La contaminación es la destrucción de la vida tal y como la conocemos.
Por medio de la contaminación se introducen sustancias y materias, en diferentes estados, en el medio natural, en nuestro ecosistema y en nuestra atmósfera, lo que significa que, estas sustancias, no son aptas para la vida de ningún ser vivo.
La contaminación está en el agua, en el suelo y en el aire, en diferentes modos tipos y formas
Puede ser a través de sustancias químicas, gases (CO2) emitidos por las industrias y los coches, vertidos de todo tipo, como pesticidas y metales pesados. La contaminación también se produce con el sonido, el calor, la luz o la radiactividad.
La destrucción del ecosistema de nuestro planeta y de nuestro medio ambiente, generada por estos abundantes contaminantes, pueden provocar daños en la vida cotidiana del ser humano y modificar las condiciones de supervivencia de millares de especies.
En consecuencia, la contaminación es el resultado de una alteración artificial del estado natural del medio en el que vivimos todos los seres, animales y vegetales, y, por lo general, se produce como consecuencia del quehacer cotidiano.
Con vertidos de aguas residuales contaminamos rios, mares y lagos. Las basuras y plásticos que arrojamos al mar contaminan los océanos y las costas, acumulándose en alta mar como en la gran isla de basura del Pacífico Norte. Los vertidos de petróleo ocasionados en el mar producto del naufragio o de fugas en petroleros y barcos, provocan la muerte de millares de especies.
Contaminamos el aire y nuestra atmósfera con las emisiones de CO2, gas que producen el tráfico de vehiculos, los aviones y las diferentes industrias. Todas estas partículas contaminantes las respiramos cada día millones de personas con el consiguiente perjuicio para nuestra salud.
Contaminamos el suelo permitiendo que se filtren productos químicos como los derivados del petróleo, metales pesados y pesticidas. Y que decir sobre los vertederos que sirven para enterrar grandes cantidades de basura contribuyendo a la contaminación del suelo, suelo que luego empleamos para cultivar todo tipo de vegetales y plantas que luego consumimos.
Reducir la contaminación es un reto de todos, si bien, los políticos, las instituciones y organizaciones gubernamentales son quienes tienen en su mano la clave para garantizar un futuro más alentador. Sin unas leyes estrictas respecto a la contaminación, que apoyen las energías limpias y renovables y que planteen un futuro basado en el desarrollo sostenible, será muy difícil acabar con la contaminación.
De una cosa no hay duda, el ser humano es el único culpable de la contaminación del planeta, y en manos del ser humano está cambiar esta situación. La naturaleza, día a día, imparable, hace lo que puede, pero a veces es imposible crear a la velocidad con la que destruye el hombre.
Paloma
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