martes, 9 de junio de 2020

Biografía de mi abuela

Hilario Aizcorbe

Mi abuela, Rocío Rosado, nació en Madrid el 26 de diciembre de 1933 en plena Segunda República, y dos años después de que en España se  firmara la Constitución de 1931.

Tres años después de su nacimiento, en 1936, estalla la Primera Guerra Civil, que durará hasta 1939, significando para España un antes y un después. Para mi abuela también supuso muchos cambios, ya que, según palabras textuales de mi abuela: “Fue un desastre; era desolador ver a gente de la misma familia cada uno en un bando, unos contra otros”. 

Al comenzar la guerra, su padre entra en el conflicto en el bando republicano como soldado. Esa fue la última vez que mi abuela, con solo tres años, le vio y abrazó. También se alista su tío, ambos en el bando republicano.

La Primera Guerra Civil se desarrolló principalmente en Madrid. Por ello mi abuela, junto con su madre, se mudaron a un pueblo de Valencia donde tenían familiares. Mientras estaban en Valencia, mi abuela comenzó a ir al colegio y a hacer vida normal, dentro del contexto que estaban viviendo. 

Una vez terminada la guerra y pasados dos años, mi abuela, junto con su madre, volvieron a Madrid, donde tuvieron que comenzar una nueva vida, afrontando las dificultades que la posguerra suponía. La madre de mi abuela comenzó a trabajar como costurera y mi abuela continuó sus estudios en un colegio municipal de la capital.

Durante la adolescencia de mi abuela y hasta 1975, mi abuela vivió la dictadura de Francisco Franco, una época que, junto a la posguerra, supuso en España una gran dificultad tanto social como económica. En el caso de la familia de mi abuela, todo el dinero con el que contaban era republicano, por lo que tuvieron que comenzar una nueva vida después de la guerra y sacar adelante a una familia de seis miembros.

Mi abuela terminó sus estudios y comenzó a trabajar ayudando a su madre y más tarde en la Dirección General de Tráfico, siendo una de las pocas mujeres que trabajaban por aquel entonces. 

En esa época, sumidos todavía en una dictadura, conoce a mi abuelo Fernando, un madrileño que trabajaba para una compañía americana, y se enamoran. 

En 1960, coincidiendo con el fin de la posguerra y la recuperación de la normalidad y la estabilidad en España, mis abuelos se casan en Madrid, y entonces comienza una nueva vida para ella. 

Por aquel entonces estaba comenzando una época de desarrollo y prosperidad en el país y todo comenzaba a ser más estable. 

Dos años después de casarse, en 1962, aún bajo la dictadura franquista, nace su primer hijo, Fernando, mi padre. Dos años después, su primera hija, Berta. Vivían en una casa de clase media en la zona de Delicias, en Madrid, y allí siguieron completando la familia, mientras que ambos seguían trabajando, hasta que, después de tener a Ignacio y a Patricia, tuvieron a su último hijo, Guillermo, en 1975. Esto coincidió con el fin de la dictadura de Francisco Franco y la muerte de este, y con el inicio de lo que podía ser para España una nueva vida. 

En noviembre de 1975 Juan Carlos I fue proclamado rey de España, y con ello se instauró una monarquía democrática.

En ese momento comenzó un periodo llamado transición española, en el cual gobernaron Arias Navarro, Adolfo Suárez (1976) y Felipe González. Este proceso llevó a España a convertirse en una democracia.

En 1977 se celebraron en España las primeras elecciones democráticas, siendo la primera vez, con 43 años, que mi abuela pudo ejercer derecho a voto. En ese momento, el país terminó con casi cuarenta años de dictadura y pasó a ser un estado democrático con la Constitución firmada en 1978.

Por aquel entonces, pasaban los fines de semana en una casa en un pueblecito al sur de Madrid llamado Batres, donde sus hijos pasaron la mayor parte de su infancia. Hoy en día sigue siendo la casa donde vive mi abuela y disfrutamos de la vida en familia.


El español de América en la canción-poesía de Chabuca Granda


JOSÉ ANTONIO

Por una vereda viene
cabalgando José Antonio.
Se viene desde el Barranco
a ver la flor de amancaes.
En un berebere criollo
va a lo largo del camino,
con jipijapa, pañuelo
y poncho blanco de lino.

Mientras corre la mañana,
su recuerdo juguetea
y con alegre retozo
el caballo pajarea.
Fina garúa de junio
le besa las dos mejillas
y cuatro cascos cantando
van camino de Amancaes.

