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jueves, 27 de mayo de 2021

Historia de unas bragas

Sonia Chamorro
Con este relato corto ganó mi madre el concurso del programa de radio “La Gramola” de la Ser, de Juan José Millás, entre otros. Pero es que luego ganó en otra convocatoria: al abrir el sobre secreto, Millás dijo “Hombre… ¡Rafaela!”, pues a ella, a mi madre, le pidió que leyese ella misma en las ondas su relato, cosa que nunca se hacía con nadie. Su simpatía e ingenuidad hicieron mella en él.

De pequeña, era tan buena estudiante que su profesora fue a pedirle a mi abuela que le permitiese pagar de su propio bolsillo sus estudios. Mi abuela se negó. De estudiar, sería el hijo varón primogénito quien lo hiciese. Había que traer dinero a casa.

Y así se hizo: con unos exiguos estudios de mecanografía, taquigrafía y poco más, entró a trabajar en un ministerio. “La Grace Kelly de la oficina” la llamaban. Diseñaba sus vestidos y, con la misma tela, se hacía forrar los diminutos botones y los zapatos a juego, de tacón de aguja bajo. A veces se recogía su espléndida melena en moño italiano y le daba un aspecto muy Hitchcock.

Tuvo una época bohemia, por la que yo le interrogaba. Me hablaba de su pandilla, de su amigo pintor Gabi (de los pocos copias oficiales del Museo del Prado), del estreno de “Historia de una escalera” de Buero Vallejo, pues era pasión lo que sentía por el teatro, de cómo asistía asiduamente a los ensayos del Real por no pagar la carísima entrada, de cómo estuvo a punto de irse a Londres de au pair…, y entonces conoció a mi padre. “Se me doblaban las rodillas cuando se me acercaba en el autobús”.

Al casarse, como era costumbre con Franco, mandaban a casa a las funcionarias. Pasaban bajo la tutela del marido y además no querían que le quitasen un puesto a un hombre.

Ya en democracia pleitearon y pudieron volver. Yo, la pequeña de sus cinco hijos, debía tener diez u once años cuando se reincorporó. Daba gusto verla ir a trabajar con sus trajes de chaqueta de tres piezas, con blusa de seda en verano y jersey de angora en invierno. Tan guapa, tan persona, tan profesional.

Los trabajos más delicados, de previsión de presupuestos, unos cuadros complejos, el jefe se los reservaba a mi madre, por su eficacia y gusto mecanográfico. Trabajaba con ella una chica, más joven y que había entrado por oposición. Esta, rabiaba mucho con esta distinción de trato con la que el jefe le reconocía a mi madre el trabajo bien hecho, pues ella se consideraba más válida por edad, formación y aparente rapidez. Esta psicópata enamorada de Sánchez Dragó (sí, ese escritor estomagante, el del sexo tántrico), se encargó de hacerle la vida imposible. Más de una vez volvió la pobre llorando, empañando el mobbing la alegría de su vuelta.

Fue guapa, inteligente, sensible y culta, a pesar de no haber tenido una educación formal amplia, algo que le causó un complejo que arrastró toda su vida. Su entusiasmo por todo, a veces casi infantil, contrastaba con una depresión plomiza, que se hizo crónica.

Nos educó, a los cinco, en el amor por la música, la pintura, la emoción de lo bien escrito, en ser sensibles a lo bello, en todas sus formas.

Valga la publicación de su relato como homenaje a una mujer que lo dio todo. Puede que demasiado. Siempre la última en acostarse y la primera en estar levantada. Gracias mamá. Descansa, que te lo has merecido.



Relato premiado por Juan José Millás en el programa “La ventana” el viernes 2 de abril de 2001
1 de marzo de 2001

Según me voy haciendo mayor, muy mayor, recuerdo más a menudo hechos ocurridos en mi infancia, que transcurrió, hasta casi los seis años, en un pueblo.

Vivíamos en una casa con un portal muy grande, que tenía una puerta a la izquierda, que era la portería. Alguien debió morirse allí. Tenían la puerta abierta y, en el centro de la habitación, se veía un ataúd en el suelo. Alrededor, la gente, vestida de negro, sentada en sillas, rezaba el rosario. Mi madre me había mandado a casa de una tía mía que vivía a la vuelta de la esquina a pedirle unas cebollas que le hacían falta para el guiso que estuviera haciendo. Cuando volvía y entraba en el portal con las cebollas en la mano, salió una señora, me cogió de la mano y tiró de mí. Me fue pasando por delante de los que rezaban, diciéndoles no sé qué. Yo estaba aterrorizada, mirando al muerto.

Cuando me dejó en la escalera y subía a mi casa, recuerdo que me iba haciendo pis, empapando hasta los zapatos, mientras apretaba con fuerza las cebollas.

Nunca supe por qué hizo aquello esa señora, pero aún menos por qué mi madre se reía tanto cuando se enteró de lo que había pasado.

Pero recuerdo que, más que el miedo de ver al muerto, sentía el pánico de que se me cayeran las bragas en cualquier momento. Se había roto la goma de la cintura y yo intentaba sujetarlas con más fuerza que a las cebollas.

viernes, 8 de mayo de 2020

La cultura de masas y la cultura de élite


En la clase de Nivel 2 hay días que pegamos la hebra con temas de actualidad porque estamos cansados de estudiar cosas serias, y uno de esos días ocurrió que acabamos hablando de los realities que nos tenían enganchados. Y es un tema delicado porque hablar de ciertos programas de televisión es como confesar un pecado capital. Hace falta tener confianza con la otra persona para salir de tu armario y decirle: “Me llamo Jose, y sigo una telenovela turca”, o bien, “estoy enganchado a La isla de las tentaciones”. Parece que hay que pedir disculpas por pasárnoslo bien. La cultura de masas está mal vista, y ver ciertos programas es una carta de presentación que no queremos tener con un desconocido.

La cultura de élite causa un impacto de tamaño parecido pero en sentido contrario. Basta decir que te gusta leer a Gracián, o a Sartre para que todo el mundo se quite el sombrero sin pedirte más credenciales. Quizá esa sea la razón de que circulen tantos decálogos y frases lapidarias por internet atribuidas a García Márquez o a Shakespeare que ellos nunca habrían pronunciado porque ninguno pontificaba.

«Mis amigos me dicen que los pensamientos de Pascal les sirven para pensar. Ciertamente, no hay nada en el universo que no sirva de estímulo al pensamiento», dice Jorge Luis Borges en “Otras inquisiciones”. La erudición del argentino, entiendo al leer la cita, le permitía aprovechar el texto de un culebrón o de un catálogo de Ikea. La cultura, sigo interpretando, está en cómo lees, no en lo que lees. Creo que dos grandes creadores como Tarantino, o Cervantes, darían la razón a Borges. Tarantino no eligió lo más santo de la cultura occidental para hacer sus homenajes cinéfilos, eligió el spaghetti western, las venganzas del cine oriental, los nazis histriónicos. Cervantes no hace a don Quijote indigestarse de clásicos latinos, eligió a conciencia la literatura de masas de la época, la novela de caballerías, que Cervantes imita y satiriza porque la conoce muy bien, porque se había empapado de ella.

