martes, 18 de junio de 2019

Fin de curso. La fiesta

Nino Bravo. Un beso y una flor



Dejaré mi tierra por ti Dejaré mis campos y me iré Lejos de aquí Cruzaré llorando el jardín Y con tus recuerdos partiré Lejos de aquí De dia viviré Pensando en tus sonrisas De noche las estrellas me acompañarán Serás como una luz Que alumbre en mi camino Me voy pero te juro que mañana volveré Al partir un beso y una flor Un te quiero, una caricia y un adiós Es ligero equipaje Para tan largo viaje Las penas pesan en el corazón Más allá del mar habrá un lugar Donde el sol cada mañana brille más Forjarán mi destino las piedras del camino Lo que nos es querido siempre queda atrás Buscaré un lugar para ti Donde el cielo se une con el mar Lejos de aquí Con mis manos y con tu amor Lograré encontrar otra ilusión Lejos de aquí De dia viviré Pensando en tu sonrisas De noche las estrellas me acompañarán Serás como una luz Que alumbre en mi camino Me voy pero te juro que mañana volveré Al partir un beso y una flor Un te quiero, una caricia y un adiós Es ligero equipaje Para tan largo viaje Las penas pesan en el corazón Más allá del mar habrá un lugar Donde el sol cada mañana brille más Forjarán mi destino las piedras del camino Lo que nos es querido siempre queda atrás Al partir un beso y una flor Un te quiero, una caricia y un adiós Es ligero equipaje Para tan largo viaje Las penas pesan en el corazón Más allá del mar habrá un lugar Donde el sol cada mañana brille más Forjarán mi destino las piedras del camino Lo que nos es querido siempre queda atrás

Epigrama* Saber sin estudiar. Nicolás Fernández de Moratín



Admirose un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».

Niña Pastori: El portugués


“Dice el árbol” de Manuel Benítez Carrasco.



Yo soy tu amigo y te digo:
Por favor, no me hagas daño;
mas si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.
Estoy para darte frutos,
tal vez solamente pájaros,
sombra si la necesitas,
rumor si te gusta el cántico.
Algún día podré ser
la ventana de tu cuarto,
la mesa para tu pan,
la mecedora, tu arado,
la ayuda de tu jornal
o el lecho de tu descanso.
Cuando cantas una nana,
yo, tu cuna, estoy cantando;
a veces crujen mis ramas
para acompañar el canto.
Tal vez, si llegas a viejo
me necesites de báculo.
Puede ser que en los inviernos,
cuando haya nieve en el campo,
mis brazos les den calor
a los tuyos y a tus manos.
Y yo he de ser, aunque es triste
el tener que recordarlo,
el último compañero
que te llevará en sus brazos.
Siendo más fuerte que tú
y en completo desamparo
a los fríos del invierno
y a las llamas del verano,
si me ofendes, no te daño,
al contrario; cuántas veces
-y eso que lo diga el sándalo-,
el cuchillo que me hiere
lo devuelvo perfumado.
¿Que te hacen falta mis frutos?
Yo te los doy de buen grado.
¿Que te hacen falta mis ramas?
Corta, por tanto, mis brazos.
¿Que necesitas mi tronco?
No te apene el derribarlo.
Para tu servicio crezco
y para tu bien me abato.
A cambio, sólo te pido:
Por favor, no me hagas daño;
mas si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.
¿Que estorbo en mi sitio? Piensa,
antes de darme el hachazo,
hasta qué punto es verdad
que puede estorbar un árbol.
¿Tienes que cortar dos ramas?
Por favor, no cortes cuatro.
Que si el daño que me haces,
cuando es por tu bien, no es daño,
y no sólo en paz lo acepto
sino con placer lo paso,
el que me haces sin causa
ese sí que me hace daño.
Yo soy tu amigo y te digo:
Por favor, no me hagas daño;
mas si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.


Desde Santurce a Bilbao



Desde Santurce a Bilbao
vengo por toda la orilla,
con la falda remangada
luciendo la pantorrilla,
vengo deprisa y corriendo
porqué me oprime el corsé,
voy gritando por las calles:
¡Quien compra!
sardinas frescué.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.
La del primero me llama
la del segundo también,
la del tercero me dice:
¿a cuanto las vende usted?
Si yo le digo que a cuatro,
ella me dice que a tres,
cojo la cesta y me marcho,

Baile Nepalí



* Epigrama: Composición poética muy breve que expresa un solo pensamiento ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza.

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