martes, 21 de noviembre de 2017

Bautizo de Huracanes

  







El devastador huracán Irma, a su paso por la zona del Caribe y Florida, ha estado copando la atención de los medios informativos y redes sociales en todo el mundo. Irma es un nombre que no han dejado de repetir en los periódicos, en las noticias, en la radio, en la televisión, así como las terribles imágenes de su destrucción. Este nombre ha quedado grabado y registrado en nuestra memoria igual que aquellos otros huracanes tan terribles como el huracán Katrina que fue uno de los más destructivos y el responsable de causar más víctimas mortales de la temporada de huracanes en el Atlántico en el año 2005.

Posiblemente te habrás preguntado de dónde surge el hecho de bautizar a los fenómenos atmosféricos con nombres de personas. Pues bien, tal y como lo conocemos hoy en día, se lo debemos al meteorólogo británico Clement Lindley Wragge, quien durante la última década del siglo XIX y primer cuarto del XX se convirtió en todo un referente mundial en meteorología.

Él ideo la nomenclatura para bautizar a los huracanes y ciclones y fue él quien inició la costumbre de ponerle un nombre propio. El consideraba a estos fenomenos imprevisibles y peligrosos, y según sus propias palabras, se les debía dar nombres femeninos.

Esta forma de nombrar a los huracanes, tan sexista, se mantuvo hasta el año 1979 en el que se cambió a una forma mixta con nombres tanto de hombre como de mujer. Naturalmente esto sucedió después de una enérgica protesta, por parte de grupos feministas, en la que propusieron, por las mismas razones de imprevisibles y peligrosos, bautizar a estos fenómenos con nombres de senadores americanos,

Ahora ya sabéis que el sistema de nomenclatura para huracanes y ciclones que tenemos hoy en día se usa desde 1979 en el que la Organización Meteorológica Mundial decidió crear unas listas alfabéticas con nombres tanto de hombre como de mujer para denominar a los de fenómenos que se producirían en el Atlántico y en el Pacífico.

Según se van produciendo los fenómenos se va tomando el nombre siguiente de la lista y aquel que ha sido especialmente devastador se retira de la misma para siempre. Los nombres se escogen del inglés, castellano y francés y no deben traducirse con tal de evitar confusiones a la hora de informar sobre los mismos.

A veces, el bautizo de algunos fenómenos de la naturaleza, resulta muy curioso, así como, el que se emplea para denominar a diferentes formas de vida y especies. Para algunos científicos esta actividad resulta caprichosa y juguetona. En ocasiones, en sus bautizos, dejan colarse nombres muy extravagantes y divertidos que nos dejan sin palabras.

El actor Harrison Ford, por ejemplo, inspiró para dar nombre a una araña, la Calponea harrisonfordi. Un hongo descubierto en 2010 en la isla de Borneo en Malasia fue bautizado con el nombre de Spongiforma squarepantsii en honor al personaje de dibujos animados Bob Esponja (SpongeBob SquarePants, en inglés). Y habría que preguntarse en qué estaría pensando el descubridor de un tipo de molusco que vive en el Pacífico, al que bautizo como: zyzzyxdonta.

Es verdad que en estas ocasiones estos bautizos tan insólitos nos hagan gracia, pero en el caso de los huracanes y ciclones, por muy originales y dulces que sean sus nombres, la sensación que producen en nosotros al oír sus nombres es bastante aterradora.


P. Sardinero

lunes, 20 de noviembre de 2017

El peregrino III

Juan está en el primer día de peregrinación, en el tren, camino de Pamplona. Como ya les dije en otra ocasión, nada de lo que diga o piense o pueda decir o pensar Juan se podrá atribuir a pensamiento del autor de este relato. Juan se me va de las manos y dice lo que se le ocurre. Es un ser libre, bastante irónico, a veces bromista, a veces serio y filosófico. Quien me atribuya a mí, el autor, lo que Juan diga, se las tendrá que ver con su conciencia.

“Hoy ha muerto mi alma. O quizá ayer. No lo sé… Pero estoy seguro de haber captado el mensaje. No era un sueño. ¡Madre mía! Me he quedado sin alma. Me he palpado el pecho, el corazón, me he frotado las manos y nada, que no tengo alma. El mensaje es auténtico. Real como el aire que respiro. Pues nada, a tomar por culo el alma. Ahora a vivir como dios, sin alma”.

En el compartimento del tren había varias personas que escuchaban perplejas las palabras que salían de la boca de aquel hombre sesentón que dormitaba en el asiento del rincón y que estaba soñando en voz alta. Parecía un hombre normal, aunque vestido como de montañero, y tenía a todo el compartimento con la boca abierta.

—Yo creo que está delirando —dijo el hombre de al lado—. Es posible que tenga fiebre. Quizás deberíamos llamar al revisor.

—Lo que está es blasfemando —dijo una señora cincuentona—, que no dejaba de santiguarse cada vez que el desalmado abría la boca.

—Bueno —dijo un joven que estaba enfrente—, después de todo, no ha dicho nada ofensivo contra Dios, la Virgen o los santos. Oigamos a ver qué problema tiene con su alma. Quizás esté planteando un problema muy sugerente. ¿No les parece?

Y efectivamente, Juan siguió soñando y divirtiendo a todos los del compartimento que ya no le quitaban los ojos de encima.

