No escucho ni un ruido.
Respirando despacio y viajando inconsciente,
me pierdo en un mundo de felicidad.
Estrellas y cometas.
Puedo ver los planetas desde mi balcón.
Y dibujar tu silueta, sentir que eres perfecta,
besarte los labios, llevarte a un rincón del espacio, y hacerte el amor.
En mis sueños eres mía,
y no pienso despertar.
Hago lentos mis latidos
y los tiempos infinitos.
Quédate un ratito más.
Ya está amaneciendo y tú te vas.
Rompiendo ilusiones, fantasías,
yo te sueño noche y día.
Oh, vida mía, alma gemela.
Brandon Andrade (Secundaria, N2)
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