Qué hermoso que es mi chalán,
cuán elegante y garboso
sujeta la fina rienda de seda
que es blanca y roja.
Qué dulce gobierna el freno
con solo cintas de seda
al dar un quiebro gracioso
al criollo berebere.

Tú, mi tierra, que eres blanda,
le diste ese extraño andar
enseñándole el amblar
de paso llano gateado;
siente cómo le quitaste
durezas del berebere,
que allá en su tierra de origen,
arenas le hacían daño.

Fina cadencia en el anca,
brillante seda en las crines,
el nervio tierno y alerta
para el deseo del amo.
Ya no levanta las manos
para luchar con la arena,
quedó plasmado en el tiempo
su andar de paso peruano.

José Antonio, José Antonio,
¿por qué me dejaste aquí?
Cuando te vuelva a encontrar,
que sea junio y garúe.
Me acurrucaré a tu espalda
bajo tu poncho de lino,
y en las cintas del sombrero
quiero ver los amancaes
que recoja para ti,
cuando a la grupa me lleves,
de ese, tu sueño logrado,
de tu caballo de paso,
aquel del paso peruano.

Mª Isabel Granda y Larco (1920-1983)


amancaes o amancayes: Nombre de diversas plantas cuya flor, blanca o amarilla, recuerda a la azucena. ‖ Flor de esas plantas.
berebere: Bereber, beréber
criollo: Autóctono o propio de un país hispanoamericano, o del conjunto de ellos.
jipijapa: Sombrero de ala ancha tejido con paja muy fina, que se fabrica en Jipijapa y en otras varias poblaciones ecuatorianas.
pajarear: Dicho de una caballería: espantarse, asustarse.
garúa: Llovizna
chalán: Domador y adiestrador de caballos.
amblar: Dicho de un animal: andar moviendo a un tiempo el pie y la mano de un mismo lado.
garuar: Lloviznar


Chabuca Granda compuso en 1957 este vals en homenaje a Don José Antonio de Lavalle y García, criador de caballos limeño que seleccionó y preservó, a principios del siglo XX, el caballo de paso peruano.
Chabuca narra un paseo de Don José Antonio hacia la Pampa de Amancaes de la ciudad de Lima durante la fiesta del mismo nombre.

Escucha aquí la canción completa

Chabuca Granda explica e interpreta parcialmente la canción aquí (TVE, 1977)

sábado, 6 de junio de 2020

Artemisa, una pintora desconocida

Judith decapitando a Holofernes

El día 12 de marzo en el CEPA nos dijeron que iban a cerrar los colegios. Nadie se imaginaba el tiempo que iba a pasar, no solo con los colegios cerrados, sino casi con todo.

Al pasar los días todos tuvimos que buscarnos actividades para que el tiempo se nos hiciera más llevadero. Yo me dediqué a la lectura, pasatiempo que desde siempre ha sido para mí el mejor. Después de varios libros de temas diversos, leí uno sobre el pintor barroco Caravaggio. Me pareció tan interesante su vida que comencé a buscar más pintores de ese periodo del arte. Algunos me resultaban conocidos solo por el nombre, otros por sus obras al ser muy famosos. Entre ellos están españoles como El Españoleto, Zurbarán, Velázquez, Alonso Cano, Claudio Coello, Murillo... Y otros de países europeos como el mencionado Caravaggio, Tizziano, Rubens, Rembrant, Van Dyck, James Vermeer…

Decidí ponerme a investigar sobre sus vidas y hacerme unas fichas con sus datos para poder conocerlos mejor. Entre los pintores de ese periodo (Barroco) descubrí a una pintora, hecho que me llamó mucho la atención por lo insólito, ya que no hay muchas mujeres pintoras reconocidas. Su nombre es Artemisa Gentileschi, y su vida también es asombrosa por un hecho trágico que le ocurrió.

Nació en Roma en 1593, fue una pintora que trató de copiar en su obra el estilo de Caravaggio. Se la compara con él por la violencia y el dinamismo que expresa en alguna de sus obras.

Dicen que Caravaggio pintaba de esa manera debido a su temperamento violento, y Artemisa lo hacía debido a la tragedia por la que tuvo que pasar. En aquella época, los muchachos que querían ser pintores acudían a talleres de otros pintores más expertos para perfeccionar sus habilidades y adquirir más conocimientos, antes de poder recibir el título de pintor y poder vivir de su arte. Artemisa, al ser mujer, no podía acudir a ninguno de ellos. Su padre, que era pintor, le dio sus primeras clases, y después contrató a otro pintor llamado Agostino Tassi para que continuara enseñándola. Con 17 años pintó su primer cuadro, titulado “Susana y los viejos”. Este cuadro fue atribuido a su padre durante mucho tiempo.