“Y¿cómo puede vivir un hombre sin alma? El caso es que me veo igual que ayer cuando tenía alma. A ver si eso del alma es una puta fantasía que nos han metido en la cabeza de niños, y resulta que el alma es tan real como los fantasmas de los cementerios... No sé, no sé, pensaré en ello durante la peregrinación”.

El tren dio un pitido porque estaba entrando en un túnel y Juan se despertó. Miró a su alrededor y todos los ojos del compartimento estaban clavados en él, unos serios, otros un poco alarmados y los más divertidos.

—Oh —dijo Juan—. Me había quedado dormido. Disculpen, tengo que ir al baño.

Se levantó, y todos apartaron sus extremidades con extremada educación para que pudiera pasar sin rozar lo más mínimo a nadie, aquel buen hombre, al parecer sin alma, o sea, como quien dice un desalmado. Había que darle espacio. Cuando ya no podía oírles, se entabló una discusión sobre si debían o no comentarle lo que habían escuchado. El hombre joven fue el que se manifestó más interesado en tirarle de la lengua cuando volviera, a ver si tenía algo interesante que contarles sobre sus elucubraciones o meditaciones sobre el alma. Así que cuando regresó del baño fue el primero que habló.

—Perdone —dijo el hombre joven—, ha estado usted soñando en voz alta y ha dicho unas cosas que a mí personalmente me han suscitado enorme curiosidad.

—Bueno —dijo Juan—, me tienen que disculpar por soñar en voz alta. Me ocurre a veces. Lo siento.

—No, no señor, no lo sienta si es que nos ha intrigado lo que decía —dijo el joven.

—¿Y se puede saber qué decía en mi sueño? Porque mi mujer me espía todo lo que pienso a través de lo que digo cuando sueño de modo que no hay secretos posibles entre ella y yo.

—Pues no era nada referente a su mujer, era sobre su alma. Que al parecer ha perdido usted su alma. Y eso es mucho perder, eh... porque, según me han enseñado, todos tenemos un alma, que es nuestra inseparable compañera de fatigas mientras estamos en este mundo. Estamos cosidos a ella, y cuando nos morimos pues el cuerpo se pudre y el alma queda ahí inmortal, flotando por entre las estrellas, o por no se sabe dónde, para siempre, por los siglos de los siglos.

—Ah, era eso. El alma inmortal ¿verdad? Estuve leyendo algo sobre el tema hace unos días y me llamó mucho la atención. Me impresionó, se lo confieso. Y debido a esa impresión profunda que me produjo la lectura, pensé que sería bueno retomar el tema seria y detenidamente. Y como resulta que voy a iniciar el Camino de Santiago pensé que sería buen momento para preguntarme por el alma durante mi deambular por los páramos interminables de Castilla. Y, claro como os lo sueño todo en alto… les he debido molestar un poco. Han de disculparme.

—Debería usted moderar sus pensamientos, buen señor —dijo la señora—. Mira que pensar que no tenemos alma…

—Pero díganos —prosiguió el joven, ignorando la intrusión en la conversación de la señora—. Qué piensa usted del tema. ¿Tenemos alma o no? ¿se le ha muerto el alma o la ha perdido o qué? Sáquenos de dudas, que nos intriga.

—Mire usted, joven —dijo Juan, no sé cuáles son sus creencias, pero le aseguro que sean las que sean yo las respeto, si esas creencias le proporcionan a usted paz y seguridad. También espero que igualmente respete mis opiniones o creencias. Pues bien, en lo que respecta al alma, hasta hoy, tengo solamente una cosa que decirle y es “que de lo que no se sabe nada, y nunca se podrá saber, es mejor no hablar”.

E.V. Calleja

Las dietas más sanas

Hace tiempo vi en un programa un estudio de los países que tienen las mejores dietas, el estudio se hace a tenor de: cuanta cantidad de grasa se consume, tasa de obesidad, ingesta de alcohol y la esperanza de vida.



En este estudio han constatado que se podrían comer más variedades de cereales, pero en la mayoría de los países, por no decir en la totalidad, tan solo se plantan y recolectan trigo, maíz y arroz. Con el peligro que conlleva que algún año no vengan bien las condiciones que se tienen que dar para su recolecta. Con estos cereales se consume el 50% de las calorías que debe tomar una persona y el resto se completa con la carne, el pescado, frutas y verduras en diferentes proporciones, según cada país.

Este estudio tiene para mí algunas sorpresas, como que la dieta rusa es una de las peores dietas de los 50 países estudiados. Sobre todo ha quedado en muy mal lugar debido a la gran ingesta de su bebida nacional, el vodka.

Pero la peor dieta con diferencia es la de las Islas Marshall, en estas islas se da la tasa de mortalidad más alta a consecuencia de la diabetes. Está enfermedad es aquí bastante preocupante por el consumo de carnes enlatadas y el arroz, no comen frutas y verduras por el alto precio que tienen en su isla.

Un país que también me ha sorprendido en el puesto que ocupa es Irlanda, pero es que a pesar de tomar mucha cerveza, en este caso su cerveza negra es más sana porque tiene menos alcohol y menos calorías.

Los países del Este también los colocan en un buen lugar.

El cáncer de colon está ligado a la mala alimentación, en este aspecto hay que decir que Etiopía es uno de los países que tienen la tasa más baja de este tipo de cáncer debido a que comen mucha verdura, mucha fruta y mucha fibra que lo contienen cereales como la avena, cebada y centeno, también comen muy poca carne.

