románico, con más profundidad y cuerpos más precisos.

Predomina el naturalismo idealizado. Se dota de volumen a los cuerpos para incrementar las expresiones y el movimiento.

Además de las estatuas, monumentos y la decoración de fachadas, se desarrolla un nuevo tipo de esculturas, sepulcros, púlpitos y sillas del coro que emplean madera. La escultura es en relieve, sobre las fachadas y sobre las tumbas. En las fachadas principales o pórticos de las iglesias se tallan sobre la roca generalmente figuras para decorar la entrada. En el tímpano (zona central de la puerta ) se continúa representando como en el románico: el juicio final y el pantocrátor. En las jambas de las puertas se tallan estatuas de santos, apóstoles, evangelistas y otras figuras de la Iglesia.

Las columnas presentan capiteles donde se narra la vida de santos o pasajes de la Biblia.

El retablo es una invención del arte gótico y se divide en calles verticales, siendo la central más grande, y en pisos horizontales. Suelen combinarse esculturas con pinturas. El diseño de relieves para sepulcros adquiere cierto desarrollo, puesto que es signo de prestigio e importancia de la vida del difunto.

Las figuras de los muros no están incrustadas en ellos, sino que sobresalen. Presentan dos temas preferentes, el Cristo crucificado y la Virgen con el niño.

La arquitectura gótica se diferencia notablemente de la románica. En la románica los techos eran redondeados, los muros gruesos y las ventanas escasas. En cambio, en la gótica, el techo se eleva, los muros se adelgazan y se abren grandes ventanales que inundan de luz el interior. Para repartir el peso de los muros se construyen elementos fuera de la catedral (contrafuertes).

En el interior todo parece más frágil y ligero; en cambio, en el exterior, todo se ve mucho más grande y decorado con gran variedad de relieves y esculturas. El peso no se apoya todo en los muros como en el románico. Los arcos de medio punto se sustituyeron por los arcos ojivales o apuntados, y esto permitió hacer estructuras más altas y estrechas. El techo abovedado también permite repartir el peso y elevar la altura. Las gárgolas son un elemento gótico muy reconocido. Se trata de un elemento muy funcional y decorativo a la vez; son cabezas de criaturas monstruosas por las que se desaloja el agua de los tejados.

Las catedrales góticas están consideradas como grandes obras de arte.

Ejemplos de catedrales góticas en España: Burgos, León, Salamanca y Sevilla, entre otras.


Mercedes Gozálvez

Construcción de una central hidroeléctrica



Después de múltiples fotografías aéreas, una caravana de vehículos avanza por un páramo calcinado por el sol. Se encaminan en dirección al río Tajo, donde se va a construir la central.

Todos van llenos de aparatos para comprobar el terreno, haciendo sondeos, comprobando los distintos niveles geológicos, usando teodolitos para sacar las curvas de nivel, etc…

Una vez realizadas las pruebas en distintas localizaciones del río, estas se envían a los laboratorios, y una vez comprobado todo, se elige el lugar donde se va a ubicar la central.

En el Departamento de arquitectura, con todos los datos, se elaboran los planos de las diferentes estructuras y se envían a la Confederación Hidrográfica de Tajo para su aprobación, donde se comprobará el impacto ambiental. Una vez aprobado todo el proyecto, se inician diversas obras necesarias para ubicar a todo el personal de la Empresa que participará en el seguimiento de todas las obras.

En primer lugar se construye el poblado que albergará a este personal. Posteriormente se notificará en todos los pueblos cercanos, para que las personas que estén interesadas en trabajar en la construcción se apunten según su oficio en las distintas empresas que participan. La gente de estos pueblos reciben con alegría estas noticias, ya que en esta zona de Extremadura hay muy poco trabajo y mucha pobreza.

Algunas personas ya han participado en la construcción del poblado obrero y continuarán en distintos trabajos para la construcción de la presa que albergará los generadores.