A los 18 años, ese pintor que era su profesor la violó, y al ser descubierto prometió casarse con ella. Pero más tarde renegó de su promesa, pues ya estaba casado, y el padre de Artemisa lo denunció. El juicio duró siete meses, y durante ese tiempo Artemisa sostuvo su acusación de haber sido violada a pesar de haber sido sometida a tortura para saber si decía la verdad. También tuvo que someterse a un examen ginecológico para demostrar que había sido desflorada. Esto ahora nos parece normal, pero en aquel tiempo era una gran humillación.

Su violador solo fue condenado a un año de prisión y a cinco años de exilio, y eso que también fue acusado de intentar matar a su esposa, practicar incesto con su cuñada e intentar robar unos cuadros al padre de Artemisa. ¡Por todo eso solo un año de prisión y después el exilio, que consiste únicamente en cambiar de domicilio! Ya se ve que, desde la antigüedad, el violar a una mujer, para la ley tenía y tiene muy poca importancia.

¡Perdón, que me voy de tema!

Un año después de este suceso, Artemisa pintó el cuadro de Judith decapitando a Holofernes (que se encuentra en la galería de los Uffizi en Florencia). Este cuadro impresiona por la violencia que representa, y ha sido interpretado como el deseo de venganza hacia su violador, ya que tanto Holofernes como Judith tienen rasgos faciales parecidos a los de ellos dos.

Al poco tiempo Artemisa se casó con otro pintor, en un matrimonio arreglado por su padre para restaurar su honor. Artemisa y su marido se fueron a vivir a Florencia y allí se convirtió en una exitosa pintora de la corte. Fue la primera mujer en entrar en la Academia de Diseño de Florencia. Vivió y pintó en Roma, Nápoles y Londres. En esta última ciudad pintó para el rey Carlos I de Inglaterra. Volvió después a Nápoles, donde murió a causa de la peste en 1653. Después de su muerte fue prácticamente olvidada hasta el siglo XX.

Os animo a conocer también la vida de Caravaggio, que es muy particular.

Mercedes Gozálvez

jueves, 4 de junio de 2020

Sueño

¿Sueño o imaginación?
Habitación en llamas
de imaginación serena.
Habitación pequeña
de grandes sueños.

Habitación pequeña
como los sueños
metidos en las
almas pequeñas y solitarias.

Caja embellecida de sueños.
Adoración envuelta y venerada
en tejados y chimeneas de diversos
tamaños y pesares,
en una ventana con vistas a un mundo
de sentimientos grandes y pequeños.

                          Mª Irene Moraleja Luque

martes, 2 de junio de 2020

Asesinos invisibles

P. Sardinero

No penséis, al leer el título, que os voy a hablar de asesinos dictadores locos o de grandes reyes homicidas ávidos de riquezas y reinos: los grandes asesinos de la historia han sido y serán las bacterias y los virus. Así lo afirman los divulgadores e investigadores científicos, epidemiólogos y biólogos.

Ellos son los que han provocado las grandes epidemias de la historia llevándose por delante a millones de personas. El sarampión, que acabó con más de 200 millones de personas, o el virus del sida (VIH) que ha matado a más de 35 millones; pero el primer premio se lo lleva el homicida número uno de la historia, el virus de la viruela. Se calcula que este virus mató a más de 300 millones de personas. Ellos son la mejor arma, los únicos capaces de destruir la humanidad.

Hasta la fecha, las cinco pandemias más letales en el mundo han sido: viruela, sarampión, la mal llamada gripe española, la peste negra y el VIH. El más letal de todos el variola, virus causante de la viruela, hoy erradicada gracias a la vacuna descubierta por el médico inglés Edward Jenner a pesar de que por el año 1797 los microscopios dejaban mucho que desear.

En el año 1798 Jenner publicó sus investigaciones y acuñó el término “vacuna”, que procede del latín vacca, vaca. Todo tiene su explicación. El primer paciente humano del Dr. Jenner fue un niño de 8 años a quien su vaca le había contagiado la viruela. Al pequeño se le inoculó el virus de viruela bovina y experimentó una gran mejoría.

En la actualidad, el principio de la vacuna de Jenner es exactamente el mismo, aunque el método es mucho más simple y efectivo. La vacuna de la viruela fue mejorada por científicos de la talla de Pasteur. Las campañas mundiales de vacunación masiva redujeron los casos de viruela hasta que, en el año 1980, la OMS declaró oficialmente que el mundo estaba libre de viruela.

