El pasado 27 de marzo se celebró en el Teatro Josep Carreras
de Fuenlabrada la quinta edición del Concurso Intercepas de Lectura en Voz
Alta, organizado en esta ocasión por el CEPA Paulo Freire de dicha localidad.
La alumna Mercedes Gozálvez, en representación de nuestro CEPA Pablo Guzmán,
obtuvo el tercer premio en la categoría “Secundaria” leyendo un pequeño
fragmento de Calila y Dimna,
colección de cuentos didácticos cuyo origen se pierde en la noche de los
tiempos. Sepamos ahora algo más de esta obra y de su más famoso traductor:
Abdalá Benalmocaffa.
ʿAbd Allāh Ibn al-Muqaffaʿ (en adelante Abdalá Benalmocaffa) nació entre el año 720 y el 726
(101-107 de la hégira) en la ciudad iraní de Gur (actual Firuzabad). Participó
en la sustitución de la dinastía omeya por la abasí. Se convirtió del mazdeísmo
de sus padres al islam. Siendo su idioma el persa, escribió en árabe (lo
estudió en Basora) y fue el iniciador de la prosa artística en esta lengua, gracias
a su retórica. Se cree que no llegó a los cuarenta años de edad (aunque las
fechas son inseguras), pues fue víctima de un crudelísimo asesinato. Culto e
inteligente, Benalmocaffa escribió y tradujo numerosas obras del persa al
árabe, especialmente tratados sobre el arte del gobierno y la relación con los
poderosos. Entre sus obras originales destacan “Educación mayor” (al-Ádab
al-kabir) y “Educación menor” (al-Ádab
as-saguir). Sin embargo, la traducción que le valió el máximo
reconocimiento como erudito de la lengua fue la del célebre libro de fábulas
indias Calila y Dimna. Hay que decir
que sus traducciones eran más bien una recreación y no una traducción literal
de los textos originales. Aunque no se sabe con exactitud la fecha de su
muerte, se cree que pudo ocurrir entre el 757 y el 759 (140-142 de la hégira).
Calila y Dimna es, pues, una colección de cuentos,
frecuentemente protagonizados por animales, con propósito didáctico, que ha
circulado por Europa desde el siglo XII hasta el siglo XVIII en diferentes
traducciones y adaptaciones del texto árabe de Abdalá Benalmocaffa. Gracias a los
preámbulos conservados de la versión árabe, sabemos que existieron dos
versiones anteriores a esta. La primera es la sánscrita (de la India), conocida
como Panchatantra (está formada por
cinco libros). La segunda versión, escrita en pelvi (forma antigua del persa
literario), no se ha conservado. Se sabe que se tradujo del sánscrito en la
Persia sasánida en el siglo VI d.C., y que a los cinco libros originales del Panchatantra se les agregaron otros
materiales procedentes del Mahabharata
y de otras fuentes indias. Parece claro que esta fue la base de la traducción
árabe realizada por Abdalá Benalmocaffa en el año 750 d.C. (134 de la hégira).
A partir de la versión de Benalmocaffa, entre los siglos XI y
XIII surgen siete traducciones nuevas, a lenguas como el hebreo, el griego o el
castellano (esta última, encargada en 1251 por Alfonso X el Sabio, influirá en
la colección de cuentos El conde Lucanor, de don Juan Manuel, o en el Libro
de buen amor del Arcipreste de Hita, entre otras obras). Las siete traducciones,
a su vez, dan lugar en siglos posteriores a un amplio abanico de versiones en
más lenguas (la mayoría europeas).
La inclusión de elementos de nueva invención ha sido práctica
común a todas las versiones, por lo que la idea de un original pierde sentido.
Los traductores de Calila y Dimna,
empezando por Benalmocaffa, han tendido a apropiarse de la obra, actuando no
como meros traductores sino como autores de ella en mayor o menor medida. Hoy tenemos versiones y adaptaciones en 32
lenguas de un libro cuya existencia original no se consigue probar, lo cual
alimenta la leyenda… ¿Hubo en algún momento una versión original de Calila y Dimna? Y, si la hubo, ¿de qué
materiales se componía? Los autores de los preámbulos idearon orígenes míticos,
anteriores al tiempo, haciendo de Calila
y Dimna tanto un libro concreto como un libro soñado o el fantasma de un
libro. Tal vez por ello ha sido y es un poderoso acumulador y una frontera
móvil de las relaciones de fascinación y provocación entre Oriente y Occidente.
(FUENTE: Marcelino Villegas en Abdalá Benalmocaffa:
Calila y Dimna, Alianza Editorial, 1991)
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