Mi primera experiencia como redactora fue cuando escribí un texto para el concurso literario del año 2015, reescribí un artículo que había presentado como trabajo final del curso de Atención Especializada para Enfermos de Alzheimer, así mismo aparecí en alguna revista del cepa con recetas que hacía para el encuentro intercultural del Centro, solía traer postres, y Miguel Ángel, entonces nuestro jefe de estudios, me animaba a traer impresa las recetas, ya que parecían tener bastante buena aceptación por parte de los alumnos que asistían a estos encuentros y así era como mis recetas y mis fotos aparecían en las revistas, para mí era toda una novedad, y me sentía orgullosa.
La verdad es que nunca me había planteado escribir, no creía que tenía esa capacidad, así que cuando nuestro actual jefe de estudios Jose, nos comentó que tenía pensado abrir un taller de prensa en nuestro cepa, y con mi trayectoria, en la cual me apunto a un bombardeo, dije: ¡porqué no¡. Ya en un primer contacto que tuvimos con Jose,y a modo de información, me picó la curiosidad. Me interesaba aprender y adquirir la técnica para expresar mediante las palabras, lo que sentía, escribir sobre lo que me llamaba la atención, que pudiese escribir a partir de ver una película, de leer un libro, ver una fotografía, observar mi entorno...
Así, en los primeros encuentros Jose nos dio una idea sobre cómo empezar a escribir, él nos dijo que era muy aficionado a la fotografía y nos animaba a observar y si había algo que nos llamara la atención, nos podíamos animar a poner palabras y plasmar con ellas todo lo que nos sugería en ese momento, y así fue como escribí un artículo sobre una bicicleta, para mí muy interesante y especial, y así como una reportera intrépida, le eché varias fotos, observando las fotos, escribí lo que sentía, vi en ella algo que para todo el mundo pasaba inadvertido.
Pero este no fue mi primer artículo, el primero de esta aventura como redactora , fue un artículo que dediqué a una mascota muy especial que tenemos en casa, y es un conejo, lo titulé: Mi conejo-perro, de alguna manera fue un pequeño homenaje, a un animalito, que es muy simpático y llena un espacio en nuestro corazón. Fue un artículo muy sentimental, de este estilo he escrito otros como: Wilson, Reflexiones sobre la música, Emociones y La bicicleta, que ya he comentado antes.
Me atreví con una crítica a la sociedad y estamentos políticos con los siguientes textos: ¿Qué hemos perdido con las nuevas tecnologías?, Pobreza energética, se tomó una decisión equivocada de cortar el suministro de luz a una anciana porque no podía pagar la factura, y las consecuencias que se desencadenaron a raíz de esta decisión. Escribí también dentro de esta línea, Cuando el Ártico se descongela, este artículo hablaba de la concienciación que deberían tener los países más industrializados ante el peligro del cambio climático.
Escribí con respecto a una película que vi: Los niños de San Judas, en esta ocasión, hice una crítica sobre la mala praxis que se da en algunos colegios y por parte de algunos profesores, a como ha de impartirse la educación. Se creó un debate, ya que se entendió que hacía mucho hincapié en las malas formas por parte de algunos colegios religiosos, sobre este tema y para ser justos, quedó claro que no hay que generalizar. Por otro lado, he de mencionar mi admiración por los misioneros, personas que ejercen una gran labor fuera de nuestras fronteras, basada en el amor, cuidado y cariño a los más necesitados.
Escribí sobre un buen remedio y alivio para algunas enfermedades, en concreto el ajo negro.
Hablé sobre Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016.
Y me atreví con un cuento, me inspiró cuando vi una obra de Casona (La casa de los siete balcones) en ella se hablaba de un árbol, en concreto de un Ombú.
También he participado con algún texto en francés.
Y hasta aquí mi aportación a la revista del centro en este año escolar, espero que hayan sido de vuestro interés, espero que el próximo año esté inspirada para escribir más historias, en definitiva poner un poquito de mi corazón en las palabras que escribo en mis relatos y textos. De todas maneras si no fuera así disfrutaré igualmente con los excelentes textos de mis compañeros. Gracias a todos y a Jose.
M.C. Prieto
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