En cuanto más crece la economía de un país más crece la ingesta de comida rápida con el peligro que conlleva para la salud.

Dentro del estudio y en este caso también me ha sorprendido que España está en el noveno puesto. Aquí tenemos muy buenos productos para seguir una dieta mediterránea, por nombrar algunos: la carne roja, el pescado, lácteos, frutas, verduras y nuestro oro líquido el aceite de oliva y sin embargo no estamos siguiendo una forma de cocinar que si tenían nuestros antepasados que era cocinar de forma tradicional nuestros platos.

Dentro de las mejores dietas me sorprende Francia y es que a pesar de tener más de 30 variedades de queso, con la consecuente ingesta de grasas animales, tienen la menor tasa de cardiopatías. También consumen bastante vino tinto y carnes blancas.

Japón podían mejorar su puesto, porque a pesar de comer mucho pescado y verduras, también están incorporando en su dieta la comida rápida.

Entre los países que tienen la mejor dieta, se encuentra un pueblo llamado Campodilema en Italia, aquí la esperanza de vida supera los 95 años. Comen de lo que recolectan y crían.

Grecia también se encuentra entre los mejores, por su consumo de la sana dieta mediterránea.
El país que está por encima de todos, siempre dentro de este estudio, es Islandia, es el país con el entorno más limpio del mundo. Comen mucho pescado y pan de centeno.

En definitiva hay que estar en sintonía con la naturaleza y consumir productos de temporada. No sé deberían manipular mucho los alimentos. Vivir en un entorno libre de contaminación y de malos hábitos, haría que todos tuviéramos una calidad de vida óptima y una esperanza de vida más avanzada.

Maricarmen Prieto

S.O.S. Delfines



Yo no sé a vosotros, pero estos animales consiguen despertar en mí un sentimiento de infinita ternura.

Los delfines son mamíferos marinos, animales de gran belleza, inteligentes y sensibles que recorren grandes extensiones del océano en total libertad. La mayoría de los delfines tienen la vista muy desarrollada, tanto dentro como fuera del agua, y pueden oír frecuencias diez veces o más por encima del límite superior al oído humano. Tienen la capacidad de comunicarse entre ellos utilizando diferentes variedades de sonidos como chasquidos y silbidos. Se sumergen a profundidades de 60 metros y nadan unos 130 Km al día para alimentarse. Los delfines tienen curiosos comportamientos sociales que dan muestra de su gran inteligencia. Son animales muy sociables, viven en manadas de hasta una docena de ejemplares, se organizan para cazar y desarrollan relaciones entre sí, muy similares a las nuestras. Por ejemplo se han visto delfines cuidando de otros de su misma especie con heridas o enfermos e incluso ayudándoles a subir a respirar. Las madres tienen una unión muy fuerte con sus crías. Las hembras permanecen cerca de ellas toda la vida. Los delfines macho siempre recuerdan a sus progenitoras.

Los delfines, en su hábitat marino, tienen pocos enemigos naturales, las principales amenazas de los delfines provienen del ser humano. Diversos métodos de pesca, embarcaciones y las redes a la deriva matan directamente a muchos de ellos. En algunas partes del mundo, como Taiji en Japón y las Islas Feroe, consideran a los delfines un alimento y son cazados para vender su carne. La pesca de estos delicados animales es un espectáculo dantesco.

Lamentablemente a todo esto hay que añadir el espectáculo, el afán de ganar dinero a su costa, sin importar un ápice su bienestar y su falta de libertad.

Desafortunadamente, el hecho de que nos gusten tanto estos animales constituye su peor condena.

En la actualidad, hay aproximadamente 60 países en el mundo manteniendo a 2000 cetáceos en cautividad. Delfines, orcas, marsopas y belugas, viven en estas condiciones para nuestro disfrute en parques acuáticos, zoos, hoteles, discotecas e incluso en el ejercito. Por esta razón  acabamos encerrándoles en jaulas de agua, adiestrándoles para que nos entretengan realizando espectáculos que nada tienen que ver con sus conductas y que se alejan considerablemente de sus instintos y de su naturaleza. Esta realidad tan frustante, que sufren estos mamíferos marinos, les produce un gran estrés y modifica sus comportamientos y conductas naturales.

Cada vez son más y más las personas y asociaciones en defensa de estos animales que están en contra de la cautividad de estos cetáceos marinos. Esta forma antinatural, fuera de sus hábitats, y fuera de sus necesidades básicas, hace que sea imposible garantizar su bienestar.

Algunos acuarios argumentan que la cautividad de estos animales tiene un gran valor educativo, pero  lo cierto es que son muy pocos los centros que difunden información clara sobre estos animales y sus hábitats y, cuando lo hacen, a menudo es incorrecta o erronea. Los espectáculos son simples exageraciones de su comportamiento natural. Un buen ejemplo de esto es el hecho de que en algunas demostraciones hay leones marinos que dan de comer a una orca, cuando en realidad, en su hábitat natural, las orcas se comen a los leones marinos.

A cuenta gotas estamos empezando a tomar conciencia de la triste realidad que sufren estos mamíferos. Algunas asociaciones en defensa de estos animales están empezando a formalizar posiciones para acabar con estos espectáculos y acabar de una vez con su captura y con los programas de reproducción en cautividad.