Yo no sé si debo pedir disculpas cuando me engancho a un programa de máxima audiencia que me entretiene. No sé si soy listo cuando leo a Montaigne, o a Borges, cuyo humor inteligente me hace sonreír en cada párrafo. Pero tengo que confesar que no me siento tan distinto cuando leo a unos y cuando leo a otros.

Tampoco digo que el gusto popular sea más acertado, porque los que ven culebrones a veces tienen la misma venda en los ojos cuando dicen que los clásicos son aburridos. Quien habla así es porque no se ha acabado muchos, porque los hay muy entretenidos.

Son batallas estériles. La cultura popular y la cultura de élite han cavado unas trincheras desde las cuales no se escuchan. Y hay que decir que cuando lo hacen, como ocurre con los autores que citaba, surgen obras inolvidables.

José Contreras

domingo, 17 de noviembre de 2019

Reencuentro, de Fred Uhlman, en la Tertulia Literaria


Fred Uhlman. Reencuentro.
Tertulia el día 13 de diciembre a las 12.30.

Dos jóvenes de dieciséis años son compañeros de clase en la misma selecta escuela de enseñanza media. Hans es judío y Konradin, un rico aristócrata miembro de una de las más antiguas familias de Europa. Entre los dos surge una intensa amistad y se vuelven inseparables. Un año después, todo habrá terminado entre ellos. Estamos en la Alemania de 1933, y, tras el ascenso de Hitler al poder, Konradin entra a formar parte de la fuerzas armadas nazis mientras Hans parte hacia el exilio. Tan sólo muchos años después, instalado ya en Estados Unidos, donde intenta olvidar el siniestro episodio que los separó amargamente, y en principio para siempre, «reencuentra» Hans, en cierto modo, al amigo perdido. Esta pequeña obra maestra resurge hoy con la misma capacidad de conmover que cuando se publicó por primera vez en 1960. Su repentino e inesperado enorme éxito le ha merecido ser finalmente traducido y leído en el mundo entero.


Papel en blanco. Se adentra en el dolor del exilio, de esas personas que ven como, poco a poco, sus vecinos, sus compañeros de trabajo, sus amigos, se vuelven contra ellos como una marea imparable. Que ven en ellos diferencias insalvables casi de la noche a la mañana y no pueden hacer nada para evitarlo o convencerles de lo contrario.
La tertulia literaria punto com. El autor no se oculta e, igual de descarnadamente que nos hablaba de su amor por su amigo, nos muestra cómo va leyendo los nombres de los compañeros de escuela fallecidos que le despreciaron o atormentaron, sin ocultar su resentimiento hacia los mismos. Es entonces cuando la novela asesta un giro final a los acontecimientos, el círculo se cierra de manera brusca y sorprendente y, leyendo al fin el protagonista en la carta el destino final de su amigo perdido, le recupera, dando sentido al conjunto de “Reencuentro”.
Vagando por Urano. El gran acierto del libro estriba en la sencillez con que nos explica, en una novela iniciática, el ascenso del nazismo en un período muy corto de tiempo, teniendo como una de sus consecuencias el crecimiento a pasos agigantados del antisemitismo, incluso en escuelas de la alta burguesía.

martes, 21 de mayo de 2019

La española inglesa


La Española Inglesa

(Película basada en la novela ejemplar homónima de Cervantes)

La acción se inicia en la bahía de Cádiz en 1596, cuando la ciudad es atacada por los ingleses.

La historia es relatada por el propio Cervantes, interpretado por el actor Miguel Rellán.

Una niña de siete años es raptada por los ingleses y llevada a Londres. La familia de Clotaldo la adopta (Catalina es su esposa) y la educa como a una hija. El hijo natural, Ricardo, se va enamorando de Isabel y ella le corresponde. Clotaldo y Catalina querían que su hijo se casara con Clisterna, joven católica escocesa con la que estaba prometido desde la niñez. Ricardo fue perdiendo la salud, y todos pensaban que tenía algún mal físico, pero en realidad estaba enfermo de amor. Habla entonces con sus padres para pedirles permiso y casarse con Isabel. Ellos acceden por el cariño que le tienen a la muchacha.

Una noche, Isabel acude a una cita con Ricardo cuando falta solo una semana para la boda. Ella quiere volver a ver a sus padres y Ricardo promete ir a verlos después de casarse. Comienzan los preparativos, pero llega un emisario del rey con un mensaje de la reina, que quiere conocer a Isabel. La familia de Clotaldo es católica y los católicos eran considerados enemigos de Inglaterra. Por ello temen que Isabel hable y los descubra. Se presentan ante la reina Isabel I y esta se enfada por no haber sido informada de su existencia. Isabel entra en palacio a servir a la reina y Ricardo solicita que la exima de este servicio porque van a casarse, pero la reina se niega. A cambio, le pide a Ricardo que se embarque con el barón de Lansac para luchar contra los turcos. Mientras tanto, en ausencia de su prometido, el conde Arnesto intenta enamorar a Isabel.

A las pocas semanas se encuentran con la flota turca, y al morir el barón, Ricardo queda al mando de la flota. En el combate, Ricardo perdona la vida, en nombre de la reina, a los turcos apresados, y los libera. Entre los prisioneros que tenían los turcos estaban los padres de Isabel, que viajaban a Inglaterra a pedir su liberación. Al término de la misión, Ricardo se presenta ante la reina, sin saber qué hacer con los padres de Isabel. La reina lo felicita por su magnánima decisión de liberar a los turcos y cumple con su palabra concediéndole la mano de Isabel. Arnesto, hijo de la camarera mayor de la reina, está celoso y pide a su madre que hable con la reina para que le conceda a él la mano de Isabel.

Una vez en su casa, Ricardo cuenta a sus padres que las personas que lo acompañan son los padres de Isabel y tiene miedo de que estos odien a Clotaldo por haber raptado a su hija. Entretanto, la camarera real ruega a la reina que conceda la mano de Isabel a su hijo, pero ella se niega por haber dado ya su palabra a Ricardo. Ricardo vuelve a palacio junto a los padres de Isabel y cuentan su historia a la reina. Ella les felicita por su valor y les dice que Ricardo va a casarse con una joven llamada Isabel. Al entrar Isabel, sus padres la reconocen y se sienten muy emocionados. Le dan a su hija su consentimiento y todos se las prometen muy felices.