Lo primero que se realiza es una pequeña presa llamada ataguía, donde se retendrá el agua del río y se desviará a través de un túnel lejos de donde se construirá la presa. A la terminación de estos trabajos, se inician las excavaciones de los cimientos de la presa.

De repente, una sirena aúlla sobre el ruido de la maquinaria que está efectuando las excavaciones. Al principio, la gente, asustada, sale corriendo en todas las direcciones sin saber a qué se debe este hecho. Poco a poco, y con ayuda del personal preparado para estos eventos, se calman los ánimos y la gente se encamina tranquilamente hacia los sitios indicados. Suena una segunda vez, y a la tercera una tremenda explosión retumba en el aire: una nube de polvo llena el ambiente dejando aturdido al personal. Ha sido una voladura controlada por haber encontrado alguna roca que dificultaba el avance de las excavadoras en el terreno. Cuando vuelve la calma y el polvo se deposita en el terreno, todo el mundo se vuelve a encaminar a sus lugares de trabajo.

Finalizada la cimentación, se empiezan a levantar estructuras para contener el hormigón que conformará la estructura de la presa. Grandes cubas con hormigón se desplazan por unos cables por encima del personal obrero y van depositando el hormigón en los lugares indicados.

A medida que se va elevando la construcción, grandes andamios se van levantando, igual que una tela de araña sobre esta. Cientos de obreros sobre ellos semejan un enjambre de abejas siguiendo las órdenes de sus encargados.

A la vez que se construye la presa, se va construyendo el lugar que albergará los generadores eléctricos. Esta obra faraónica se termina en unos pocos años, a pesar de los miles de trabajadores que han participado.

La gente de los pueblos regresa a sus hogares, a sus rutinas anteriores, esperando otro nuevo acontecimiento que pueda darles otra nueva oportunidad de trabajo.

Luis Pinzolas
(Luis Pinzolas ha sido trabajador de la compañía de electricidad Iberdrola.)

lunes, 24 de junio de 2019

Tic Tac

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Desde hace ya mucho tiempo el reloj ha sido uno de los instrumentos más populares y utilizados. Todos sabemos que el reloj es una herramienta que sirve para medir el tiempo. Nos permite saber la hora actual, los minutos y los segundos.

Los relojes se han utilizado desde la antigüedad. No se sabe a ciencia cierta cuándo apareció el primer reloj en la historia de la humanidad. Lo que sí está claro es la obsesión que el hombre ha tenido siempre por el control del paso del tiempo lo que ha supuesto una constante a lo largo de las distintas etapas de nuestra historia.

El transcurso del día ha fascinado siempre a los humanos y la forma de contabilizarlo también. La idea de que el día consta de 24 horas se estableció en el antiguo Egipto. Gracias a este cálculo, posteriormente se inventaron los relojes. Allá por el año 2000 a.C., los egipcios utilizaban relojes de sol y hay quien afirma que incluso antes de este periodo. En Babilonia ya se utilizaban relojes de agua que permitían medir periodos de tiempo con relativa exactitud. A estos relojes se los denominó clepsidras.

Las clepsidras consistían básicamente en un recipiente lleno de agua que se vaciaba a intervalos regulares gracias a un orificio practicado en su parte inferior.

Durante el siglo V en algunos monasterios, los monjes calculaban las horas de oración con los relojes de fuego. Estos relojes consistían en el seguimiento de la evolución de la llama de unas velas en las que unas marcas regulares median el paso del tiempo. Uno de los relojes de fuego más conocido data de la época de Alfredo el Grande.

Tuvieron que pasar algunos siglos para que la primera modalidad mecánica apareciera en las torres de las iglesias. Se cree que esto no pudo ser anterior al siglo XIII. Estos artilugios, mal llamados relojes, ni siquiera tenían esfera y daban las horas por medio de campanadas que se escuchaban en los alrededores. Estas campanadas permitían a la gente situarse temporalmente a lo largo del día. Todos estos sistemas eran totalmente imperfectos e imprecisos, lo que suponía ponerlos en hora varias veces al día, claro está, con la ayuda de un reloj de sol. En España, la noticia más antigua de la instalación de un reloj de torre data de 1378.