Afortunadamente, frente al sarampión existe hoy en día vacuna. Antes de que la vacuna se introdujera en 1963 y se generalizara su uso, cada 2-3 años se registraban importantes epidemias que llegaban a causar cerca de dos millones de muertes al año.

Una de las crisis más graves de salud pública de la historia fue la mal llamada gripe española. En 1918 mató, en apenas dos años, entre 50 y 100 millones de personas. Este virus solito se llevó por delante entre el 3 y el 6% de la población mundial.

La Yersinia pestis fue la culpable de la epidemia de peste negra que asoló Europa a mediados del siglo XIV. Era un bacilo que se transmitía a través de pulgas y piojos que vivían en ratas y en los propios humanos. Se cree que la epidemia empezó en Asia y se dispersó a Europa a través de las rutas comerciales. En el conjunto de Europa murieron unos 50 millones de personas. Total, nada...

El VIH, si no se trata, mata de media al 80% de los infectados. Este virus se expandió hace cuatro décadas. A finales de 2016 había en el mundo unos 36,7 millones de infectados. A estas alturas todos sabemos cómo se transmite este virus. Prevenir el contagio con las distintas medidas existentes es la mejor forma de contenerlo. A día de hoy no hay cura para la infección por VIH.

No hace mucho la OMS publicó un informe en donde alertaba de que el riesgo de que se produjera una pandemia global a escala mundial estaba creciendo. Solo han hecho falta unos pocos meses, en concreto hasta diciembre de 2019 en China, para que surgiera el nuevo SARS-Cov-2 que ha originado la nueva pandemia del COVID-19.

El pasado 11 de marzo la OMS declaró la existencia de una pandemia global mundial por coronavirus, la primera de la historia por este tipo de virus. Todos sabemos lo que ha venido después.

Científicos de todo el mundo trabajan sin descanso para encontrar una cura, pero este virus muta constantemente, y encontrar una vacuna llevará todavía muchos meses.

Las cifras de contagiados y fallecidos por este virus no las voy a buscar porque me aterran, sin contar todas las personas que aun habiendo superado la infección han quedado con secuelas graves para toda su vida.

Ha pasado, y seguirá pasando, aunque queden ya muy lejos las grandes epidemias de la historia. Hay que tomar conciencia de que los seres humanos somos muy vulnerables y de que hay que librar una dura batalla contra ellos. Apostar e invertir en investigación y reforzar nuestro sistema de salud sería una buena manera de empezar a combatirlos.

Siempre habrá asesinos invisibles observándonos, algunos más débiles que otros. Siempre habrá epidemias acechando en un mundo globalizado imposibles de impedir. Hay que cambiar la forma de afrontarlas, estar preparados y, sobre todo, aprender de nuestros errores.

Lo que está claro es que, después de superar esto, todos habremos aprendido algo.

domingo, 31 de mayo de 2020

Sobre el coronavirus



Algo terrible cuyo final nadie es capaz de anticipar con exactitud, que se ha llevado por delante tantas vidas, con situaciones muy dramáticas; véanse las imágenes del Palacio de Hielo con colas de coches fúnebres... Se ponen los pelos de punta.

En nuestra familia, mi cuñada (mi hermana) lo ha pasado, y nosotros hemos sufrido bastante, pues ella ha estado sola y creíamos que se iba, solo con las indicaciones médicas a través del teléfono. Gracias a Dios, ahí está con 80 años y muchas ganas de vivir.

Nosotros aquí seguimos, sin salir. Nos da reparo, viendo la irresponsabilidad de la gente según imágenes de los medios. Da miedo volver atrás. De momento estamos bien, con ganas de abrazar a los hijos y los nietos, aunque nos vemos por videollamada y jugamos al bingo.

Por lo demás, un apunte político: la triste imagen que proyectan en medio de la tragedia humana, sanitaria y económica.

Bartolomé y Josefa

martes, 26 de mayo de 2020

Coronavirus 2020

Todo comenzó allá por el mes de febrero, mientras hacíamos vida normal, ajenos a lo que se nos venía encima. Nadie nos informó de la grave situación hasta el 14 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma. A partir de ese día cambiaron nuestras vidas.

El domingo 15 de marzo regresaba de Segovia, donde había pasado el fin de semana, como suelo hacer. ¡Quién nos iba a decir que íbamos a vivir esta experiencia! ¡Perdimos nuestra libertad, lo más preciado, y a día de hoy todavía no la hemos recuperado! ¡Quién sabe cuándo!