Ricardo se encuentra con Arnesto y este, celoso, lo reta a un duelo, pero Ricardo lo rehúsa. Arnesto saca su espada dispuesto a batirse allí mismo, pero llega su madre y evita la lucha. El día antes de la boda, Ricardo llega al lugar donde le espera Arnesto y comienzan el duelo. Arnesto ha preparado una trampa: un lacayo que ha contratado permanece oculto, preparado para matar a Ricardo. Cuando Arnesto yace en el suelo vencido y el ballestero se dispone a disparar, llega el padre de Ricardo y lo apresa. Ricardo le perdona la vida a Arnesto. El día de la boda, la madre de Arnesto da a Isabel un vaso de agua para tranquilizar sus nervios, pero la bebida contiene un veneno. Los médicos lo descubren y Tansi, una niña amiga de Isabel, le dice a la reina quién ha sido la culpable. La madre de Arnesto es detenida.

Isabel, aún bajo los efectos del veneno, se mira en un espejo y ve que su cara está desfigurada. La trasladan al palacio de Ricardo, pero ella se niega a verlo a pesar de su insistencia. El padre le dice que tiene que casarse para continuar su linaje y, puesto que Isabel no quiere saber nada de él, deberá casarse con Clisterna. Isabel se considera un monstruo, sus padres le piden volver a España y ella accede, pues considera que, tanto en un país como en otro, va a pasar el resto de su vida encerrada. Ricardo se siente culpable y, al enterarse por su criado Guillarte de su inminente regreso a España, entra en la habitación de Isabel y le dice que se siente engañado. Ella se siente traicionada, pero hablan y él retira el velo que la cubre, y le asegura que la sigue viendo tan bella como siempre.

Al día siguiente Ricardo dice a sus padres que se casará con Clisterna, pero que antes irá a Roma a confesarse con el Papa. Los padres de Isabel también regresan a España y todos se despiden. En la despedida, Isabel entrega a Ricardo una nota, y justo en ese instante reciben una notificación para que se presenten ante la reina. Allí la reina imparte justicia castigando a Arnesto a un destierro de seis años, y a su madre a pagar una indemnización a Isabel. Arnesto vuelve de nuevo a retar a Ricardo.

Isabel y sus padres regresan a Sevilla. Una vez cumplida la misión en Roma, Ricardo confiesa a su criado que no va a regresar a Inglaterra, sino a España a cumplir la palabra dada a Isabel.

La reina envía regalos y una gran suma de dinero a Isabel como indemnización, pero ella está esperando noticias de Ricardo y queda muy desilusionada al no recibirlas. Por deseo de su madre, Isabel se prueba el vestido de su presentación ante la reina, y cuando la madre le quita el velo de la cara, comprueba que ha desaparecido todo resto del veneno y vuelve a estar bellísima. A Isabel le buscan un marido en Sevilla, el hijo de una buena familia, pero Isabel dice a su madre que ha acordado con Ricardo esperarlo durante un plazo máximo de dos años. Los padres respetan este plazo, pero, si finalmente el joven no regresa, ella deberá aceptar a su nuevo pretendiente español.

Los turcos atacan el barco donde va Ricardo y lo apresan. Él planea huir con su criado, pero fracasan. El tiempo se acaba e Isabel no pierde la esperanza. Ricardo y su criado van a ser decapitados. En el último segundo, el turco al que Ricardo perdonó la vida al principio de la historia, lo reconoce y decide liberarlos. Llega por fin a España y se encuentra otra vez con el conde Arnesto, quien le dispara alcanzándole en el pecho. Llegan entonces noticias a Inglaterra de la muerte de Ricardo. Cuando en Sevilla, algo más tarde, saben lo que ha ocurrido, Isabel decide hacerse monja. Pero..., ¿logró finalmente el conde terminar con la felicidad de los dos jóvenes amantes...?

Cuando Isabel se dirige al convento el mismo día en el que se iba a ordenar monja, se presenta Ricardo VIVO y explica cómo había salvado la vida y cómo había difundido en Inglaterra la falsa noticia de su muerte para permanecer a salvo.

"La española inglesa" es una novela bizantina de 1613 (pertenece a las "Novelas Ejemplares" de Cervantes)

Mercedes Gozálvez

sábado, 18 de mayo de 2019

Milan Kundera. La desprestigiada herencia de Cervantes

“Cuando Dios abandonaba lentamente el lugar desde donde había dirigido el universo y su orden de valores, separado el bien del mal y dado un sentido a cada cosa, don Quijote salió de su casa y ya no estuvo en condiciones de reconocer el mundo. Este, en ausencia del Juez supremo, apareció de pronto en una dudosa ambigüedad; la única Verdad divina se descompuso en cientos de verdades relativas que los hombres se repartieron. De este modo nació el mundo de la Edad Moderna y con él la novela, su imagen y modelo.

Comprender con Descartes el ego pensante como el fundamento de todo, estar de este modo solo frente al universo, es una actitud que Hegel, con razón, consideró heroica.

Comprender con Cervantes el mundo como ambigüedad, tener que afrontar, no una única verdad absoluta, sino un montón de verdades relativas que se contradicen (verdades incorporadas a los egos imaginarios llamados personajes), poseer como única certeza la sabiduría de lo incierto, exige una fuerza igualmente notable.

¿Qué quiere decir la gran novela de Cervantes? Hay una abundante literatura a este respecto. Algunos pretenden ver en esta novela la crítica racionalista del idealismo confuso de don Quijote. Otros ven la exaltación de este mismo idealismo. Ambas interpretaciones son erróneas porque quieren encontrar en el fondo de la novela no un interrogante, sino una posición moral.

El hombre desea un mundo en el cual sea posible distinguir con claridad el bien del mal porque en él existe el deseo, innato e indomable, de y juzgar antes que de comprender. En este deseo se han fundado religiones e ideologías. No pueden conciliarse con la novela sino traduciendo su lenguaje de relatividad y ambigüedad a un discurso apodíctico y dogmático. Exigen que alguien tenga la razón‑ o bien Ana Karenina es víctima de un déspota de cortos alcances o bien Karenin es víctima de una mujer inmoral; o bien K., inocente, es aplastado por un tribunal injusto, o bien tras el tribunal se oculta la justicia divina y K. es culpable.

En este “o bien-o bien” reside la incapacidad de soportar la relatividad esencial de las cosas humanas, la incapacidad de hacer frente a la ausencia de Juez supremo. Debido a esta incapacidad, la sabiduría de la novela (la sabiduría de la incertidumbre) es difícil de aceptar y comprender.”

Milan Kundera: "El arte de la novela".

viernes, 15 de febrero de 2019

La Celestina


Película basada en la obra de Fernando de Rojas
“Tragedia de Calisto y Melibea”


“La Celestina” empieza con el encuentro de Calisto y Melibea en misa, donde él está pendiente de ella. A la salida se le acerca para decirle cuán enamorado está. Melibea lo rechaza. En esos tiempos no estaba bien visto que un joven se dirigiera a una dama sin permiso de los padres.