La esfera apareció hacia el siglo XV. Al principio tenía las veinticuatro horas y una sola manecilla. Tendría que pasar mucho tiempo para que apareciera la manecilla de los minutos y bastante más para la de los segundos. En España, por cierto, denominamos también a las manecillas saetas por su parecido con las flechas.

La palabra reloj proviene del griego oorologion, que significa listado de horas. De este vocablo aparecería la palabra italiana orologio o el termino holandés horloge. De orologio surgió reloj en castellano, rellotge en catalán y relógio en portugués.

Me resulta bastante curioso el caso de la palabra inglesa clock, según parece proviene del holandés clocke que significa campana, quizá en referencia a aquellos primeros relojes que hacían sonar las campanas de las torres de las iglesias. El origen de la palabra francesa montre se cree que tal vez provenga de montrer, es decir, mostrar, se deduce que enseñaba o mejor dicho, mostraba la hora.

A medida que hemos ido evolucionando la tecnología nos ha permitido avanzar en la fabricación de nuevos modelos de relojes. Hoy en día contamos con relojes bastante precisos y con diferentes prestaciones.

Para millones de personas, los relojes se han convertido en algo estético y en parte de la forma de vivir cotidiana ¿Quién no tiene un reloj de pulsera? Incluso hay gente que invierte sumas elevadas de dinero en relojes como piezas de joyería.

Actualmente contamos con relojes por todas partes. Los hay de diferentes tipos, tenemos relojes personales que son en su mayoría mecánicos y relojes electrónicos. Ya sean analógicos o digitales, funcionan con una pequeña pila que mediante impulsos eléctricos hace girar las agujas (relojes analógicos) o marca la hora con números (relojes digitales). Tenemos la hora en el móvil, en el ordenador, en el despertador, incluso en los electrodomésticos que ya incorporan la hora en forma de relojes digitales.

La mayor precisión conseguida hasta ahora es la del último reloj atómico desarrollado en USA. Comenzó a funcionar en 1999 y es tan exacto que tan solo tiene un margen de error de un segundo por cada 30 millones de años. Ahí queda eso.

Los relojes se han convertido en algo tan cotidiano que no se nos pasa por la cabeza ni pensamos tanto en cómo aparecieron en los anales de la historia ni tampoco en cómo llegaron a ser lo que hoy conocemos. No solo llevamos un reloj en nuestras muñecas, además de eso llevamos tradición e historia.

P. Sardinero

martes, 22 de mayo de 2018

Las hermanas ‘Schindler’




Hoy os quiero contar una historia sorprendente, una historia acallada, una historia sobre tres hermanas valientes, una historia que ocurrió en España, en Galicia, y de la que nadie fue conocedora hasta hace muy poco. Julia, Lola y Amparo Touza crearon entre 1940 y 1945 una red clandestina para ayudar a personas huidas de la Alemania nazi y de una Europa en plena segunda Guerra Mundial que se desangraba. Las tres guardaban un secreto, un secreto que muy pocos en el pueblo conocían, secreto que se llevaron a la tumba y del que pactaron absoluto silencio con las pocas personas que las ayudaron. De hecho han tenido que pasar tres generaciones para que se haya podido reconstruir esta historia.

Una vez fallecidas las tres hermanas, la última persona conocedora de esta hazaña debía contarla antes de morir. Así fue como Julio Touza descubrió la historia de su abuela Lola y sus dos hermanas. Mucho tiempo después de la muerte de las tres mujeres el escritor Vicente Piñeiro narró las proezas de las tres mujeres en un libro. Julio Touza ha explicado que hasta el mismísimo Steven Spielberg se ha interesado por la historia de estas heroínas y ha intentado comprar los derechos para poder llevar su historia a la gran pantalla.

