Lev N. Tolstói es un artista y psicólogo, y "Ana Karenina" la mayor novela social de todos los tiempos. Su maestría de escritura te hace apostar por la literatura clásica. La complejidad gramatical de cada una de las oraciones, la sencillez de su comprensión.
Comienza con una de las frases más célebre de la historia de la literatura «Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su manera». A partir de estas palabras se erige la historia de amor, pasión y lujuria de las tres parejas protagonistas. Anna y Vronski, Kitty y Levin y Daria y Stepán Arkádevich, sin olvidar, por supuesto de Alekséi Karénin.
Tolstói hace vivir a sus personajes y no puedes evitar que te lleve la corriente en cada momento, te encuentras sintiendo lo mismo que el personaje principal de cada página. Los sentimientos descritos son de tal viveza que podrían presagiar a tu lado el roce del vestido de las señoras o el olor a tabaco de los caballeros, el crecimiento de la mies y sus aromas.
Esta novela supuso el cambio de Tolstoi hacia una problemática social y mística que ocupó sus últimos años. Detrás de cada historia y personaje hay un pedacito, un reflejo de su vida, con sus alegrías, penas, dudas, anhelos, crisis existenciales; su vida familiar, su matrimonio. Tiene claros-oscuros, luces y sombras.
Destaca Anna Karénina. Como personaje principal, el que más fuerza tiene: la manera cómo vive cada uno de los momentos. Vive al filo de los sentimientos. Ana anhela ser amada, querida. Y son dos cosas que no encuentra en su esposo y Vronski se las ha dado.Viven una continua presión: social, familiar y los continuos ataques de celos de Ana que se encuentra aislada de todos los actos sociales a los que la vida de Wronski está ligada.
En el otro extremo tenemos a Kitty y Levin, que forman una de las parejas más estables del libro; y su amor recatado contrasta con el amor pasional de Anna y Vronski, y no por eso deja de ser amor.
Levin es el personaje que menos evoluciona en el transcurso de la historia; pues empieza y acaba siendo el mismo tipo campechano y dedicado al campo. No obstante, como bien vemos, sufre una crisis existencial que es fruto de haber conseguido en poco tiempo aquello a lo que todos los jóvenes rusos aspiraban: una buena posición social, un matrimonio bien avenido y, finalmente, la paternidad. Tolstói erige a Levin como su héroe en esta historia, pues es con el que más se identifica y con el que más cosas comparte. Kitty es una enorme fuerza en la vida de Levin, ayudándole a hacer frente a su lucha con la fe y la religión, y con sus múltiples dudas. Ella es un remanso de paz en estas, con ella encuentra el sosiego tan anhelado, pues sus conversaciones calman y dan sentido de su existencia. Levin en su búsqueda de sentido, es recompensado por su matrimonio con Kitty, una vida familiar estable, y una comprensión de la fe. A los ojos de Tolstói, los dos tienen el matrimonio y amor ideal. En este matrimonio se podría aplicar el dicho popular. “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer" Levin es íntegro, y esto le ayuda a ser más feliz. Para él la naturaleza, la belleza, el suceder de las estaciones etc cosas que no están en manos del hombre le llevan a su creador. Pero choca entre esta grandeza y la debilidad del hombre, la maldad, la incoherencia, el porqué de tantas cosas. Él defiende la idea de cuidar de la tierra como si se tratara de la riqueza del mundo, y considera que la tierra es la única asociación mutua que pueden mantener a las sociedades y las familias unidas
Por otro lado, Daria (Dolli) y Stepán empiezan siendo una pareja rota y acaban siendo una pareja rota. De ellos no hay mucho que decir, sino que Daria siente lo que siente una mujer normal cuando su marido la ha engañado: repulsión. A partir de aquí, lo único que hace es dedicarse en cuerpo y alma a sus seis hijos, pues su marido pasa largas temporadas fuera de casa. Stepán sigue engañandola. Es un hombre de sociedad, centrado en conseguir la mayor cantidad de amistades bien posicionadas para que le influya positivamente en su puesto de trabajo. Dolli, no es una mujer sumisa y resignada, sino una gran mujer con corazón grande que asume que tiene que hacer de padre y de madre y de administradora del legado que recibió de su familia, con el que a duras penas puede cubrir las necesidades de su hogar. Es una mujer con capacidad de ayudar siempre a quien la necesita. Muchas veces sorbiendo sus lágrimas, tragando sus penas. No está en los grandes acontecimientos, pero sí cuando alguien de la familia la necesita.
Por último, Alekséi Karénin; una figura con poco protagonismo, pero, que acaba por decidir el destino de Anna. Karénin, es un hombre recto, exigente y al que le gusta el orden, con un tono sarcástico y de superioridad, que al final le acaba pasando factura. Karénin llega a ser una figura importante en la obra, pues, en parte, es el detonante de todo lo que pasa. Aquel con el poder suficiente para decidir el destino de su mujer. La quiere, le es fiel, pero Ana necesita palpar ese cariño. En Wronski encontró lo que anhelaba, y que Tolstoi se encarga de representar a la perfección.
Lucía Sanz