Calisto se marcha muy contrariado y habla con sus criados Sempronio y Pármeno sobre su exagerado amor hacia Melibea. Ellos se burlan de él, pero Sampronio empieza a pensar en cómo aprovechar este amor a su favor. Le dice a Calisto que conoce a una mujer, llamada Celestina, que le puede ayudar a conseguirlo. Calisto le pide que vaya a buscarla y promete recompensarlo, y también a Celestina. Celestina es la ambiciosa administradora de un burdel, a la vez que hechicera, y había sido acusada de brujería en el pasado.

Pármeno, que la conoce, intenta advertir a Calisto, pero este no le hace caso, ya que está cegado por conseguir el amor de Melibea. El criado se hace el encontradizo con Celestina y le pide que no intervenga, pero ella, a cambio de conseguirle el amor de Areúsa, logra que Pármeno también se ponga de su parte.

Celestina invoca con un conjuro al Diablo, y le pide que le ayude a conseguir que Melibea se enamore de Calisto. Para ello prepara un brebaje y rocía con él una pieza de tela. Luego Celestina se dirige a casa de Melibea para dársela. Melibea, que no sabe quién es, se apiada de ella y se la compra. Empieza a contarle una historia sobre un hombre que está enfermo por ella. Melibea se enfada con Celestina, aunque esta consigue engañarla diciéndole que el enfermo sufre un dolor de muelas y le pide su cinturón para sanarlo. Con el cinturón en su poder, Celestina se lo ofrece a Calisto haciéndole creer que es una prueba del amor de Melibea hacia él. Loco de contento, le promete más dinero si le consigue una cita.

Estando Celestina en su casa con Pármeno, Sempronio, Elicia y Areúsa, llega la criada de Melibea a pedirle que vaya a casa de su ama, que la reclama porque se encuentra muy enferma. El hechizo ha empezado a surtir efecto. Celestina convence a Melibea de que el mal que tiene se llama amor, y su única cura es Calisto. Logra convencerla y les prepara una cita. Cuando Celestina le da la noticia a Calisto, él, loco de contento, le entrega un gran collar de oro en pago por sus servicios.

La noche de la cita, Melibea escucha a sus padres decir que pretenden casarla. Se pone muy triste y piensa que sus padres no saben nada del amor. Ella prefiere ser buena amante que mala casada. Ya estaba totalmente hechizada... Cuando Calisto llega al jardín de Melibea, se ven a través de una reja y quedan totalmente enamorados.

Calisto y sus criados regresan a casa y, una vez él se acuesta, los criados deciden ir a pedir a Celestina su parte del collar. Como ella se niega a darles nada, la apuñalan hasta matarla. Son apresados por la justicia y degollados a la vista de todo el pueblo. Elicia lleva la noticia a Areúsa y le cuenta toda la historia. Las dos culpan de la muerte de sus amados a Calisto y Melibea y claman venganza.

Calisto acude a su segunda cita con Melibea y en ella dan rienda suelta a su pasión. Al día siguiente, Elicia, con arrumacos y engaños, consigue enterarse de la próxima cita de los amantes. Convence a otro hombre, Centurio, para que mate a ambos. Cuando Calisto llega a la nueva cita, también está allí Melibea esperándolo y vuelven a disfrutar de su amor. La criada de Melibea acude a avisarlos de que los criados de Calisto están siendo atacados por unos hombres. Calisto sale corriendo en su ayuda y se precipita al vacío desde lo alto de una escalera, muriendo en el acto.

Melibea no lo puede resistir y, sin que su criada pueda impedirlo, sube a la torre dispuesta a suicidarse. El padre acude avisado por la criada y trata de convencerla para que baje. También acude la madre. Melibea les cuenta a los dos su historia de amor y les dice que ya no puede vivir sin Calisto. A continuación, se arroja desde lo alto de la torre, uniéndose de esa manera para toda la eternidad con su amado.

Mercedes Gozálvez

domingo, 10 de febrero de 2019

El secreto de mi madre



Me hace ilusión haceros participes, de este libro, por si no lo habéis leído. Es cortito de páginas, pero no de contenido, ya que es inmenso

Quizás no haga critica literaria, del libro de este mes, “El corazón de las tinieblas”, pero su lectura, me dejo con cierto desazón, y pensé, en otro libro que leí.

Me ha movido a mandar esta reseña, la similitud entre los dos. Pero en sentido opuesto. El uno nos abre a los horrores de los que es capaz el ser humano. En el que os presento, por el contrario, es la capacidad que tenemos las personas de amar y ser amadas. Es una historia tratada con sumo realismo y a la vez delicadeza infinita. Es un libro que no puedes abandonar, que te ensancha el corazón.

Puedes pensar, incluso plantearte ¿cual es el límite para esta buena persona de hacer el bien? incluso arriesgando su vida, y la de su hija. La respuesta es que ama sin medida. Me gustan los libros, que dejan poso, que me hacer mejor, que te animan a decir: “Vale la pena todo el esfuerzo”.

Está basada en un hecho real y ha sido llevada al cine.

Soy consciente que la editorial no es muy conocida, que el libro no ha obtenido ningún premio etc. Pero tengo el orgullo de ser una rescatadora de libros y autores que pasan ocultos a las grandes cabezas y editoriales. Pero que no por tener menos divulgación son peores, aunque no tengan o se les cierra la oportunidad de ser leídos.

Se que quizás por la sencillez de mi cultura , mis cánones de exigencia son menos exigentes. Pero como no dedico el tiempo que desearía a leer, y lo hago para disfrutar, descansar, aprender. Procuro en lo posible, escoger los que cumplen estas espectativas. 

Sinopsis  

En 1939, las tropas hitlerianas invaden Polonia. Los judíos comienzan a ser acosados y encerrados en guetos donde subsisten en condiciones insalubres e inhumanas. El terror ha sometido al país: los vecinos se denuncian entre ellos y todo el mundo puede ser sospechoso de ayudar a los judíos. La pena por confraternizar con ellos, ayudarles u ofrecerles cobijo es una visita al paredón.

Años antes, una mujer abandona a su marido en tierras alemanas. Él es simpatizante nazi. Ella, no. Con ella se lleva a sus dos hijos, Helena y Damian, y los tres juntos vuelven a Sokal, su pueblo natal en Polonia. Esta mujer es Franciska, un simple peón en el juego de la guerra, pero que pondrá en riesgo su vida y la de los suyos por ser fiel a sus ideales.

Mikolaj es un niño judío hijo del director del hospital de la zona. Vilheim es uno de los soldados alemanes que custodian el gueto de Sokal. Bronek es un hombre judío que ha sido encerrado allí junto a su familia. Las vidas de todos ellos se enredarán en una madeja de infortunios y será Franciska la encargada de desenredarla: anteponiendo sus principios al miedo a perderlo todo, la mujer dará cobijo a todos ellos durante los años más cruentos de la guerra.