El reloj de la estación de Ribadavia sigue parado desde hace más de cincuenta años, el mismo reloj que cada mañana mirarían Julia, Lola y Amparo cuando se dirigían a trabajar a su negocio, un pequeño puesto de madera en el que vendían rosquillas, almendras, café, aguardiente y bocadillos. Las tres vivían en el casino del pueblo dónde la gente iba a jugar a las cartas. Allí organizaban bailes para sacar un dinero extra que les servía para capear las penurias de la post guerra y para costear su causa clandestina.

Entre los numerosos pasajeros que viajaban en el trayecto Hendaya-Vigo, se encontraban muchos judíos que escapaban de los campos de concentración nazis y de las llamas del Holocausto. Cruzaban la frontera francesa hacía España con el objetivo de llegar a Portugal para después partir desde allí hacía América, hacía la libertad.

Todo empezaba cuando las hermanas recibían el aviso de la llegada inminente de un convoy, sabían perfectamente sí en el tren que circulaba ese día había judíos huidos que las necesitaban. Los pasajeros solo tenían que preguntar por “la madre", que era el apodo de Lola. Lola era la primera en abandonar su pequeño quiosco y la primera en auxiliar a los judíos huidos. Los escondía en su casa y les proporcionaba comida y refugio con la ayuda de sus hermanas. El día elegido esperaban la oscuridad y el silencio de la noche para efectuar la fuga a bordo de un taxi, un Dodge negro americano. Otras veces tenían que hacer el peligroso camino hasta la frontera a pie.

Según el historiador José Ramón Estévez, experto en esta historia, las tres hermanas consiguieron ayudar a alrededor de un millar de judíos gracias a una increíble red clandestina que las conectaba directamente con el cónsul portugués Arístides de Sousa, que también desempeñó el mismo cargo en Vigo. El mismo Sousa les proporcionaba los visados necesarios para poder viajar hacia la frontera con Portugal.

La red de las hermanas Touza, dirigida por Lola, contaba con otros protagonistas que nunca desvelaron el secreto. Entre ellos se incluían dos taxistas del pueblo, Xosé Rocha y Javier Míguez. También contaron con la ayuda de un tonelero llamado Ricardo Pérez, que hacía las veces de intérprete.

Las peripecias que pasaron estas tres hermanas fueron conocidas por muy pocos vecinos del pueblo, se podría decir que sus hazañas fueron historias de silencios. Ellas ayudaban a estas personas de manera desinteresada y nunca lo hicieron público. Eran solidarias por naturaleza y no solo con judíos huidos del holocausto, sino también con prisioneros de nuestra Guerra Civil, a los que daban comida a través de los barrotes de la cárcel, e incluso subían a los vagones dónde eran transportados los soldados que iban al frente. Durante nuestra guerra civil estuvieron encarceladas por ayudar a los presos.

La presencia de los nazis era habitual en Galicia porque venían en busca de wolframio, muy abundante en la zona, un mineral muy necesario para reforzar cañones y acorazar tanques. En más de una ocasión la Gestapo tuvo a las tres hermanas en su diana. Preguntaban por todas partes y a todo el pueblo por "la madre" Lola. Se puede decir que ellas llegaron a ser una auténtica pesadilla para la Gestapo.

Las tres pusieron en riesgo sus vidas en numerosas ocasiones. Eran mujeres fuertes, valientes y compasivas, mujeres con un gran tesón y adelantadas a su época. Ninguna de las tres hermanas se casó, Lola era madre soltera y su hijo murió sin saber las hazañas de su madre. En los años 50, Lola, Amparo y Julia dejaron su actividad en el casino y se dedicaron únicamente al quiosco de la estación. Lola murió en 1966 de un ataque al corazón en la misma estación, se podría decir que murió con las botas puestas.