En España, Sos Delfines junto con expertos de todo el mundo está trabajando en la búsqueda de alternativas a los delfinarios para ofrecerles un lugar donde puedan vivir de una forma más cercana a su vida natural. Se está pensando en la construcción de santuarios marinos, lugares delimitados en el mar, donde se llevaría a cabo un control y vigilancia de los animales y donde podrían disfrutar de un espacio natural y más grande donde vivir y con el tiempo, quizá, volver a alimentarse por si mismos.

Francia se acaba de unir a Reino Unido, Suiza y Alemania en la larga lista de países sin delfinarios, mientras, España todavía cuenta con una docena de ellos.

Ya es tiempo de seguir sus pasos.


P. Sardinero

miércoles, 15 de noviembre de 2017

La vuelta al mundo en 80 días

La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne

Un impasible y generoso caballero londinense llamado Phileas Fogg acostumbrado a leer el periódico y jugar al whist con sus compañeros del reform club discuten sobre la posibilidad de dar la vuelta al mundo en ochenta días. Fogg acompañado de su criado francés, Picaporte (el cual siempre sale de apuros) deciden llevar a cabo el itinerario que se han marcado para llevar a cabo dicha apuesta. A pesar de las contrariedades y la polémica que se crea alrededor sobre la propuesta, Fogg no cejará en su empeño en conseguirlo (De esto también se hacen eco los periódicos).

Al inicio de emprender el viaje cuando llegan a el Cairo el tiempo les era muy favorable pero aparece el primer incidente y es que se encuentran con el agente Fix el cual por un pequeño error persigue a Phileas Fogg durante todo el viaje con el infortunio de que la orden de detención no llegue a tiempo, pues Fix cree que Fogg ha robado ni más ni menos que cincuenta mil libras al Banco de Inglaterra. De este modo llegan a Bombay y en tren hasta Calcuta pero la vía del tren estaba cerrada. Ante tal imprevisto Fogg compra un elefante junto con un guía Parsi y rescatan a una joven llamada Aouda de un ritual sagrado llamado sutty por el cual la mujer es sacrificada al enviudar de su marido. Fogg se lleva la mujer a bordo y Aouda sigue el trayecto con él y embarcan en un buque. En Hong Kong el agente Fix emborracha a Picaporte, pues, el muy cretino no desea que el criado embarque con Phileas Fogg. Cuando se entera Picaporte que es un farsante, se lía a mamporrazos con él. Al no lograr Picaporte ir con su fiel compañero se mete en una banda de Titiriteros y se une a ellos y más tarde a vuelo de pájaro divisa a su amo. Luego, de San Francisco a California tomaron un tren para llegar a Nueva York. En ese instante se produce un duelo a pistola con un tal Coronel Proctor y se ven atacados por los indios sioux pero con la destreza de Picaporte se consigue parar  el tren donde los salvajes pretender matarlos.

Tras el tumulto, los soldados del fuerte acuden al rescate. Fogg llega a un acuerdo con el capitán del fuerte y derrochando parte de su fortuna va en busca de su amigo, mientras Fix permanece al lado de la bella Aouda. Cuando llega de vuelta, Fogg con Picaporte surge el contratiempo de días. Para ello Fogg pensó ir en trineo. A la mañana siguiente llegaron a Chicago y tomaron otro tren hasta Nueva Jeersey. Creaía Fogg ya verse derrotado cuando divisó un buque mercante llamado Herrieta al cual se dirigió. Después de una bochornosa discusión con el capitán que iba a bordo, Fogg consigue contratar el buque a cambio de una suculenta cantidad de dinero. Tras pasar un tiempo, es el propio Fogg el que toma las riendas del timón y deja encerrado al capitán del barco. Todo marchaba bien cuando el clima empezó a empeorar. Tuvieron que tomar el vapor, pues la velocidad del Henrietta iba disminuyendo considerablemente. La máquina funcionaba pero escaseaba el carbón. Fogg mandó soltar  al capitán del barco y comprarselo, y de ese modo dejarlo hecho trizas. De madrugada llegaron al puerto de Queenstown y tomaron el tren hacia Dublín para embarcar en un vapor. Más tarde Fogg desembarca en Liverpool y Fix intenta arrestar a Fogg cuando en ese momento encuentran al verdadero ladrón del banco de Londres.

A pesar de los avatares de sus suerte, Fogg cree que ha perdido su apuesta, pero la fortuna le sonríe, pues por un error de cálculo habían llegado un día antes. Habían dado la vuelta al mundo en dirección al sol, o sea, de Occidente a Oriente. Finalmente Phileas Fogg vuelve a tener valor y se casa con la bella Aouda. Por menos que esto ¿no se daría la vuelta al mundo en ochenta días?

Opinión
He querido omitir el tiempo que pasan los protagonistas de la novela, pues son muchos los detalles a tener en cuenta. En cuanto al estilo de la narración, Julio Verne introduce muchos vocablos pertenecientes a los medios de transporte (Roda, verja, obenques, vela cangreja, etc.). También es destacable dónde se desarrollan los acontecimientos (los paisajes). Por último, para hacernos más fácil y asequible la lectura haré un resumen sobre la trayectoria de los diferentes medios de transporte que quedan expuestos en el relato.









martes, 14 de noviembre de 2017

El peregrino II

Juan se pone en camino. Transcribo su diario letra a letra.