A través de cuatro puntos de vista distintos, J. L. Witterick se desquita de los tópicos que rodean la novela de guerra para traernos un libro fresco con un ritmo marcado por un estilo sencillo y dinámico. Helena, la hija de Franciska, Vilheim, Bronek y el pequeño Mikolaj son los encargados de relatarnos esta historia. Cada uno aporta su granito de arena en una narración que se entreteje según avanza la trama. Así, al llegar al final, se puede observar toda la historia con perspectiva, explorando todos los recuerdos y analizando cada una de las voces.

El secreto de mi madre destaca por no ser otra novela sobre la Segunda Guerra Mundial. Como ya es habitual en los libros de su catálogo, Nube de Tinta publica una obra que pretende hacernos partícipes de algún tipo de reflexión moral o ética. En este caso, la historia habla de la bondad, del sacrificio y de que, cuando creemos que todo está perdido, siempre hay alguien que puede devolvernos la esperanza.

De lectura amena, El secreto de mi madre es una oda a la valentía. Porque no hace falta tener superpoderes y llevar capa para hacer cosas grandes. Son nuestros actos los que nos convierten en los héroes o en los villanos de nuestras propias vidas
                                           

                  !La felicidad te mantiene Dulce! . 
                   ! Los juicios te mantienen fuerte! 
                   ! Los dolores te mantienen humano! 
                   !El fracaso te mantiene humilde!
                   ! El éxito te mantiene brillante!
                   ! Pero solo la fe te mantiene en marcha!    
                                                                                                    Lucía S
       






















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domingo, 2 de diciembre de 2018

Critica literaria " Las hijas del capitán"



María Dueñas comenzó su primera novela, El tiempo entre costuras, en 2009, y fue llevada a la televisión. Mas tarde, escribió Misión Olvido y La templanza, con menos fuerza de argumento, para mi gusto. Ahora con Las hijas del Capitán: recrea con minuciosidad, brío y color la colonia de españoles emigrados a Nueva York en los años treinta. Las peripecias de las tres hermanas Arenas, junto a su madre Remedios. Arrojadas sin quererlo en una ciudad, inhóspita y urbana. Una lengua distinta, circunstancias estas, que nada tienen que ver con su Málaga natal.
  Maria Dueñas consigue Sumergir al lector en el mundo de la Little Spain. La supervivencia de estas tres jóvenes mujeres, los hombres que se cruzan en su camino, los sueños que quedaron atrás y los que traerá el futuro.
  La autora elije un tema que es actual la emigración; y en cierto modo es un homenaje a quienes tuvieron que volver a iniciar sus vidas en otros países. Me atrevo a decir que la autora nos quiere concienciar del gran drama que sufren, que están sufriendo muchos, por persecuciones, guerras, hambre, pobreza... En la búsqueda de un futuro para sus hijos que no sea la muerte.
  Es fácil establecer un paralelismo entre aquellos emigrantes que dejaron una España pobre y atrasada a principios del siglo pasado y muchos de los emigrantes que hemos recibido en las últimas décadas en nuestro país; nuestros compatriotas fueron albañiles, repartidores, camareros, limpiadores.
 Cuando hablamos de emigración, tradicionalmente lo relacionamos con figuras masculinas, pero como son tiempos de auge del feminismo. Y María Dueñas es especialista en personajes femeninos carismáticos, escoge a tres protagonistas que pese a su juventud se  tienen que arreglar por sí solas en Estados Unidos. Expone la complejidad de tomar las riendas de sus vidas para las mujeres de esta época en la que no tenían derecho a nada. Las tres hermanas son inmigrantes, ignorantes, pobres y mujeres, el sector más vulnerable de la sociedad.
  Esta novela no es Histórica, las tres protagonistas son ficción. Pero sí incluye algunos personajes reales muy conocidos en la colonia de aquellos años: la vasca Carmen Barañano y su tienda Casa Moneo en la calle 14, el alicantino Francisco Sendra y su hotel La Valenciana en Cherry Street, Avelino Castaños y su La Bilbaína, el músico Esteban Roig y su banda Los Happy Boys
  La autora ha pateado cada uno de estos rincones, se ha documentado, ha establecido contacto con familias que le han abierto sus puertas y enseñado fotografías, ha consultado prensa de la época,m etc. Y este es el secreto para que te sumerjas en la historia, te traslades y vivas cada momento y en cada lugar.
Por fin Emilio Arenas decide asentarse, ya su cuerpo ha perdido los bríos y fuerzas de volar como un
pájaro libre, y quiere asentar su nido, o más bien, llegar a tenerlo. Reclama que las cuatro mujeres acudan a su lado, y aunque la esposa está deseando cumplir sus órdenes, las hijas se resistirán, hasta el punto de que la madre tiene que acudir en ayuda de la Guardia civil.
Victoria, Mona y Luz Arenas desembarcan en el muelle neoyorkino de la Compañía Trasatlántica Española, una heladora mañana de enero de 1936, formando un trío compacto cuya unión parece indestructible.
Es cierto que la familia Arenas sufre tropelías de muy diverso tipo, y creo que ambas condiciones, género y clase, van mano a mano como causas. La monja sor Lito, su protectora, se lo dice bien claro a las protagonistas en algún momento: son inmigrantes, ignorantes, pobres y mujeres, el sector más vulnerable de la sociedad. Y en el Nueva York de aquellos años de la Gran depresión.
  La muerte accidental de su dueño, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteañeras a tomar las riendas del negocio Las hijas del capitán. Mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnización. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abrirán paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueño en realidad.
  Mona, la mediana de las Arenas toma las riendas, genera la idea de transformar la humilde casa de comidas en un night-club hispano siguiendo la moda de otros similares de aquel tiempo, donde los ritmos flamencos se mezclan con rumbas cubanas, tangos argentinos, pasodobles o cantantes de cuplés.
    La obra transpira una enorme solidaridad entre compatriotas, especialmente entre las mujeres, pues estas siguen siendo el tejido social que conforma la solidaridad familiar y vecinal. Las mujeres fueron fundamentales en aquellos años de desarraigo como elemento cohesionador y estabilizador en los hogares y en la comunidad. Eran ellas quienes manejaban la economía doméstica, quienes sin saber inglés se preocupaban de la educación de los hijos, quienes establecían redes informales de ayuda y solidaridad. Mujeres, en definitiva, tan anónimas como imprescindibles.
  Remedios, la madre, representa otro tipo de mujer. Nueva York la abruma y acobarda, tiene miedo de todo: los adelantos tecnológicos, la mentalidad… y se aferra al pasado con uñas y dientes. Por su edad, su naturaleza dependiente y depresiva y sus escasas miras.  Más que ayudar a sus hijas a valerse por sí mismas lo que hace es intentar frenarlas. Probablemente antes de emigrar tuvieran sueños muy elementales: encontrar un novio guapo, disfrutar de las fiestas de su barrio… Pero carecían de aspiraciones.
  En su empeño por buscar ayuda para el negocio, Mona solicitará al conde de Covadonga que apadrine la inauguración del local (el primogénito de Alfonso XIII nacido para reinar como Alfonso XIV) hemofílico, exiliado en la Segunda República. renuncia a sus derechos dinásticos para casarse con una cubana de la que se separaría poco después, e instalarse solo en Nueva York.
  Con ritmo pausado, consigue una experiencia grata de lectura y al describir con enorme realidad, hace gala de una satisfactoria documentación, de la comunidad española en Nueva York en estos años 30, plasmando las ilusiones de quienes han dejado atrás a los suyos en busca de una vida mejor, desconocen el idioma y sufren problemas económicos.Temas cotidianos pero tratados con enorme frescura. Introduciendo figuras históricas que aumentan la sensación de realidad. Pero También personajes secundarios memorables, como Fidel, joven apasionado de la música, el bondadoso Luciano Barona, o el joven Tony el Bolitero, dispuesto a incumplir la ley para triunfar.
         Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza”. Bern Williams.
                                                                                               Lucía. Sanz