El 7 de septiembre de 2008, el Ayuntamiento de Ribadavia aprobó poner una placa en homenaje a las Touza. Así reza una placa a la puerta de su casa en su honor "A las tres hermanas Lola, Amparo y Julia Touza “Luchadoras por la Libertad".

El mismo año, en el Centro Peres por la Paz, en Jerusalén, se plantó un árbol con el nombre de Lola Touza que recuerda su labor. Desde entonces, la familia de las tres hermanas también espera que se les otorgue el título de Justas entre las Naciones, el máximo reconocimiento oficial que otorga el Estado de Israel. Para que se les conceda este título se deben cumplir tres requisitos: que hayan salvado a un judío, que lo hayan hecho arriesgando sus vidas y que se haya llevado a cabo de forma desinteresada.

Ellas tres cumplen con los tres.

El servicio secreto británico contaba en Vigo con una red de espías que seguían muy de cerca los pasos de los alemanes en Galicia. El MI5 anunció, no hace mucho, que desclasificaría muy pronto algunos papeles de la guerra, por lo que es posible que en los documentos desclasificados aparezca “La Lista de Lola”. Sí esto sucediese se podría conocer el número exacto de judíos a los que las tres hermanas ayudaron e incluso se podrían saber sus nombres.

Ahora ya sabemos que las hermanas Touza dejaron de ser las que regentaban una cantina de estación para convertirse en unas heroínas anónimas. Ellas se atrevieron a desafiar a la dictadura del terror nazi creando un entramado de silenciosos colaboradores que ayudaban a escapar a los judíos que llegaban a España huyendo del exterminio de Hitler.

Si finalmente la hazaña de las hermanas Touza llegase al cine, el gran público conocería una gesta que no se estudia en los libros de historia. Tres mujeres excepcionales con un gran sentido de responsabilidad social que consiguieron cambiar el destino de cientos de personas condenadas a una muerte segura. Lola, Julia y Amparo dejaron su propia huella salvándolas desinteresadamente aún a riesgo de sus propias vidas. Algunas de estas personas, personas que ellas mismas salvaron, son las que han podido dar testimonio de uno de los episodios más despiadados y vergonzosos de nuestra más reciente historia.


P. Sardinero





martes, 12 de diciembre de 2017

Los Campos Elíseos españoles



  Hablar de Campos Elíseos nos lleva a Paris, una de las avenidas más conocidas del mundo. Pero, ¿sabíais que en el S.XIX en España también hubo Campos Elíseos?. Por aquel entonces las grandes ciudades demandaban espacios donde sus habitantes pudieran pasar al aire libre sus momentos de ocio, caminar relajadamente o disfrutar de espectáculos teatrales o bailes y se promovió la creación de dichos espacios a imitación del modelo parisino (incluso en el nombre) como ya se había hecho en otros lugares de Europa.


  En Madrid en 1834 se abrió uno de los mas populares de la primera mitad del siglo: el Jardín de las Delicias, ubicado en el actual Paseo de Recoletos, con grutas y un pequeño estanque. Apenas un año después se inauguraba otro en lo que es hoy la Glorieta de Bilbao, un pequeño oasis en una ciudad que no dejaba de crecer. En todos ellos se pagaba una pequeña cantidad para acceder, sentarse a degustar una merienda y luego la conversación con música de fondo. Sin embargo en 1853 en Barcelona se creó uno de los campos elíseos más ambiciosos, con un parque de atracciones y una de las primeras montañas rusas que se vieron en España con una vagoneta de madera que alcanzaba los 50 km/h, una aventura hasta entonces desconocida en la ciudad. A pesar de ir creciendo en atracciones (incluso llegó a haber un circo) poco a poco fue decayendo a causa de la ampliación urbanística de Barcelona que necesitaba de sus terrenos, hasta que en 1872 cerraron definitivamente.