Septiembre creo que será una buena fecha para comenzar mi peregrinación a Santiago de Compostela. La temperatura es buena y habrá muchos compañeros peregrinos que, en caso de problemas, me echarán una mano. Así que dicho y hecho. Me voy en septiembre. Ahora hay que comunicarle a Rosa que me voy y que me voy ya.

Rosa estaba preparando la comida. Me acerqué a ella, me rasqué un poco la barbilla y como quien dice “qué buen tiempo hace”, en tono totalmente neutro salieron de mi boca las palabras que no sabía cómo pronunciar: “Mañana salgo para el Camino de Santiago”

—¿Pero cómo que mañana? —dijo Rosa—. Si se te ha metido en la cabeza que te vas a esa aventura o lo que sea, está bien. Pero no me digas que te vas mañana. ¿Cuándo te preparo las cosas? Necesitarás Ropa, comida, maletas, mochilas y qué sé yo cuantas cosas. ¿Cómo te lo voy a preparar todo en un día?

—Mira Rosa —dije yo—. Yo no necesito grandes preparativos para este viaje Pero, si eso te hace feliz, hazme el equipaje y ponme lo que creas que debo llevar. Ahora bien, ten en cuenta que voy a una peregrinación, no a una boda o a un mes de fiestas o a unas vacaciones.

Rosa oyó lo que quiso y, como siempre, hizo lo que le vino en gana. Así que se pasó la tarde sacando maletas y despojando armarios para mi peregrinación. Aquello era una sinfonía de calzoncillos, camisetas, pantalones, abrigos y cuantas cosas se le pasaban por la imaginación que serían necesarias para la lluvia, para el sol, para la niebla, para el frío, para el calor. También para los lobos, para las serpientes y para cuanto el buen Dios me echara por el camino para amargarme un poco la peregrinación. Porque Rosa pensaba que se peregrinaba para purgar pecados, y Dios no concede el perdón así como así. Según ella hay que ganárselo, y claro, se gana el perdón con sacrificio y mortificación. Y seguro que Dios me tendría preparadas unas cuantas zancadillas fastidiosas para amenizarme el camino a la vez que purificaba mi alma.

Sea como fuere, la montaña de ropa y enseres heterogéneos que me preparó Rosa no cabían ni en las dos maletas y la mochila que pensaba anexionar a mi persona. Cuando lo vi todo juntito allí en el hall de entrada casi me da un patatús.

—¿Qué hago yo ahora? —me pregunté—. Decidí que no iba a decirle nada. Por la noche me levanté sigilosamente y metí en la mochila lo que pensaba llevarme, que era sencillamente la documentación, unas mudas y un chubasquero, justo lo que cabía en una mochila.

Por la mañana Rosa estaba jubilosa y satisfecha junto al equipaje, dispuesta a hacerme cargar con todo aquel disparate. Sin duda aquello, en el fondo era su venganza tramada en el subconsciente por no dejarla acompañarme en mi peregrinación. Yo, sin más, le dí un beso de adiós, me puse a la espalda la mochila y le dije:

—Este es mi equipaje. Adiós, cariño —Ella abrió la boca y empezó a… y salí de casa.

Me fui a la estación. En el tren hasta Pamplona y allí cogería un autobús que funcionaba solo en los meses de buen tiempo y que me llevaría hasta el comienzo de mi Camino de Santiago en Saint Jean Pied de Port, en el Pirineo Francés.

E.V. Calleja

lunes, 13 de noviembre de 2017

Mindfulness

Es fácil que usted haya oído hablar del mindfulness. Viene en la estela de esas prácticas orientales como el zen, o el yoga y la meditación, y no está alejado de ellas.

Básicamente, el mindfulness elimina toda la retórica y la preparación que hacía de las primeras una materia difícil y restringida a unos pocos, y la sitúa en un plano asequible a cualquier persona sin preparación.

Mindfulnes significa vivir el presente, el aquí, el ahora. Porque somos, en cierto modo, esclavos de nuestras mentes. Vivimos atrapados en una red de recuerdos, de tensiones por cosas que tenemos que hacer, y sobre todo, somos esclavos de emociones que se apoderan de nosotros sin que podamos responder a ellas desde nosotros mismos.

El mindfulness se practica en un lugar tranquilo para poder entrar en contacto con nuestras sensaciones. Suele transmitirse con una voz, grabada o no, que nos pide que nos relajemos y que tomemos conciencia de nuestra respiración y de cada una de las partes de nuestro cuerpo que solemos tener olvidadas en el trajín de nuestras vidas diarias.

La parte más difícil del mindfulness es detener nuestra mente. Recuerdos, planes, sentimientos que nos dominan. Luchar contra ellos es una batalla perdida. Por eso el mindfulness nos pide que seamos amables con los intrusos, que los tratemos como un cachorro, dominándolo sin tensiones, sin ira, sin conflicto.

La práctica del mindfulness requiere poco tiempo de nuestra parte, tres minutos son suficientes para una pequeña parada, quince componen un descanso ideal para llenarnos de equilibrio y dominio una jornada completa.