sábado, 6 de octubre de 2018

Las hijas del capitán. Tertulia literaria de diciembre.


Enlaces

Juan Ángel Juristo. ABC cultural: La épica de unos personajes anónimos -esa condición heroica silenciada porque no interesa a los poderosos- se acompaña de la inclusión de personajes reales de origen hispano y que fueron elevados a la categoría de leyenda. Por la novela desfilan Carlos Gardel; Xavier Cugat, el músico catalán que que todavía espera el reconocimiento que se merece en nuestro país; el conde de Covadonga, al que le sucede lo que al duque de Windsor, que renuncia a sus derechos al trono de España por casarse con una plebeya cubana, y Rita Hayworth, de verdadero nombre Margarita Cansinos, gran mito erótico.
Marina Sanz Borgo. Zenda libros. Ese es el punto de partida del que arranca Las hijas del capitán. Tres veinteañeras tendrán que sobreponerse de la tragedia inicial, la vida que ya era precaria para ellas en España, y a la que van añadiéndose otras: la ruina económica, la muerte del padre, las deudas. El predominio de las mujeres migrantes que retrata María Dueñas en las hermanas Arenas provino de la información que descubrió al escribir La templanza, una novela ambientada a finales del XIX que le planteó a la autora la necesidad de contar la historia de todas aquellas hermanas, hijas y esposas que también migraron a finales de ese siglo y comienzos del siguiente.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Resumen del libro Anna Karenina



Anna Karénina: Una novela que sugiere dos grande temas:
"Los estragos de la pasión y el adulterio",  y "Los beneficios del matrimonio" en el proyecto de hogar.

Es una de las más grandes historias de amor de la literatura universal. Es una exhaustiva disquisición sobre la institución familiar "una fábula sobre la búsqueda de la felicidad". Y reflexión sobre ella. Pues esta no consiste solo en la satisfacción de los deseos, abarca mucho mas.

Ana representa una fisura en el tranquilo mundo que permite que prevalezcan la pasión y la irracionalidad. Anna Karénina, una mujer con mucha belleza pero sometida y poseída por el adulterio, los celos y el odio. El autor describe una galería espléndida de personajes que conocen la incertidumbre y la decepción, el vértigo y el tedio, los mayores placeres y las más tristes miserias.

Lev N. Tolstói es un artista y psicólogo, y "Ana Karenina" la mayor novela social de todos los tiempos". Su maestría de escritura te hace apostar por la literatura clásica. La complejidad gramatical de cada una de las oraciones, la sencillez de su comprensión. Etc

Este libro empieza con una de las frases más dichas y repetidas del mundo de la literatura “Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su manera”. A partir de estas palabras se erige la historia de “amor”, pasión y lujuria de las tres parejas protagonistas. Anna y Vronski, Kitty y Levin y Daria y Stepán Arkádevich, sin olvidar, por supuesto de Alekséi Karénin.

Tolstói hace vivir a sus personajes, que te lleve la corriente en cada momento, te encuentras sintiendo como el personaje principal de cada página. El realismo y los sentimientos descritos son de tal viveza que podrían presagiar a tu lado el roce del vestido de las señoras o el olor a tabaco de los caballero, el crecimiento de la mies con sus aromas. etc

Supuso el cambio de Tolstoi hacia una problemática social y mística que ocupó sus últimos años. Detrás de cada historia y personaje, hay un pedacito, un reflejo de su vida, con sus alegrías, penas, dudas, anhelos, crisis existencial.

Destaca Anna Karénina. Como personaje principal, el que más fuerza tiene: Vive cada uno de los momento, no esconde nada. A mi punto de ver, Al comienzo, como una gran mujer, amiga, consejera, inclinada a la benevolencia, logra que Oblonskaya (Dolly) perdone la infidelidad de su marido. Pero a su vez muy poco dispuesta a aplicarse estos consejos, escuchar las opiniones de los demás. Afrontar su situación, ver la solución más sencilla a su problema. Las cosas deben ser hechas a su manera y por ella misma, y cuando por fin se da cuenta de que existe un mundo exterior, y de que ese mundo tiene razón, ya es demasiado tarde.

Anna vive con tal pasión, que se vuelca única y exclusivamente en esos sentimientos. Vive al filo de estos; si siente alegría, la siente hasta el extremo y si siente pena, lo mismo; por lo que, a veces, puede generar una sensación de reproche y negatividad. Abocada a reaccionar a situaciones que nunca antes había vivido. Toma decisiones sin reflexionar en las consecuencias de estas. Ana Karenina es la personificación de una mujer depresiva y consumida por las habladurías y las atroces arrebatadas con violentas formas, en que la sociedad responde a su romance con el conde Wronsky, su amante

Wronski, un joven militar, despreocupado, amigo de sus amigos. Encuentra en Anna ese primer amor pasional y romántico. En un principio me generaba sentimientos de frivolidad, de inmadurez ante cualquier compromiso amoroso. Es un vividor, No esta acostumbrado a recibir un no por respuesta, en todos los campos que rodean su vida.

En el caso de Ana. Es un amor a primera vista, y a pesar del rechazo inicial de Ana, el insiste, materialmente persigue a esta, no ceja y más, al percibir que Ana anhela ser amada, querida. Y son dos cosas que no encuentra en su esposo.