Desde entonces se acabaron las reuniones familiares y de amigos, con la preocupación de que alguien cercano enfermara, aterrorizados por las cifras de enfermos y fallecidos. Seguro que todos tenemos personas cercanas que lo han vivido. Hemos tenido que cambiar temporalmente nuestro estilo de vida y vivir en aislamiento. Esto hace que muchas personas nos sintamos inquietas, deprimidas, con insomnio y muchísimo miedo a salir para ir, por ejemplo, al supermercado, y ver a tantas personas esperando para entrar. Tanto es así, que el primer día no esperé; regresé a casa, tropecé, y me caí. Una persona me ayudó a levantarme y me vi con heridas en manos, rodillas, codos...

Es una gravísima situación, tanto sanitaria como económica, la que estamos viviendo, aunque parece que esto empieza a cambiar… Pero el escenario ha sido apocalíptico, con un miedo caótico a contagiarnos, sobre todo los primeros días. ¡Qué sufrimiento el de aquellas familias que han perdido a sus seres queridos sin posibilidad de poder acompañarlos en esos momentos tan difíciles!

Si algo hemos aprendido, es el valor de lo pequeño.

Me uno al dolor de sus familias.

Descansen en Paz.
Ana María López

domingo, 24 de mayo de 2020

Reflexiones sobre el COVID-19

José Luis López Saura

Maricarmen Prieto

Día 10 de marzo de 2020

—La empresa me ha dicho que os comunique que mañana se cierran los colegios durante 15 días en toda España; los casos de coronavirus han aumentado mucho y hay que proteger a los niños —dijo la coordinadora del colegio donde estaba trabajando de monitora.

Para mí todo empezó ese 11 de marzo. Luego, dos días después, el presidente del gobierno Pedro Sánchez anunció que se decretaba el estado de alarma por 15 días y que comenzaría el 14 de marzo. Era la segunda vez que se implantaba en España en 42 años de democracia.

Muchas personas de mi entorno y yo misma creíamos que, efectivamente, en 15 días estaba solucionado el problema, y todo se quedaría en poca cosa; y más cuando nos decían desde el Ministerio de Sanidad y los científicos especialistas en pandemias que nuestra sanidad era fuerte y sabría atajar esta crisis sanitaria. La verdad es que los casos iban creciendo muy deprisa, y no fue nada sencillo. La situación estaba siendo muy complicada, y es que estábamos inmersos en una grave pandemia global, y la sanidad no daba abasto, hacían falta muchos profesionales, se contrataba a muchísimos profesionales de la sanidad, y a auxiliares como celadores, para atender los numerosísimos casos que se estaban produciendo. Fueron unas semanas muy duras. En estas circunstancias tan críticas nos dimos cuenta de cuán frágil es la sanidad de cualquier país ante una pandemia de estas características. Pero a pesar de todo, los profesionales sanitarios han dado todo lo que estaba en su mano, se han dejado la piel, la mayoría de las veces han trabajado sin el material de protección adecuado, y eso les ha causado muchos casos positivos por la COVID-19. Hay un porcentaje muy alto de afectados, y es que han estado trabajando por encima de sus posibilidades, trabajando sin descanso, con mucho estrés, y eso ha hecho mella en su estado anímico y en sus fuerzas, por lo que les tendremos siempre que agradecer toda su entrega. Los ciudadanos, en agradecimiento a todo su esfuerzo, salíamos a los balcones a aplaudir para darles mucho ánimo y transmitirles el apoyo de la ciudadanía a toda su labor. Los aplausos también eran para los no sanitarios, los transportistas, los farmacéuticos, todas las personas y empresas esenciales que trabajaron en esos días tan caóticos en España. Ellos nos hicieron la vida más fácil mientras se jugaban sus vidas.

Evidentemente, ante esta situación de crisis sanitaria el presidente del gobierno ha tenido que proponer más estados de alarma, los cuales han salido adelante con una mayoría en el Congreso de los Diputados, a veces con un sí unánime, y otras veces con abstenciones.

Ya han pasado setenta días desde la primera proclamación del estado de alarma, y aquí seguimos. Aún no hemos recuperado del todo la vida que teníamos antes de la pandemia. El país va entrando poco a poco en la llamada “nueva normalidad”, por fases; estamos inmersos en una desescalada. Creo que el Gobierno la está haciendo de manera lenta y progresiva para evitar que haya rebrotes y que se puedan volver a colapsar los hospitales y las UCIs.

Esta pandemia va a dejar una crisis global muy fuerte a nivel económico. España lo va a acusar muy especialmente, ya que la mayoría de sus ingresos vienen dados por el turismo y es ese sector el que está más afectado, y a corto y medio plazo va a ser difícil que se pueda volver a los niveles de visitantes de fuera de nuestras fronteras.