No se trata, como ocurre con los libros de autoayuda, de llenar la cabeza con más y más instrucciones. No se trata de un breviario, de los que leemos cada día en nuestras redes sociales, con instrucciones resumidas para conseguir el éxito, la sabiduría, o alguna de esas gemas rutilantes que perseguimos en nuestra vida diaria sin saber a donde vamos. Se trata, más bien de lo contrario, de quitarnos lastre de la cabeza.

El mindfulness es una parada, un descanso, un dejar de buscar, de lamentarse y de sentirse arrastrado por las fuerzas incesantes de nuestras vidas. Por eso si alguien ve un rótulo, una conferencia o un audio de mindfulness le recomiendo que no pase de largo, que le de un poco de tiempo, no mucho, y luego siga adelante con sus preocupaciones.

José Contreras


Mindfulness. 7 beneficios

1 Muestra curiosidad por las cosas del día y las disfruta.

2 Perdona los errores de los otros, sean pequeños o grandes.

3 Muestra gratitud por los buenos momentos y aprende de los malos.

4 Practica la compasión y fomenta las relaciones.

5 Hace las paces con su imperfección y con la de los demás.

6 Acepta la vulnerabilidad confiando en los otros.

7 Acepta y aprecia que las cosas vienen y van.

El Jazz



Durante el mes de noviembre, como todos los años, se está celebrando en Madrid el Festival Internacional de Jazz. Por este motivo, hay todos los días grandes conciertos en el Centro Cultural de la Villa y en el Centro Conde Duque, así como proyecciones de películas y conferencias relacionadas con el tema. También, en los centros culturales de nuestro distrito podemos disfrutar del jazz todos los viernes.

Hasta hace pocos años no había puesto mucho interés por este tipo de música, pero ahora soy una humilde aficionada, que sin ser una gran entendida en la materia la escucho con gran placer. Pero, "¿te gusta eso?", me dicen algunas personas de mi generación; pues sí, me gusta y siempre que tengo ocasión me escapo a algún concierto.

El jazz tiene sus orígenes en Nueva Orleans a finales del siglo XIX. Al igual que el blues, proviene de los clases sociales más bajas de Norteamérica, entre los esclavos afroamericanos que empezaron a hacer música durante su trabajo en los campos de algodón partiendo de los sonidos que conocían de su África natal. Estas melodías fueron el origen de las primeras canciones de blues (como desahogo de su dura vida) que, con el paso de los años, fue evolucionando hacia música mas espiritual (Gospel) o hacia un género nuevo llamado jazz. Tuvo su época dorada en los clubs de Nueva York y Chicago en los años 20 y 30 con intérpretes como Louis Armstrong. A mediados del siglo XX llegó a España y se hizo muy popular en círculos intelectuales. Experimentó una decadencia en los años 60, pero llegó a resurgir con gran fuerza llevándolo a otros géneros de la música como el flamenco o el pop, aunque algunas personas opinan que este tipo de experiencias no se pueden encuadrar dentro del jazz auténtico. A mí me entusiasma escuchar el piano de Bebo Valdés acompañando la voz de Diego El Cigala y, aunque no me gusta mucho el flamenco, aquí hacen un "maridaje" casi perfecto.



La música es una buena amiga para cualquier momento y pocas veces defrauda.

Pilar Santoyo Lora
Noviembre 2017

miércoles, 8 de noviembre de 2017

"Los Restos del día" de Ishiguro en la Tertulia Literaria

La tertulia será el 5 de diciembre a las 19h.


Sinopsis:

Mister John Farraday se dispone a viajar a su país, los Estados Unidos, y le sugiere a su mayordomo, Stevens, que, durante su ausencia, podría coger su Ford y pasar unos días fuera, en lugar de quedarse encerrado en la mansión de Darlington Hall, que mister Farraday adquirió tras la muerte de lord Darlington, anterior patrón de Stevens.

Ahora, tras la transacción, la servidumbre la componen cuatro personas, muy pocas para tanto trabajo. Ante la posibilidad de contratar a una persona más, Stevens decide hacer el viaje y visitar a miss Kenton, a la cual cree, debido a una carta, deseosa de volver a la mansión, en la cual trabajó como ama de llaves antes de casarse, y que ahora vive separada.

Emprende, pues, el viaje, admirando el paisaje inglés, al tiempo que expone consideraciones sobre su profesión, recuerda a su padre, también mayordomo, y rememora el tiempo en que miss Kenton trabajaba en Darlington Hall. Por aquel entonces, se celebró en esta mansión una reunión extraoficial de personalidades influyentes con el fin de intentar que se mitigasen algunos aspectos del Tratado de Versalles, que, tras la Gran Guerra, oprimía en exceso a la derrotada Alemania, según la opinión de lord Darlington. Durante esta reunión, fue cuando murió el padre de Stevens, que debido a su avanzada edad, trabajaba en la mansión como ayudante de su hijo.

Tras varias jornadas de viaje y varias peripecias, Stevens llega finalmente a la ciudad donde vive miss Kenton, ahora mistress Benn. Allí se reúne con ella y tras un par de horas de conversación se entera que ha vuelto junto a su marido, y se da cuenta de que en realidad ella no tenía intención de volver a trabajar como ama de llaves en la mansión de Darlington Hall, que esto había sido solamente una deducción errónea por su parte. También descubre que se casó con mister Benn más para fastidiarle a él que por verdadero amor, pues ella había estado secretamente enamorada de él. Pero con el paso del tiempo sí ha llegado a amar a su marido, y ahora la hija de ambos está a punto de ser madre. Con la despedida, termina el viaje de ida de Stevens.