Mis sentimientos hacía él han sido cambiantes a lo largo de la obra. Al comienzo era reproche, rechazo... Al final casi es lástima. Pues vive una continua presión, social, familiar y en especial por los continuos ataques de celos de Ana, pues se encuentra aislada de todos los actos sociales a los que la vida de Wronski esta ligada.

En el otro extremo tenemos a Kitty. Posee esa ternura e inocencia del primer amor, cuando se enamoro de Vronski. Su vida es tan intensa como moderada. Pierde la compostura  des pués del rechazo de Vronski, luego aprende a contener sus sentimientos y dejar entrever lo justo y necesario

Se enferma, y su familia la lleva a un balneario en Alemania, donde se recupera y se da cuenta de que realmente ha querido siempre a Levin.

Kitty se convierte en una persona totalmente diferente: la situación la hace madurar y ser más adulta. Pero lo que más la hace sufrir es haber rechazado a Levin. Es una persona que ahoga su dolor y pena, dedicándose a consolar el dolor de los demás. Huye de la comodidad y proteccionismo familiar y ayuda como voluntaria en los cuidados de los soldados heridos de guerra.
 Más tarde, se vuelven a encontrar con Levin y acepta la segunda propuesta de este
 Levin, el personaje que menos ha evolucionado en el transcurso de la historia; pues empieza y acaba siendo el mismo tipo campechano y dedicado al campo. No obstante, como bien vemos, sufre una crisis existencial que es fruto de haber conseguido en poco tiempo aquello a lo que todos los jóvenes rusos aspiraban: una buena posición social, un matrimonio bien avenido y, finalmente, la paternidad. Tolstói elige a Levin como su héroe en esta historia, es con el que más se identifica y con el que mas cosas comparte. Kitty y Levin forman una de las parejas más estables del libro; y su amor recatado contrasta con el amor pasional de Anna y Vronski, y no por eso deja de serlo.
  Kitty es una enorme fuerza en la vida de Levin, ayudándole a hacer frente a su lucha de toda la vida con la fe y la religión, sus múltiples dudas. Es un remanso de paz en estas, Con ella encuentra el sosiego tan anhelado, pues sus conversaciones calman y le dan sentido a su existencia. Sosteniendo su animo, pues este, no se perdona a si mismo sus arrebatos de mal carácter, se siente indigno de tantas cosas buenas que le rodean, en especial del amor incondicional con el que es amado por ella.
  ayuda a Levin a superar la muerte de su hermano, cuando se negaba a que no lo acompañara en el viaje hacia esta dura despedida, y consigue hacer amables, dignos, casi felices estos últimos momentos de la azarosa vida que siempre había llevado
  Levin es recompensado por su matrimonio con Kitty, una vida familiar estable, y una comprensión de la fe. A los ojos de Tolstói, los dos tienen el matrimonio y amor ideal.


Levin me atrae y en ocasiones me identifico. Un hombre con matiz filosófico, que busca la verdad, los porqués, no pasa por la vida con superficialidad. Un hombre que tiene corazón, que pisa tierra, que ve a sus súbditos como iguales, que no se conforma, sin poner antes todos los medios. Es íntegro, y esto le ayuda a ser mas justo. Para Levin la naturaleza, la belleza, el suceder de las estaciones etc son cosas que no están en las manos del hombre  por eso, le llevan a su Creador. Choca entre la grandeza de Este y las debilidad del hombre: maldad, incoherencia, los porqués de tantas cosas. El defiende la idea de cuidar de la tierra como la riqueza para todo el mundo, y considera que la tierra es la única asociación mutua que pueden mantener a las sociedades y las familias unidas En este matrimonio se podría aplicar el dicho popular."Detrás de un gran hombre hay una gran mujer"

Por otro lado Daria (Dolli) y Stepán empiezan siendo una pareja rota y acaban siendo una pareja rota. De ellos no hay mucho que decir. Daria siente lo que siente una mujer normal cuando su marido la ha engañado: repulsión. A partir de aquí, lo único que hace es dedicarse en cuerpo y alma a sus seis hijos, e intenta pasar todo el tiempo posible con su familia, pues su marido pasa largas temporadas fuera de casa. Stepán parece que le da igual haber engañado a Daria, pues lo sigue haciendo durante toda la obra. Stepán es un hombre de sociedad, centrado en conseguir la mayor cantidad de amistades bien posicionadas para que eso le influya positiva-mente en su puesto de trabajo. Va por la vida como un eterno adolescente, es un vividor sin compromisos con nada ni nadie, incluso con su propia familia. Por eso el papel de Dolli, no es de mujer sumisa y resignada, sino de una gran mujer con corazón grande que asume que tiene que hacer de padre, de madre, de administradora del legado que recibió de su familia, con el que a duras penas puede cubrir las necesidades de su hogar. Dolli tiene una cualidad que la honra, su gran corazón. Su capacidad de ayudar siempre a quien la necesita. Muchas veces sorbiendo sus lágrimas, tragando sus penas. No está en los grandes acontecimientos, pero cuando alguien de la familia la necesita, siempre está, Incluso visitando a Ana, ( cuando en la alta sociedad se la rechaza) consolando a Kitti después de la negativa de wronsky. Y al final trasladándose con sus hijos al campo, ayudando a kitti, en la organización de su hogar, y más tarde su maternidad.
  Hay mas personajes a lo largo del libro, pero quizás su papel no tenga tanta relevancia.
Por ultimo Alekséi Karénin; una figura con poco protagonismo. pero que acaba por decidir el destino de Anna. Karénin es un hombre recto, exigente y al que le gusta el orden, con un tono sarcástico y de superioridad, que al final le acaba pasando factura. Karénin llega a ser una figura importante en la obra, pues, en parte, es el detonante de todo lo que pasa. Aquel con el poder suficiente para decidir el destino de su mujer. La quiere, le es fiel, pero Ana necesita palpar ese cariño, demostraciones de este cariño. Al no encontrarlas se vuelca en su hijo en dar y recibir la ternura que no encuentra en su marido, Quizás esta fue la causa de su infidelidad, en Wronski encontró lo que anelaba, y Tolstói se encarga de representar a la perfección.

                                                                                                                Lucia S


martes, 20 de marzo de 2018

La lectura IV

Queridos lectores: Tengo que deciros, que me sorprende cuantas cosas pueden salir de un mismo tema. Los que habéis leído los anteriores artículos, podréis comprobar la importancia que tiene, y, a medida que piensas en él, surgen más y más ideas. Al escribir el anterior, prácticamente lo di por terminado, pero creo que podéis intuir el porqué de la insistencia. confieso que me preocupa que muchos niños especialmente, no descubran el mundo maravilloso que hay detrás de las páginas de un libro. No les culpo, pues sus padres quizás tampoco llegaron a descubrirlo, leyendo solo los obligados en el colegio, que no siempre eran de su gusto, pero sin adquirir un hábito de lectura. Simplemente es más inmediato y fácil entretenerse recurriendo a la televisión, video juegos y tableta.