Solo en España hay millones de personas que han sufrido un ERTE, hay muchas familias que no tienen ingresos y tienen que acudir a los bancos de alimentos. Antes de la grave crisis sanitaria ya había familias que tenían que acudir a estos organismos a pedir ayuda, pero ahora se han multiplicado por cuatro las familias que necesitan de ella.

Este gobierno ha aprobado el ingreso mínimo vital, que por lo menos paliará un poco la necesidad económica por la que están atravesando muchas familias, al menos hasta que volvamos a la normalidad, y la economía vuelva a resurgir con fuerza en nuestro país.

A estas alturas de la pandemia, los partidos de la oposición se han implantado en el "no" a todo lo que propone el Gobierno. No están mirando por los ciudadanos, no están siendo objetivos con lo que está sucediendo en el país. La clase política tendría que estar a la altura de las circunstancias tan graves de salud pública, deberían arrimar el hombro y dejar de hacer oposición; ya habrá tiempo de eso.

Por decir algo positivo de esta pandemia, es maravilloso cómo la naturaleza ha salido beneficiada de este parón en la vida de los habitantes de este planeta. La especie humana somos los destructores de este hermoso planeta, nos han llegado imágenes de cómo se ha regenerado el agua de los ríos, de los canales de Venecia, cómo la contaminación ha desaparecido casi al completo... Se ha respirado un aire más limpio, y hasta los animales han hecho suyas las ciudades. Hemos tenido preciosas imágenes de la transformación del planeta en pocas semanas de confinamiento.

Ahora que ya podemos empezar a salir de este confinamiento, debemos ser más prudentes y conscientes de que no nos podemos relajar, de que cualquier error nos llevará otra vez a una situación insostenible para las urgencias y UCIs de los hospitales, y no nos lo podemos permitir por lo que ello supone para todo el país.

Ha sido una experiencia muy fuerte para esta generación. Este parón nos ha tenido que valer para algo, cuando menos para que haya un cambio a nivel personal y social. Quiero creer que esta pandemia ha sacado lo mejor de las personas. Ha habido una gran generosidad por parte de muchas personas, organismos y colectivos profesionales.

Somos un gran país y necesitamos unos políticos que estén a la altura.

sábado, 23 de mayo de 2020

Biografía de mi querida abuela


Por Jean William Molenthiel

Mi abuela se llamaba Rose Saña. Nació el 22 de marzo de 1932 en la capital del Senegal, que es Dakar, y falleció el 10 de abril de 2013 en la misma ciudad. Sobre su fecha de nacimiento en 1932 podemos decir que vio la Segunda Guerra Mundial pero no estuvo en la guerra; estuvo su marido, que sí era un militar.

Cuando ella era joven estudió en Costa de Marfil y volvió a Senegal para ser costurera en un hospital que se llama "Dantec". Mi abuela era una persona ambiciosa y trabajadora; por eso empezó una carrera política junto a su marido. Pero su marido era un contable financiero, y ella activista en un partido político llamado PS (Partido Socialista) durante la primera legislatura del primer presidente del Senegal Leopold Sedar Senghor.

Rose Saña, mi abuela

Léopold Sédar Senghor

Poeta, ensayista y político -presidente de Senegal entre 1960 y 1980-, Léopold Sédar Senghor fue el primer africano en ocupar un asiento en la Academia Francesa y fundó el partido "Bloque Democrático Senegalés". Tenía una tienda de alimentos y participó en la construcción de una iglesia muy famosa en mi país llamada "Mártires de Uganda", uno de cuyos creadores fue un español que se llamaba George. Había dedicado toda su vida a la Virgen María -por eso estaba en un grupo de oración que habla solo de las maravillas de la Virgen María- y, para terminar, fue en peregrinación a Jerusalén en 2007.

Léopold Sédar Senghor, primer presidente de Senegal



viernes, 22 de mayo de 2020

Serafín Morales Bodas

Retrato familiar. Serafín aparece detrás de su padre Juan.



Por Marta Mena

Sirvan estas líneas como pequeño homenaje a una de tantos de millones de personas que murieron por culpa de la barbarie del hombre contra el hombre. Es un pequeño homenaje a mi tío abuelo Serafín Morales Bodas, que sirvió y luchó por su país, viéndose obligado a emigrar a Francia, donde la sinrazón del nazismo le arrebató lo más querido, que es la vida…

Un homenaje que he de agradecer a mi tío Guillermo, quien, durante muchos años, ha ido recopilando toda la información, para que por lo menos no se quede en un cajón, y nos sirva para conocer y no olvidar esa parte siniestra y trágica de nuestra historia.