Las muchas virtudes de los restos del día. 

Por Daniel Krauze. 05 de octubre de 2017
Los restos del día es una milagrosa contradicción: una novela hilarante aunque el mayordomo Stevens, nuestro narrador, es incapaz de entender un chiste; un relato profundamente conmovedor a pesar de que Stevens no puede admitir un solo sentimiento; una gran historia de la Segunda Guerra Mundial en la cual el narrador está educado para no registrar lo que ocurre a su alrededor y, por último, un romance entre dos personas que no se tocan ni el meñique. Todo esto contado por una voz en primera persona que en cada página, palabra y diálogo suena, piensa y se comporta como un mayordomo inglés de la primera mitad del siglo XX: un acto que para un escritor supone sostener un malabar por más de doscientas páginas.

La peculiaridad de Stevens como narrador es que en ningún momento da opinión alguna sobre su enamoramiento o sobre el derrumbe moral de Darlington. Como buen mayordomo inglés de aquel entonces, está incapacitado para la reflexión. No puede siquiera titubear cuando recibe una orden, ni poner en tela de juicio el carácter o las motivaciones de quien la emite. Ishiguro parece escribir con camisa de fuerza. La maravilla de este libro es que logra transmitirnos todo ese universo a pesar de las restricciones que el autor mismo se impone. El lector está siempre adelante del narrador: sabemos qué piensa y qué siente aun cuando él no puede saberlo ni verse a sí mismo con honestidad.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Jean Valjean



Ideología. En medio de la Francia revolucionaria de los disturbios de 1832, la derrota de Waterloo y el enfrentamiento entre los monárquicos y los republicanos representados en Marius y su abuelo, Valjean no representa el azote a ninguna forma de pensar, ni a los conservadores ni a los revolucionarios. Lejos de enfrentarse a un sistema que lo secuestra durante dieciocho años de cárcel por robar una barra de pan, lejos de estallar al verse víctima de la persecución obsesiva de un policía con exceso de celo (Javert, que parece miope a mafias, saqueos y villanos como Thenardier, y provisto de visión microscópica para cada pequeña falta del protagonista), Valjean asume como propias las culpas que le atribuyen y se presenta ante su yerno, Marius, como un ex-convicto, como un delincuente. Literariamente, Víctor Hugo quiere que el lector arrope con su amor a la víctima indefensa y bondadosa de Valjean aunque no se defienda a sí misma, pero en un plano ideológico, consigue que la punzante denuncia del sistema quede diluida en un mar de lágrimas.

En todo novelista suele haber un toque burgués de gusto por el pequeño detalle y la vida cotidiana, un afán de atrapar el presente que no encontramos en Hugo. Aunque puede adentrarse en la administración de Marius y su pequeño salario, o en la vida del obispo o la de Valjean en en convento, Hugo procede por acumulación. Recoge todas las opiniones y todos los nombres de las discusiones de la época como un anticuario. Hace todos los paralelismos posibles con la antigüedad clásica y con la mitología. Es difícil decir cómo era leído por sus coetáneos, para el lector del siglo xxi sólo puede ser anonadador.

El descenso a los infiernos. Hugo inventa infiernos impensables para las criaturas que más ama. A Jean Valjean 18 años de prisión por una barra de pan. A Fantine, la pobreza, la degradación y la prostitución para pagar el cuidado de su hija Cosette. A Cosette la humillación de servir a los desalmados Thenardier.

La modernidad de Hugo es apabullante cuando alimenta el masoquismo de sus lectores con destinos desesperados. Valjean viaja por Arras buscando alojamiento rechazado por todos los vecinos. Fantine vende su cabello para pagar a los Thenardier. Luego los incisivos. No es suficiente. ¿Hasta donde va a llegar la narración adentrándose en ese infierno inmerecido? Hugo nos arrastra a leerlo porque nos ha hecho testigos del mal absoluto. Porque después de mirar, ya no podemos apartar la vista.


Cosette sufre elviaje al infierno sometida a la pobreza, a la injusticia de ser la cenicienta de los Thenardier.

Siempre hay un ángel, un salvador. En medio del fango algo nos ilumina. A Cosette la salva Valjean en su camino a la fuente. A Fantine la salva una promesa de Valjean que cuidará a su hija Cosette. A Valjean lo salva el Obispo Bienvenido.

Bienvenido, víctima del robo de Valjean declara ante la guardia que le hizo un regalo.

—Con este acto compro tu alma —le dice al buen ladrón.

Y hace algo más que comprar un hombre. Pone la primera piedra de una cadena de favores. Valjea no dejará nunca el camino de la rectitud, aunque ello pueda destruirlo, como ocurre en el juicio de Champmathieu.


Villanos. Valjean, Fantine, Cosette son seres buenos que sufren infinitamente. Son los miserables que no deberían serlo.

Sus perseguidores, sus enemigos se reducen a dos. Javert persigue a Valjean en nombre de un escrúpulo legal que nada tiene que ver con lo justo. Thenardier lo asedia desde el mero afán de hacerle daño.

Javert sufrirá el resultado de su injusticia en la voz de su conciencia que lo lleva a suicidarse. Se suicida porque ha perseguido toda su vida a un hombre bueno. El suicidio es difícil de creer dentro de su mentalidad de funcionario insensible. Algo le falta al lector cuando le ve dirigirse a ese remolino del Sena donde no puede ser salvado de ahogarse.