  Volviendo a Madrid, en 1864 se inauguraron otros a imitación de los barceloneses, pero el ayuntamiento aceptó el proyecto por un periodo provisional ya que la ciudad se encontraba en un momento de expansión y en sus terrenos se construiría el barrio de Salamanca, que actualmente ocupa el espacio de los antiguos campos elíseos madrileños. El teatro levantado en el parque, bautizado como "el Rossini" por haber sido allí donde el maestro Barbieri estrenase la ópera de Rossini "Guillermo Tell". Este escenario llegó a competir en prestigio y público con el teatro Real. También tenía una fonda, un café y hasta una plaza de toros. Sin embargo poco duró su fulgor: su decadencia comenzó con la apertura al público del parque del Retiro, hasta entonces espacio exclusivo de los reyes, unido al final de la concesión del ayuntamiento y al propio crecimiento del barrio acabó con el cierre en 1880.

  La ciudad de Bilbao también tuvo sus campos eliseos en la zona de Abando, en el margen derecho de la ría, donde en sus terrenos se construyó un importante teatro, recientemente rehabilitado. Pero los únicos supervivientes en la actualidad están en Lleida abiertos desde 1864, a pesar de que alguno de sus elementos emblemáticos ya no existan, como su espectacular lago.





¿Por qué os cuento todo esto? Hace unos días, leyendo una revista de historia, me resultó muy interesante un artículo donde hablaba de los Campos Elíseos españoles. Particularmente porque nunca había oído hablar de ello y me documenté sobre el tema. Cada día se aprende algo nuevo. Luego me pregunté el porqué de ese nombre y su significado: en la mitología griega era un lugar paradisíaco donde los hombres y mujeres virtuosos podían alcanzar la eternidad dichosa y feliz en medio de paisajes siempre verdes y floridos bajo el sol, algo así como el cielo para los cristianos. Su contraposición es el Tártaro, es decir, el infierno para los condenados. En el cuadro de El Bosco "El jardín de las delicias" están muy bien representados ambos (paraíso e infierno). Podéis contemplarlo en el museo del prado.



P. Santoyo
Diciembre 2017

martes, 21 de noviembre de 2017

La lectura

Continuo con mi pequeña aportación sobre la lectura.

Hoy me gustaría centrar la atención en los siguientes puntos:

  1. Prestar atención 
  2. El hábito de leer 
  3. Criterio para elegir un libro 

Prestar atención

Escuchar y leer son hábitos indispensables para ensanchar nuestro horizonte, ya de por sí limitado (al menos en mi persona). Los dos suponen capacidad de prestar atención

Los medios de comunicación, las redes sociales, los móviles. Se disputan nuestra atención como su capital más preciado. Y es fácil que esta abundancia de reclamos fragmente nuestra atención. Como sucede cuando uno se siente constantemente interrumpido, y lo que beneficia al los gigantes de la comunicación, quizás a nosotros nos empobrece, pues ese volcarse hacia afuera nos puede dejar sin un hacia adentro.

Prestar atención, no es un mero esfuerzo puntual de retener datos, es dejarse sorprender por la realidad de las personas, situaciones, que permanezcan vivas, dentro de nosotros.

Quien lee y escucha, profundiza en la experiencia de lo que vive gracias a un proceso de interiorización. Ser capaz de recogerse y habitar dentro de uno mismo, de leer en las situaciones y en las personas.

Sin embargo, incluso para una persona, como es mi caso, con una mediana cultura, la aceleración de la vida entraña el riesgo de no leer, de que, arrastrada por los múltiples frentes de atención, no encontremos tiempo para sentarnos con un libro en las manos

El hábito de leer

Pedagogos y especialistas en la educación, señalan que es difícil adquirir este hábito, si no se ha practicado desde la infancia, también se experimenta gran diferencia entre los que leen y los que no.

Quizás a influido mucho otras maneras más fáciles de entretenerse, como: No el uso sino el abuso de videojuegos. No quiero demoler estos, pero sí necesitan un control, pues hacen que se tenga menos imaginación, el mundo interior se desertiza, se depende de estímulos básicos en formas diversas, a veces se pierde la sensibilidad, el control del tiempo.