Mi tío abuelo Serafín Morales Bodas nació en Talavera de la Reina (Toledo) el 12 de noviembre de 1917, en una familia muy humilde.

Desde muy pequeño empezó a trabajar en el campo junto a sus padres para ayudar a subsistir a la economía familiar.

En septiembre de 1936, ante el avance hacia Talavera de la Reina de las tropas franquistas, él y muchos talaveranos huyen a Madrid.

Es en Madrid donde se alista en el ejército gubernamental de la República, entrando a formar parte como guardia de asalto con destino en Barcelona.

Foto vestido de uniforme

El 1 de abril de 1939, con la derrota militar de la República, huye a Francia, donde es ingresado en un campo de concentración en Compañías de Trabajadores Españoles (CTE), como tantos y tantos exiliados que huyeron por la frontera francesa.

El 4 de septiembre de 1939 se encontraba en Bourg-Saint-Maurice, al este de Francia, en los Alpes, muy cerca de la frontera con Suiza, desde donde escribe una carta a la familia con una foto suya.
Transcribo las líneas de la carta:
Con pruebas del cariño que hacia vosotras mis queridas hermanitas siento, os dedico este pequeñín recuerdo. Creo lo recogeréis con el mismo cariño con que vuestro querido hermanito os lo dedica, y lo es Serafín Morales.
Bourg Saint Maurice 4-9-39 (Francia)


El 10 de abril de 1940 Alemania ataca a Francia. Los españoles presos en las CTE son obligados a ingresar en el ejército francés. Serafín es uno más de todos los republicanos españoles que comienzan a luchar en la Segunda Guerra Mundial formando parte del ejército francés.

Es el 21 de octubre de 1940 cuando el nombre de Serafín Morales Bodas figura en la “Liste officielle nº 34 de PRISONNIERS FRANÇAIS” como prisionero del ejército alemán, proveniente de la 2ª CTE. Se encuentra recluido en el Campo de Belfort (Francia), cerca de las fronteras con Alemania y Suiza.

Recorte del listado oficial de prisioneros donde aparece el nombre de Morales Bodas (Serafín)



El 23 de octubre de 1940, Franco se reúne con Hitler en Hendaya. Es entonces cuando los españoles son trasladados al norte de Alemania, al campo de concentración STALAG XI B de Fallingbostel, situado al norte de Hannover. Serafín tendría el nº 87057.

Los alemanes mandan una carta al gobierno español diciendo que tienen unos 2.000 prisioneros españoles, preguntando qué hacer con ellos. Al no obtener respuesta, mandan una segunda carta. Entonces la respuesta fue tajante: no eran españoles, que hicieran con ellos lo que quisieran. Esta respuesta supuso una sentencia de muerte para la mayoría de ellos, no sin antes sufrir la extrema crueldad del sistema de reclusión nazi.

El 27 de enero de 1941 es trasladado al campo de concentración de MAUTHAUSEN, en Austria, donde pasaría a ser el prisionero nº 5636. Era lo que lo alemanes denominaban «Rotspanier», rojos españoles, apátridas y enemigos públicos. Fue un prisionero republicano más en Mauthausen, donde sería obligado a trabajar en su tristemente famosa cantera de granito, en unas condiciones infrahumanas, debiendo subir esos 186 peldaños de la escalera de la muerte.

Como curiosidad, ingresa en el campo el mismo día que Francisco Boix, fotógrafo de Mauthausen, que tuvo la fortuna de sobrevivir a aquel infierno y cuya aportación en forma de fotografías y testimonio en los juicios de Núremberg, sirvió para incriminar a altos jerarcas nazis. Su experiencia es llevada al cine en 2018 en la película “El fotógrafo de Mauthausen”.

El 29 de marzo de 1941 es trasladado al Campo de GUSEN (un subcampo de Mathausen) con el Nº 11355.

El 27 de noviembre de 1941, Serafín Morales Bodas fallece a las 00:30 horas de pleuresía (según el parte oficial) a los 24 años de edad.
Registro Civil Oficial de la República Alemana, fechado el 18 de febrero de 2002, donde se consigna la muerte el 27 de noviembre de 1941 en Gusen.


Carta de la Cruz Roja Internacional, con los últimos datos del traslado y muerte en Gusen, con las causas y fecha de incineración. Aparece como Schutzhaft (persona peligrosa para el Reich por su ideología, religión o raza)


El 30 de noviembre de 1941 su cuerpo es incinerado en los hornos crematorios de Mauthausen-Gusen.