El destino de Thenardier es más difícil de entender. Vende a Cosette a Valjean después de regatear mezquinamente. Luego lo persigue y le pide más dinero. Valjean se lo da. Se presenta en casa de Marius para calumniar a Valjean y acusarlo de asesino. Marius sabe que el cuerpo que llevaba en sus hombros en las alcantarillas no era el de una víctima, era el propio Marius. Pero no echa a patadas a embustero, le da dinero, cada vez más dinero.



¿De donde sale esa necesidad de sobornar a la alimaña? ¿Por qué todos pagan el chantaje del monstruo? ¿En quién se inspiró Hugo cuando creó a Thenardier? Esas inconsistencias revelan tanto sobre los recovecos del alma del autor que lejos de verlas como imperfecciones, el lector debería anotarlas como reveladoras.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Estamos de obra


Si hemos sobrevivido a esta experiencia, podremos superar cualquier obstáculo que se nos venga encima.

No puedo decir que nunca más haré obras en casa, pero ahora mismo firmaría donde fuese para no tener que pasar otra vez por una experiencia tan agotadora y estresante.

Todo comenzó un 18 de octubre a las 8:00 am, una cuadrilla de señores muy serios invadió mi hogar.

Con gesto serio y sonrisa forzada, nos dieron los buenos días, pero yo, en el fondo de sus ojos, pude leer sus perversas y terribles intenciones.

Comenzarón a dejar más y más herramientas por todas partes y en unos instantes se transformaron en un auténtico escuadrón demoledor perfectamante armado y uniformado.

Con sus atronadoras herramientas comenzarón, sin piedad, a tirar azulejos, puertas, ventanas y suelos. En prácticamente una mañana acabaron con todo lo que tenian por delante. Mi casa quedó devastada y sumida en una inmensa nube de polvo.

Mientras esto sucedia, mi marido y yo, permanecimos como hipnotizados, expectantes ante este espectáculo desastroso. Un profundo y extremedor sentimiento de asombro y pavor nos invadio por completo. Llegado el medio día mi casa se asemejaba a un campo de devastación nuclear. El polvo y los escombros nos tenian rodeados por todas partes. Imposible volver atrás.

La obra estaba programada para realizarse en el plazo de un mes, y hete aqui que a día de hoy, 31 de octubre, seguimos con la casa patas arriba.

La primera semana todo transcurrió según lo previsto. Pero aquello, según avanzábamos, cada vez iba de mal en peor, vivir en casa era prácticamente imposible. Mi casa paso a ser completamente inhabitable. Las emisiones de polvo en suspensión y la contaminación acústica llegarón a sus máximos niveles soportables, por no hablar de que un día sí y otro también nos dejaban sin agua y sin luz.

Salir de casa no estaba en nuestros planes, pero ante estos hechos no quedaba otra. Yo me fui con mis padres a su casa y mi marido a casa de su madre. La verdad es que volver a vivir con mis padres, después de 38 años de casada, ha sido toda una experiencia. Volver a dormir en mi habitación, ver tus trastos de adolescente guardados en el armario, tu viejo tocadiscos, tus queridas muñecas, todas primorosamente colocadas y dormir en tu antigua cama, todo ello ha sido como un retroceso alucinante en el tiempo, a la vez que muy gratificante, sin mencionar la alegría que mis padres han sentido al tenerme con ellos en casa.

Mientras tanto los problemas, en casa, se iban acumulando día a día. Llamadas tensas, excusas increíbles, retrasos muy sospechosos, fallos tontos y tantas y tantas cosas que prefiero olvidar. Han sido días muy intensos y estresantes, que aún sufrimos.

Como siempre la famosa ley de Murphy, siempre al acecho, no podía faltar.

«Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal» Pués al pié de la letra, ¡Oye…!

Todos los meses que pasamos programando esta obra se fueron garete en menos que canta un gallo.

Después de un largo e intenso mes, hemos vuelto a casa de nuevo. La obra ha avanzado considerablemente, pero aún nos quedan muchas cosas por terminar. Aquí seguimos viviendo entre nubes de polvo y señores muy raros que nos visitan cada día, y que no me apetece nada de nada ver.

Espero que todo esto merezca la pena, y por fin llegue el día en que pueda ver mi casa recompuesta del todo. Para mí será muy de agradecer poder volver a sentarme en mi sofá a ver la tele, o hacerme una tortillita francesa en mi cocina por las noches, esas cosas tan simples que no apreciamos hasta que no podemos hacerlas, pero sobre todo quiero perder de vista a los señores obreros, pintores, electricistas, fontaneros, carpinteros, albañiles, etc… que día a día han conseguido sacarme de mis casillas y han perturbado mi sueño.

Pensaros muy mucho si vais a hacer obras en casa, solo os hago un pequeño comentario, y esta vez aplicando de lleno la ley de Murphy, tened presente que no importa lo bien que sujeteís vuestra tostada con mantequilla y mermelada, seguro que caerá al suelo y por supuesto lo hará por el lado en que está untada.

Espero deciros muy pronto que todo ha finalizado, que ya no tengo señores raros deambulando por mi pasillo y que ya puedo hacer mi vida como cualquier mortal.

Paloma Sardinero