Para tener habito de leer alguien te leyó cuentos a veces un cuento, paso contigo muchos ratos señalando imagenes, diciendo su nombre, y algo relacionado que pudieras entender; más tarde comenzabas a deletrear y descubrir el significado de la unión de las distintas letras que ibas aprendiendo, luego juntaste palabras, mas tarde frases. ¡Y aprendiste a leer! Es aquí donde saber aconsejar e inculcar este amor por la letra impresa, desde la infancia, es un don y una ciencia.

Os tengo que contar algo, que en principio podéis pensar, que es una pequeñez y lo es, pero para mí, que observo y tengo capacidad de admirarme de estas pequeñeces me maravilló. Reconozco que al estar rumiando el tema de la lectura me dije: esto lo cuento aquí. Pues iba en el metro sentada y enfrente había un papa con su niño, que no tenía más de tres añitos. Iban sentados cada uno en su asiento y, por cierto, el padre era muy alto, por lo que para escuchar a su pequeñín, tenia que inclinarse y luego hacia cierto gesto con el cuello; al parecer las cervicales protestaban. Pues el niño tenía un cuento, con muchos dibujos y poquita letra. Pasaba las hojas haciendo un gurruño como suelen hacer los niños. El caso es que ante la letra cogía con sus manitas la cara del padre y señalaba el trocito de letra y el padre se lo leía. Yo veía, su padre no, la carita del niño. Era de asombro, absorto, con su rostro radiante, con unos ojos como platos admirando la escena. No era más que una planta y unos animales o algo parecido, pero el niño lo contemplaba un rato ¡Me hubiera gustado tanto adivinar todo lo que él veía detrás! Era un mundo de descubrimientos, esto se repetía, cada vez que le pedía a su padre leer la letra, luego venia esta contemplación, si se puede definir así. Me conmovió y a punto estuve, de decir a su padre: no deje de hacer esto con su niño se lo agradecerá toda su vida.

Pienso en las imágenes que ven en los dibujos de la televisión. Pasan tan rápido que no les da tiempo a crear su historia. Los niños tienen una imaginación desbordante y es bueno que sean creativos. Esta muy bien, que con un simple palo lo conviertan en caballo, espada, pértiga. Que escondan en un hoyo de tierra en la calle una piedra y la conviertan en su tesoro o piedra mágica, y miles de ideas que se les ocurran.

En el anterior artículo hablaba de mi criterio de elección, que, al igual que con las películas, no es ni el último ni los más vendidos. Pues he leído alguno, que es oro puro, que su autor no es escritor, pero tiene algo que contarnos y no ha adquirido fama con su libro, más bien, a duras penas ha conseguido publicarlo.

Sé que el alcance de la revista es más en torno a CEPA y los que participamos de todo lo que nos ofrece, por eso no generalizo el tema, lo trato personalmente: hace poco, me toco aconsejar a dos sobrinos de 7 y 13 años algún libro y no es fácil. Pero recurres a tu memoria, te pones en su lugar y hay alguno que en su momento te marco y dejo un recuerdo inolvidable. Es aquí donde el consejo del que hablábamos en el anterior articulo nos ayuda a refrescar nuestra memoria, la listica de libros que recuerdas que te gustaron y puede seguir gustando. Te enteras bien sus preferencias, gustos etc. Le haces un pequeño resumen, de alguno que pueda coincidir con estos, le sugieres, si no le gusta le buscas otro, dependiendo que le atrae más, según su edad y forma de ser. Estos sobrinos no se duermen nunca sin leer un cuarto o media hora antes, por lo que llevan muchos libros leídos.

Es bueno comenzar con cuentos, relatos, historias, libros que de alguna manera transmitan valores, para amueblar su cabeza. Donde el bien y el mal quedan reflejados de diversas maneras. Es bueno donde alguien se define ejemplarmente, hechos reales o ficticios, pero en su cabeza van fijándose pautas de comportamiento, cosas que le llevan a pensar, a reflexionar, a admirarse, a plantearse como reaccionaria él en esa situación, metas de superación, de interiorizar las cosas, etc.

Si no lo digo reviento, me rebelo a que los niños se conviertan en pequeños monstruos y solo reaccionen con acción, dibujos feos, violentos. Me supera cuando niños de cuatro añitos se tragan unos que ni yo los soporto, irreales, bélicos, personas y animales que no son ni lo uno ni otro. ¿Cómo no se van a enganchar a los video juegos? ¿Cómo van a valorar las cosas más sencillas y normales si se acostumbran a estas imágenes estresantes? Lo propio de todas las especies es darles el alimento adecuado según se desarrollan. Por qué no damos la misma importancia a proteger la sensibilidad de nuestros niños dándoles lo adecuado para que crezcan como persona normales. Estos dispositivos son altamente adictivos. Luego los llevamos al sicólogo por insomnio o por hiperactividad, etc. Ahogar el mal con abundancia de bien, y no lo contrario, ahogar el bien con abundancia de mal.

Aunque no considero que haya leído demasiados libros, puedo deciros que algunos miles si, y puedo recordar muchos títulos. Disfruto con libros sobre muy diversas culturas y hechos históricos. Te sitúa en la mentalidad, costumbres, en el tiempo que sucedió. Adquieres conocimientos, te enriqueces…

Por citar algún título de los que recuerde sin hacer ningún esfuerzo, teniendo ya uso de razón, que me enseñaron y con los que disfrute, viví y aprendí tanto.

Un saco de canicas. Matar a un ruiseñor. Cisnes salvajes. El esbirro. Diario de Ana Frank. Viento del Este y vientos de Oeste. Mi familia y otros animales. Velando en la noche. Buena suerte. Las llaves de Sara. El secreto de mi madre. La estepa infinita. La sombra del olivar. La rosa de media noche. No sin mi hija. El precio a pagar. etc.

He nombrado a propio intento libros que llevan muchos años editados, Y que quizás por esto estén pudriéndose en las estanterías de las bibliotecas. Podría, si sirviera para algunos pocos, hacer una lista con mucha más precisión de temas, contextos, edades. No he nombrado a los clásicos que todos sabemos dándolos por conocidos por la mayoría.

Hay una cosa que creó para finalizar que es aconsejable, tener varios libros empezados a la vez, según te encuentres. Divertidos, serios, ensayos. Siempre no te encuentras con las mismas disposiciones o cansancio moral o físico.

La alfabetización es una destreza cognitiva, pero la lectura es un saber cuyo aprendizaje requiere de todas las potencias interiores: imaginación, memoria, emoción, reflexión, juicio, análisis, intuición. Por eso el que no lee o apenas lo hace tiene el alma desentrenada.

“Leer, leer, leer, es vivir la vida que otros soñaron” (Unamuno).

Lucía Sanz