El 25 de enero de 2018, el ayuntamiento de Talavera de la Reina aprueba colocar una Placa Homenaje con el nombre de los talaveranos muertos en Mauthausen.


Para saber más, haz clic aquí

jueves, 21 de mayo de 2020

Confinada

José Luis López Saura

Voy a contaros cómo está siendo la experiencia del confinamiento. La verdad es que es una situación rarísima... Durante estos días ha habido ratos de pensar mucho en mi familia, por lo que les pudiera pasar, aunque afortunadamente no tenemos que lamentar ninguna pérdida. Yo me siento muy afortunada, porque mis hijos han estado y están muy pendientes de mí. Otros ratos han sido más angustiosos, porque ha fallecido un vecino con el que siempre nos hemos llevado muy bien, y la impotencia de no poder acompañar a sus hijos y darles un abrazo ha sido muy dura y triste.

Quiero deciros una cosa realmente rara que me ha pasado: yo tengo por costumbre leer bastante; pues bien, durante este tiempo me ha sido imposible hacerlo, no me concentraba, ¡no podía!. Terminaba una página y no sabía lo que había leído.

Ahora estoy mejor, ya puedo salir a pasear, y esto es otra cosa, aunque os digo que también me ha costado un poquito reiniciar la marcha, porque hace dos meses yo andaba cerca de dos horas aproximadamente, de diario. El primer día que salí a caminar, no tuve en cuenta el tiempo transcurrido, y claro, los dolores musculares al día siguiente fueron de campeonato; en fin, que yo hice como Fray Luis de León: “Y decíamos ayer...” (guardando las distancias, por favor).

Otra de las cosas que estamos sufriendo es la incertidumbre de no saber qué va a pasar con todo esto, porque no es lo que ha pasado (que ya es bastante), sino lo que tiene que venir, la situación económica, el paro, la enseñanza... Pero sobre todo la salud, porque como no encuentren pronto una vacuna, va a ser muy complicado salir adelante. A pesar de que la gente piense que con la desescalada se va a terminar todo, están muy confundidos.

No quiero daros la impresión de ser pesimista, ni mucho menos, no lo soy. Esto es una reflexión que me hago, y por supuesto, creo que de esto vamos a salir, con toda seguridad.

También he trabajado mucho con el ordenador durante estos días. Me ha servido de entretenimiento para matar las horas. Nunca estaré lo bastante agradecida al CEPA Pablo Guzmán y a todos sus profesores de lo mucho que he aprendido asistiendo a clase. Espero, el curso que viene, poder reiniciar las clases y volver a ver a profesores y compañeros.

Conchi Castellanos

Ana de Peralta


Ana de Peralta fue una mestiza nacida en Huachi (Ambato, Tungurahua, Ecuador) que decidió levantarse contra una Cédula Real, dictada por los Reyes de España, en la que se prohibía que en la Real Audiencia de Quito las mujeres mestizas pudieran vestir prendas propias de las mujeres indígenas, por considerar que atentaban contra la decencia, y así mismo se prescribía que no debían utilizar la ropa propia de las mujeres españolas, por no ser dignas de llevar estas prendas. Estamos hablando del siglo XVII o XVIII.

Fue la creadora del primer movimiento de mujeres en la Real Audiencia de Quito, y su presencia se inscribe con la de otras grandes rebeldes anónimas que enseñaron a luchar por la libertad y los derechos de la mujer. Cuentan que fue capaz de movilizar a 30.000 mujeres.

En su vestimenta portaba una prenda color azul cielo que fue tomada como signo de rebeldía y se le llamaba “La Peralta”.

Se desconoce su propio apellido y solo se cita el de su esposo, que era comerciante. Desde aquí la reivindicamos como mujer luchadora por el derecho a vestir como ella quería, dado que el problema por el que se publicó la Cédula Real fue porque se quería controlar el apetito sexual de los hombres obligando a las mujeres a ir más tapadas, además del tema de exclusión por clase social.

Se le atribuyen estas palabras: “Si no somos dueñas de nuestro vestido, pobre prenda que cubre nuestro cuerpo y la cual adquirimos con el esfuerzo del trabajo diario, entonces ¿de qué somos dueñas, si no podemos tener la mínima libertad para escoger lo que va a cubrir nuestra desnudez? ¿Qué podemos escoger, si es un pecado sentirnos bien, presentarnos adecuadamente ante los demás? ¿De qué otro pecado no se nos podrá acusar?”

Cristina Coronel