Yo tengo un recuerdo de infancia muy bonito. Eran los momentos en que nos reunía mi madre y nos leía con una entonación admirable, con atractivo de lo que nos transmitía, que jamás lo he descubierto en lo que a lo largo de la vida he oído y leído. Quizá es que escogía muy bien lo que lo que quería transmitirnos, nos mantenía hipnotizados, embobados, porque conocía y quería con toda su alma al público de edad diminuta que tenían clavados los ojos en su mamá, alguien insustituible a la que no sólo amábamos con ternura, sino que admirábamos como a un dios, alguien irreemplazable. Luego, siendo adulta, he dado vueltas a cuales eran estos temas, y realmente no era algo extraordinario, era la biblia para niños. Pues mi madre era una cristiana "chapó", que hacía vida con su ejemplo. Y nos transmitió e inculcó muchos valores junto con una gran libertad. Otras veces eran fábulas con sus enseñanzas, otras muchas de la naturaleza, geografía, la belleza, la breve historia del mundo, solo sé que era gran pedagoga sin tener estudios superiores, pues sé que materias que he necesitado estudiar de adulta, me los transmitió ella en mi infancia; por eso ahora cuando porque la vida a dado un giro no dedican las mamas a sus niños tiempo para sus interrogantes, sus preguntas. Los duermen con el móvil, no con cuentos y rezando el Jesusito de mi vida, pienso que se pierden una parte muy especial en el cariño de sus niños.

Perdonar por haber hecho un paréntesis personal, y desviarme del tema central, pero así rompo el hielo de lo técnico anterior, hablábamos de los hábitos de lectura en este caso los niños, tiene que haber alguien que les haga descubrir el placer de la lectura. Un familiar, un amigo, un profesor.

Las tecnologías digitales facilitan llevar un libro consigo, incluso los audiolibros a pesar de la lectura automática, pero siempre y cuando no se encuentre otro tiempo, el sabor de un libro es como un vino de reserva tiene poso, cuando tu paras de leer el se detiene etc. no ocurre en lo anterior, él continúa si no lo pausas, y es más difícil la concentración. Yo reconozco que lo hago con mucha frecuencia, aprovechando trayectos, y, en otras ocasiones, compaginando tareas de la casa, siempre por ser el único tiempo

Criterio para saber elegir

Cada año se editan miles de libros, Internet nos da la posibilidad de descargar económicos y a veces gratis. Ante tanta posibilidad y con evidente limitación de tiempo, se plantea el dilema ¿Qué leo? Existe una larga tradición de libros que educan a la vez que deleitan, otros son de evasión, a mi me va bien tener varios empezados según las circunstancias en que me encuentre, relajada, cansada, preocupada, de vacaciones.

A la hora de elegir, tened en cuenta que muchas empresas controlan negocios editoriales por lo que informan y dan prioridad a publicaciones de su grupo en detrimento de otros más valiosos editados por empresas más pequeñas, por eso no hay que dar una valoración exagerada a los primeros. Lo más vendido no es garantía de calidad. Irónicamente Charles Dickens escribió: «¡Hay libros de los cuales los lomos y la cubierta son con mucho lo mejor!» Querer estar a la última podría hacer escapar otros títulos más divertidos, inteligentes, o creativos.

Al igual que con las películas hacemos zapping, con los libros pasa igual hay que dar con los títulos que nos hagan disfrutar.

El lector que se asoma a un libro no cierra un contrato con el autor, que le impida leer en diagonal, llegar al final, hay que dar confianza al autor, pero si no me hago con el, cambio a otro.

Toda una vida no bastaría para leer los que se consideran clásicos. Entre ellos Aristóteles, Cicerón, Dostoievski, Chesterton… Se aprende a elegir como entre las amistades: Un libro discreto que si cansa de hablar deja. Un amigo que aconseja y reprende en secreto.

Lucía Sanz