En el año 2018, el primer centro donde pude estudiar en Madrid fue el CEPA PABLO GUZMÁN. Estudié allí los dos niveles de la Educación Secundaria para personas adultas, con una enseñanza de calidad digna de mención. En ese centro he podido desarrollar mi nivel de la lengua, pero también el trabajo en equipo a través de las exposiciones y salidas pedagógicas que hicimos. La salida que más me gustó fue al teatro, cuando vimos la adaptación de Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós. Las asignaturas que se me daban bien eran Matemáticas, Sociales, Lengua e Inglés, con unos profesores encantadores. Recuerdo que un día hicimos una simulación de una alerta de fuego para comprobar si éramos capaces de salir a tiempo, por si eso nos tocase, aunque no es algo que deseamos. Al fin y al cabo superamos la prueba. Por lo tanto, si tengo que darles una nota en una escala de uno a diez, les atribuiré diez, porque en ese centro he pasado buenos momentos, no solo en el sentido de la emoción, sino también en el sentido de los valores culturales transmitidos.
Jean William Molenthiel
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